jueves, 8 de agosto de 2013

Demagogia a toda costa

Imagen del informe de Greenpeace.
Podría dejar pasar errores y tópicos que fueran inocuos, pero Greenpeace (organización a la que he aportado durante décadas mi granito de arena) puede perder toda su credibilidad si realiza con tanta ligereza afirmaciones tan peregrinas como que San Bartolomé de Tirajana es el municipio canario que más ha ocupado el litoral en los últimos 25 años (del 87 hasta 2013) y que Yaiza es uno de los municipios ejemplares. A todo esto, anticipo que rechazo de plano la modificación de la Ley de Costas que Arias Cañete y el Gobierno de Rajoy promueven por su grave impacto en el principal recurso turístico de este país y, sobre todo, de estas islas.

Por mi relación con la celebración del 50 aniversario de Maspalomas Costa Canaria, la celebración del Día Mundial del Turismo que la Organización Mundial de Turismo realizó en Maspalomas y con la dirección de la Universidad de Verano de Maspalomas, llevo varios años estudiando, conociendo y viviendo la historia del turismo en ese lugar concreto. Y de ahí que considere que lo afirmado por Greenpeace es incierto.

En primer lugar, el boom de construcción en la zona finalizó -precisamente- a finales de los ochenta, cuando se suspendió el Plan General, se inició el proceso del Plan Insular de Ordenación del Territorio y luego vendrían las moratorias a principios la primera década del s XXI que, a pesar de su nombre, la moratoria se convirtió en un potente estimulante para la construcción de varios establecimientos (a toda prisa para evitar que fueran suspendidas las licencias) en la zona de Meloneras.

De ahí que, prácticamente, todo el litoral de San Bartolomé de Tirajana se encuentre con (casi) las mismas construcciones que antes del 87 con la salvedad de los hoteles de Meloneras. Por el contrario, toda la zona desde el faro de Pechiguera hasta las playas de Papagayo en el municipio de Yaiza han sido ocupadas hasta el último centímetro con varios establecimientos que están denunciados y con sentencias de ilegalidad por los tribunales.

Espero que esta organización ecologista corrija estos informes y retome la senda del rigor para defender un planeta que es el único que tenemos para vivir... Sobre todo si su prestigio se utiliza para hundir la actividad económica de determinados destinos turísticos.