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El coloquio contará también con Alcibíades Trancho (economista), Francisco Martínez (presidente de la Confederación de Empresarios de Lanzarote y vicepresidente de la patronal turística Asolan), y José Martínez Mpanga (grupo empresarial Martínez Hermanos e impulsor de Lanzarote Premium).
El Foro viene precedido de una cumbre turística de las corporaciones locales de la isla, que tuvo lugar el pasado lunes, para analizar las posibilidades y procedimientos de la convocatoria de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos (PSTD). Una cuantiosa inyección económica procedente de la Unión Europea a ejecutar en muy poco tiempo (tres años incluido éste). Pero..., ¿cómo resolver o qué aportar en este foro para la reconstrucción del turismo, si el Plan ya define las líneas de actuación? Está claro y reglado el escenario político y su presupuesto, pero no tanto para Lanzarote. En realidad, el Plan elaborado para toda España parece inspirarse en el modelo de Lanzarote que impulsó su éxito mundial desde hace más de 50 años. O, como dijo César: “No tenemos que copiar a nadie, que vengan a copiarnos a nosotros”.
No olvidemos esa herencia del artista, que no pudo ver cómo tras su muerte la isla acogió, en 1995, la Cumbre Mundial del Turismo Sostenible, de la que salió la Carta de Turismo Sostenible. Por si fuera poco, en 2017, se celebró también en la isla la Conferencia Internacional 'La Sostenibilidad como factor clave de competitividad para el Desarrollo de la Industria Turística'. Y es que César Manrique ya había anticipado que el modelo de Lanzarote sería un ejemplo a imitar. Y así quedó plasmado en esas cumbres. Pero Lanzarote ha de ir más allá, pensar en el futuro y no dilapidar o ver languidecer la herencia de la generación manriquiana, conformada por 'los cinco magníficos' de Lanzarote (junto a José Ramírez, Luis Morales Padrón, Antonio Álvarez y Jesús Soto), a los que hay que añadir su generación de amigos/as, sin olvidar a Leandro Perdomo, o los cientos de colaboradores que transformaron la isla y a sus habitantes, para asombro del mundo.
Por ello, no me convence el término Reconstrucción, dado que no ha habido un bombardeo, terremoto o hecatombe. Ni tampoco el manido llamamiento a la sostenibilidad, que venimos repitiendo -por lo menos- desde 1995, cuando la realidad es que cada día somos más insostenibles, porque no se trata de mantener sin variar esta actividad turística, que no se caiga o se tambalee, a pesar de depender de un exquisito equilibrio en el destino y de muchas incógnitas más allá de nuestro horizonte. No. Prefiero imaginar a esos 'cinco magníficos' reunidos nuevamente y pensando en qué puede solucionar esta situación y cómo preparar el futuro para esa nueva relación entre visitantes y residentes, entre turismo y la isla, entre agotar la belleza y mantener viva la utopía. Como en aquellos años en que cada inauguración embellecía hasta el asombro la isla para disfrute de todo el mundo (sí, el planeta entero).
Quizás sería cuestión de repensar esos planes PSTD, antes de intentar ejecutarlos en la isla de forma chapucera y ciega, porque Lanzarote está un curso (o más) por delante de esos planteamientos... y es que el documento del PSTD marca las pautas marcadas por quienes saben pero no entienden la realidad conejera. Un documento que habla de turismo y su futuro, sin citar una sola vez la palabra 'Creatividad', ni la palabra 'Arte', ni tampoco 'Naturaleza', o una vez solamente 'Innovación'. O, lo que es lo mismo, un texto que no aporta nada al fenómeno turístico lanzaroteño, probablemente el destino mundial con más centros artísticos -casi toda la isla- creados para el turismo.
Sólo con ver cómo se ajustan las palabras claves de la convocatoria al modelo creado por Lanzarote, nos topamos con un pasapalabras superado, como: Transformación del destino mediante un modelo que permita la sostenibilidad sin perder competitividad; Innovación y calidad; Reposicionamiento; Diversificar la oferta turística; Complementar el producto de sol y playa; Productos de alto valor añadido para el turista; Recursos turísticos cuyo aprovechamiento es escaso o nulo; buscar el equilibrio territorial y amortiguar la concentración de los turistas; O la redistribución de los beneficios socioeconómicos; además de la colaboración público-público y público-privada; etc... Algo que en Lanzarote se practica, con altibajos, desde que Raquel Welch se bañaba en el charco de los Clicos.
Pero el Foro debe dar algunas respuestas, aunque yo me siento como un intruso, porque más que decir qué tienen que hacer en la isla conejera, son los propios lanzaroteños quienes pueden aportar luz a esa utopía necesaria para la mayoría de destinos en todo el mundo. Por ello... ¿No sería conveniente apoyar a la Fundación y crear en ésta un laboratorio de estudio del modelo lanzaroteño para continuar -con las herramientas, tecnología y conocimientos actuales- la transformación iniciada hace unos 50 años por los propios lanzaroteños y lanzaroteñas? ¿No deberían las instituciones canarias, con Lanzarote al frente, exigir coherencia en el PSTD para no despilfarrar esos 70.000 millones de euros, a toda prisa de aquí al 2023? ¿Podrá sobrevivir la utopía a este intento de estandarización de la recuperación turística?