lunes, 21 de diciembre de 2015

Un oasis en la batalla



El grupo turístico RIU quería derribar desde hace varios años el Hotel Oasis Maspalomas para levantar un 5 estrellas muy funcional y propio de una empresa que ha hecho de la hostelería su especialidad en el mundo, de la mano de uno de los grandes del turismo, el turoperador alemán TUI. Había obenido la licencia municipal y había acordado con los 'vecinos' las fechas y operaciones para no perjudicarles con la obra.

En contra de su proyecto se produjo el rechazo inicial de algunos profesionales a la demolición del edificio por ser obra de dos arquitectos de renombre (Molezun y Corrales) y, más complicado aún, se abrió procedimiento incoatorio de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)  en la categoría de Sitio Histórico por la referencia de Juan de la Cosa y el hijo de Cristóbal Colón sobre la escala que realizó el Almirante de la Mar Océana en algún punto de Maspalomas en su cuarto viaje.

El Gobierno de Canarias rechazó ese BIC y se comprometió a realizar la encomienda de un planeamiento específico para la zona que no ha hecho hasta el momento. Por el contrario, entra en liza la Justicia con una sentencia que suspende la licencia municipal que autorizaba el derribo y construcción del nuevo hotel. Los principales obstáculos reseñados en esta sentencia son la conservación del palmeral y una duda (creo que infundada) sobre los límites de la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas.

Paralelamente, RIU presenta un nuevo proyecto más acorde con el privilegiado espacio del palmeral (el proyecto inicial era una mole muy impactante). El resultado será menos altura de edificación (de hecho sería el hotel más bajo del frente de playa), menos ladrillo, mas visibilidad del palmeral, más aparcamientos fuera del viario y más inversión para un hotel que podría convertirse en uno de los mejores establecimientos de la cadena (y de la zona), así como el inicio de una reconversión del mejor y más atractivo entorno de Gran Canaria.

Si no se complica el proceso con nuevas denuncias y enfrentamientos, la zona dará un salto enorme en la calidad e imagen del icono turístico de la isla (a falta de las necesarias intervenciones en el Ifa Faro y en el centro comercial). De no ser así, el deterioro de la zona se prolongará innecesariamente y afectará a toda la industria turística de Gran Canaria.

El Oasis tiene una tregua. La sentencia y el nuevo proyecto son pasos en la posible búsqueda de una alternativa que mejore el lugar como destino turístico y marque la pauta de futuras intervenciones que permitan ir reduciendo el impacto urbano sobre el icono del oasis de Maspalomas.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Por un nuevo modelo turístico en Gran Canaria

Guía de 1927.

¿Qué futuro queremos para el turismo en Gran Canaria? ¿Qué queremos del turismo? Sea cual sea la respuesta, el turismo es la mayor oportunidad de desarrollo que ha tenido la isla en su historia (y ya va más de un siglo). Es su petróleo agotable. Y por eso hemos de colaborar para mejorar los beneficios y que éstos se distribuyan para el mayor número de personas, por lo que es necesario el cambio –sensato. Ilusionante- del modelo turístico en Gran Canaria. Conseguir un escenario que promueva el interés y el apoyo a la renovación o re-creación del destino:
Guía de Carmen Laforet. 1961
  • Infraestructuras de calidad en todos los equipamientos y alojamientos -de todas las categorías-, donde se realizan algunos esfuerzos pero insuficientes.
  • Lograr el mayor gasto del turista en el destino y aumentar (sin temor) ese triste 20% que se queda en las islas.
  • Promover y potenciar los recursos y productos propios, desde el sector primario al industrial.
  • Desarrollar la actividad económica del turismo más allá del alojativo y el comercio.
  • Promover la convivencia provechosa y armoniosa entre el turismo y los residentes.
  • Mejorar la formación y concienciar a los jóvenes de que los trabajos que se generen en el sector son –casi- sus únicas oportunidades para evitar la diáspora.
  • Dar salida a una juventud que pide desarrollar sus potencialidades en un territorio en el que el turismo es más de un tercio del PIB, el empleo y la recaudación de impuestos. El canario tiene más de un tercio de su ADN cargado de turismo. Generación tras generación, ha convivido con el viajero y el visitante y conoce sus sueños.
  • Recuperar la ilusión por el turismo como inagotable espacio creativo y de enormes efectos positivos para la comunidad.

