Gran Canaria en Fitur 2014 |
Tan hambrientos estamos de buenas noticias que nos hemos quedado deslumbrados con las cifras exitosas de la actividad turística en 2013. En especial, para Canarias, con ése resultado brillante que ha aupado a España al tercer puesto del ranking mundial de destinos turísticos y haciendo retroceder a China en un puesto en la lista mundial.
Según la Organización Mundial del Turismo, en 2013 realizaron viajes internacionales por turismo unos 1087 millones de personas, lo que supone un aumento de un cinco por ciento respecto al año anterior, y eso que también ese año se contó con un incremento similar. Esta cifra mil millonaria supone que cada segundo salen de viaje turístico 34,46 personas en el mundo. Sí, cada día hacen sus maletas y embarcan casi tres millones de personas en busca de su sueño de paraíso o de pasar de ser productores en la industria o los servicios para ser consumidores de ocio en otro lugar alejado de su domicilio habitual.
Tenemos que sumarnos a la alegría porque las previsiones eran mucho menos optimistas, casi la mitad del crecimiento de estos dos últimos años, según las previsiones que la Organización Mundial del Turismo había establecido para el periodo comprendido entre 2010 y 2020. Unas previsiones que han fallado estrepitosamente para el continente europeo, donde hay regiones que han (casi) triplicado las cifras de dicho organismo. Y es que todo el mundo tiene derecho a equivocarse, pero en esta ocasión ha sido para bien.
Para 2014 las perspectivas regionales son mejores para las regiones de Asia y el Pacífico, así como para África (de un cuatro a un seis por ciento de crecimiento) seguidas de Europa y las Américas (entre un tres y un cuatro por ciento), mientras que Oriente Medio sigue siendo una incógnita por su inestabilidad, aunque hacer un crucero por el Golfo Pérsico y sus ciudades de cuentos de las mil y una noches estén a precios de ganga.
De los más de mil millones de turistas, es Europa quien se lleva la mayor tajada, con más de 563 millones de viajeros de ocio en 2013, pero el cinco por ciento (superior en la zona sur y mediterránea) va a reducirse en este año según los expertos consultados por este organismo internacional. O sea, que la balanza va a seguir decantándose hacia el lado del exotismo asiático, mientras que las albeadas y relucientes ruinas históricas de Europa y sus costas soleadas continuarán su decadencia como destino mundial.
El Archipiélago Canario forma parte de esa zona europea, aunque es imposible compararlo o etiquetarlo dentro de las distintas regiones del continente y su espacio mediterráneo. No obstante, el turismo que visita Canarias es europeo y es poco probable que vengan de otras latitudes después de perder a finales de los setenta el turismo americano que llegó a alcanzar un porcentaje significativo en Gran Canaria a mediados de los años setenta, cuando entre otros ilustres norteamericanos visitaron Gran Canaria los astronautas del Apolo XI.
Pero, como indicaba al principio, todo puede quedar en un sueño fugaz si se continúa perjudicando al sector con decisiones arbitrarias e injustas. De ahí que la Organización Mundial del Turismo inste a los gobiernos a que sigan formulando estrategias de apoyo al sector. Y yo añado que esas estrategias deben ir en la línea de la conectividad y la competitividad, cosa que en boca de un político puede sonar peligroso, sobre todo cuando no pone en juego su dinero ni su puesto de trabajo, sino el de las empresas y profesionales que sí saben de turismo y que, sin embargo, no pueden evitar que algún iluminado se ampare en las urnas y los votos obtenidos para frenar sus iniciativas o, más claramente: arruinar al sector económico más importante de Canarias.
Para muestra un botón: en Fitur el Gobierno de Canarias y los patronatos de Turismo, con dinero de todos los contribuyentes, montan un escaparate en el que tienen más protagonismo los políticos y sus discusiones que los empresarios y la comercialización. Pero, claro, qué van a decir los empresarios turísticos de Gran Canaria si están enfrentados entre ellos y han provocado el desmantelamiento de la organización empresarial.