Todas estas mejoras son demandas ya conocidas. Unas ‘Tablas de la Ley’ históricas en el sector turístico. Pero desde que la Administración se fijó en el turismo y creó el Ministerio de Información y Turismo en 1962 (hasta entonces la política turística nacional se reducía a patrocinar encuentros eucarísticos). A partir de ahí el desarrollo administrativo y político se centró casi exclusivamente en el marco normativo, los organismos y entidades instrumentales, la institucionalización de la promoción y la creación de algunas infraestructuras, con un trabajo intenso pero insuficiente y no del todo exitoso a la vista de los resultados.

En este proceso se han elaborado e implantado leyes urbanísticas, medioambientales, laborales, educativas, turísticas... Se han profesionalizado los equipos. Se ha invertido muchísimo en establecimientos hoteleros y comerciales. Pero no ha habido una visión ni un proyecto de cambio de modelo, con medidas que pongan fin o cambien la dinámica que nos conduce a la masificación y monopolio/oligopolio del turista por turoperadores y empresas que apuestan por el todo incluido para obtener hasta la última moneda de cada turista.

El turismo es la industria muy compleja porque el producto es la propia experiencia del turista/cliente. Pero la industria ha olvidado la necesidad de prever el cambio y la evolución permanente de la oferta, del modelo. Un cambio que no puede imponerse ni exigirse desde una administración que también se resiste al cambio, aunque puede y debe continuar con las políticas de promoción, formación, inversión, modernización, etc. Acciones que se contagiarán del proceso de cambio porque les abrirá nuevas posibilidades y oportunidades.

Ahora –y sin demora- hemos de estudiar las necesidades y debilidades que hemos de afrontar imperiosamente y aplicar el conocimiento que nos condujo al éxito en la proyección y creación del destino cuando sólo teníamos ilusiones. Volver a ser un destino inigualable, una experiencia única para los sentimientos gracias al esfuerzo colectivo que protagoniza el isleño cuando tiene un objetivo en el que todos somos necesarios, lo cual lo complica hasta extremos casi inalcanzables. Pero es necesario recuperar ése espíritu que surgiría en dos momentos y dos figuras clave, gracias al genio de Néstor Martín-Fernández de la Torre y su discípulo César Manrique. Ése ha de ser el proyecto. Captar la sensibilidad y animar la capacidad creativa del isleño, que veamos en el turista un alumno que puede pagar porque le eduquen y le enseñen el motivo de la felicidad en las Islas Afortunadas. Y que ése turista –más de tres millones cada año- diga al mundo lo que Homero afirmó hace 2800 años.

Sólo así podremos pensar, con los medios que tenemos en la actualidad en lo que podemos ser y hacer con el turismo.

lunes, 23 de noviembre de 2015

De rones y turistas

Olfateando los aromas destilados. Foto: Octavio Kraus.

Estos días he estado roniando -literalmente- con dos empresas que no sólo producen la bebida de los trópicos por excelencia, sino que también se han convertido en un elemento dinamizador del turismo gracias a la calidad e inventiva que aplican a sus respectivos destilados de caña de azúcar. Uno tiene el reconocimiento como el 'ron de la juventud' y de mayor penetración en el mercado español. El otro ha ganado en varias ocasiones la medalla al mejor ron del mundo y ya no se presenta más, por el momento.

Primer estuve con Rafael Méndez, director de Destilerías Arehucas, con vistas a desarrollar un proyecto en el que su empresa quiere colaborar y que trata del reconocimiento a un miembro de una saga aruquense que fue protagonista de una de las más importantes hazañas del turismo mundial. Sin embargo, tras la reunión tuvimos un momento para reflexionar sobre la importancia turística que tiene la 'fábrica de ron' para Arucas como una de las visitas más demandadas y consolidadas en Gran Canaria. Dentro de la bodega, además del ron que es lo que atrae a los turistas, nos encontramos con una verdadera galería de arte y de historia, con cientos de barricas ilustradas con la firma, dibujos, frases o recordatorios del paso por esas instalaciones de personalidades relevantes. Entre otros, artistas, políticos, deportistas, científicos... Todos unidos por el ron... De Arucas, claro. Pero, coincidimos que ya es hora de hacer de este recurso algo singular y documentarlo en un catálogo que pueda recoger el importante patrimonio que atesoran esos envases de madera que guardan el ron con una obra de arte, una frase o una firma que compite en calidad y atracción con el jugo de la melaza.

Al día siguiente acudí a una cata organizada por la distribuidora Diageo para dar a conocer (¡Ninguno de los presentes lo desconocía!) el ron Zacapa, con su inseparable distintivo 'anillo' de hojas de palma y caña con trenzado artesano, una sencilla figura que permite dar trabajo a 90 mujeres de cuatro aldeas muy pobres de Guatemala como ejemplo de responsabilidad social de la empresa con una medida no espectacular pero de gran impacto para las nativas de esos pueblos y su sostenibilidad. Lo cierto es que todo lo que gira en torno a este ron tiene su historia y motivaciones. Los aromas que se consiguen gracias al destilado, a los barriles que vienen de ser apartados de bodegas de montillados andaluces, o la conservación en almacenes a distintas alturas en los montes guatemaltecos dan lugar a un producto que ha logrado prestigiarse en el mundo. Lo cierto es que en una isla de tradición ronera, este producto ha entrado con fuerza desde que llegó hace una década y se ha convertido en una atrayente referencia para el país centroamericano.

Cabe recordar que la caña de azúcar y los molinos azucareros fueron llevados, como otras cosas (el plátano, las cabras, el aloe...) a América, donde se desarrollarían estos productos a otra escala. Pero bueno, ahí tenemos en el ron otro recurso turístico en auge, pero con moderación, tal como advierten las autoridades sanitarias.

martes, 10 de noviembre de 2015

Turismo y Cultura en el Parlamento de Canarias

Parlamento de Canarias.
El Parlamento de Canarias aprobó una Proposición No de Ley (PNL) por la que se pretende que el sector turístico colabore con el sector artístico y cultural de las islas. La prensa destaca que el sector turístico está llamado a ‘favorecer’ el mercado del arte y a cambio elevará la categoría de los establecimientos por la presencia de obras artísticas en sus complejos. Esta iniciativa presentada por Podemos con el apoyo de colectivos de artistas tiene muy buenas intenciones, pero si lo que busca es aplicar estas premisas podría suponer más un ‘castigo’ que una mejora.

El acuerdo unánime de la Cámara insta al Gobierno de Canarias:
  1. A propiciar un acuerdo entre el sector turístico y el sector cultural en su conjunto (creadores, productores, gestores, etc.), para favorecer la difusión, promoción y comercialización de su trabajo, de sus creaciones y producciones, en las instalaciones, centros, equipamientos y servicios propios del sector turístico de las Islas.
  2. A impulsar conjuntamente con los sectores implicados, las acciones destinadas a promover y distinguir prácticas adecuadas de apoyo, patrocinio y mecenazgo a las creaciones y producciones del sector cultural de Canarias por parte del sector turístico. Así como a las acciones emanadas desde el sector cultural de apoyo, investigación, creación y producción de creaciones, obras y servicios dirigidos al sector turístico.
  3. A potenciar mecanismos de participación de los agentes del sector cultural y del sector turístico para que puedan contribuir de manera efectiva a la estrategia que, desde el ejecutivo canario, se implemente para favorecer la sinergia y la colaboración entre ambos sectores.
  4. A convocar una mesa de trabajo para tal fin en el primer trimestre del 2016, en la que, entre otros, estén representados los artistas visuales canarios, las asociaciones de gestores culturales, galeristas y expositores de arte.
Aunque en estas líneas no se cita la compra de obras artísticas o la mejora de la categoría por incorporar esculturas o pinturas en los edificios, me temo que la PNL tendrá un recorrido complicado y polémico tanto para el sector artístico al que pretende favorecer como para el sector turístico al que apunta con una nueva modalidad de impuesto o exigencia económica que probablemente no aportará valor al producto ni al destino. Además abre muchas incógnitas para poder desarrollar la propuesta. Por ejemplo, a ningún empresario se le puede imponer la compra de una obra artística si éste prefiere (y en este caso sí sería un atractivo turístico) un Kandinsky, Picasso o Chagall... Y así otros condicionantes que no responden a la pregunta fundamental: ¿Qué valor aporta o retorno de inversión producirá una obra artística al establecimiento? Y del otro lado ¿No debe contemplar la PNL a otros sectores artísticos que también existen en las islas? Los músicos por ejemplo, esos que hace años tocaban en los establecimientos turísticos y que han sido apartados por una empresa foránea que ofrece espectáculos con chinos, eslavos y africanos (del continente). ¿Y los escritores? Otros ninguneados, como la editorial ‘horaantes’ que no logra apoyo empresarial ni institucional para divulgar entre los turistas a nuestros escritores. Tampoco olvidemos el apoyo a festivales, y eventos culturales (algunos con patrocinio de empresas turísticas). Y así muchos episodios de falta de entendimiento entre artistas y el sector turístico (no todos, claro) que no difiere del resto del mundo empresarial.

Aún así, los proponentes están convencidos de que el arte dará más valor y atractivo a los hoteles, pero la experiencia de los últimos 50 años nos demuestra que esa idea no es real. Algunos inversores incorporaron obras de arte en sus establecimientos, como el Hotel Oasis Maspalomas de donde serían retiradas y vendidas. Una tendencia de desvalorización de lo artístico que ha cambiado en los últimos años coincidiendo con el 50 aniversario de Maspalomas Costa Canaria. .Y es que la colaboración de artistas se inició gracias a la iniciativa de la familia condal, el arquitecto Manuel de la Peña y algunos más. Gracias a ellos, hoy día se pueden contemplar obras de arte en numerosos establecimientos.

Y ya que hablamos de artistas ¿se puede su papel en la sociedad? ¿Qué opinaban algunos de nuestros grandes creadores?:
  • Manolo Millares: “El arte no debe serlo porque agrade (que no andamos en tiempos de buenas digestiones ni de reír por tonterías) sino más bien porque duela rabiosamente”.
  • César Manrique: "Creo que estamos siendo testigos de un momento histórico en donde el enorme peligro del destrozo del medio es tan evidente que tenemos que entrar en una nueva responsabilidad con respecto al futuro”.
  • Néstor Martín-Fernández de la Torre: “Todos, absolutamente todos los canarios somos culpables de haber liquidado nuestro pasado. Tenemos el deber de reconstruirlo y exigir que todos colaboren a esta obra”.
  • Saulo Torón: “En este peñón atlántico / hay que juzgar de este modo: / o eres del todo romántico / o eres imbécil del todo…”
Este posicionamiento crítico refleja la postura de quienes imaginaron el espacio turístico para crear un modelo original, cuando el sol y playa no lo había invadido todo.

Por ello, espero que esta PNL no se encamine a una simple venta (impuesta) sino que promueva un cambio de mentalidad de los artistas y empresarios. Es por ello que los artistas han de re-crear el producto para hacerlo más rentable. Sólo así podrá interesar al sector turístico. Hay que demostrar que la cultura, el arte, implica mucho más que una estrella para elevar la categoría de un edificio y su valor. El arte es experiencia vital, incluida la actividad turística, como enseñaron Néstor y César.

Pero, no podemos pasar de largo que esta PNL sólo hace referencia al sector turístico, cuando todos los sectores deberían apoyar al cultural.

Puede que ese señalamiento al sector turístico tenga que ver con el falso tópico de que el sector es el más subvencionado. Pero la realidad es bien distinta. Las inversiones en hoteles sólo pueden acogerse a los llamados Incentivos Regionales (fondos europeos), con una ayuda de hasta el 5% a la inversión industrial en España (no sólo Canarias), que se amplió a los hoteles y recientemente se ha conseguido incrementar hasta un 20% si se trata de obra nueva o renovación. Esta subvención obliga entre otras cosas a:
  • Mantener la plantilla
  • Es sólo para alojamientos de 4 ó 5 estrellas
  • La ayuda es limitada a una cantidad anual
  • Los parques temáticos obtienen un porcentaje mayor de ayuda.
  • ...
Dicho esto… ¿Cuántos hoteles se han construido en Gran Canaria en los últimos diez años? ¿Cuántos parques temáticos en los últimos veinte años? Queda claro que esas ayudas no impulsan la construcción ni la reforma o modernización turística. Encima, algunos partidos y sindicatos insisten en implantar una tasa a los visitantes. Un suma y sigue a la subida en un 40% del IGIC, las tasas aeroportuarias, el laberinto y arbitrariedad de leyes, los impuestos a los combustibles o a las energías ‘limpias’ y veremos qué más trabas se le ocurren a nuestros gobernantes.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¡Es el turismo, estúpido!

Evolución del PIB.

La sociedad canaria tiene numerosas y graves preocupaciones. El paro y el incremento de la pobreza suponen un lastre para toda la comunidad y nos colocan peligrosamente al borde del abismo. Pero esta realidad tiene culpables con nombres y apellidos. Y es que en apenas 15 años hemos dilapidado el incremento del PIB per cápita de los canarios que ha pasado del 98% de la media en España a un 85,9%. Una diferencia que llega al 81% en comparación con la media UE28. Hemos pasado de casi equipararnos a la media de renta europea a volver a niveles de subdesarrollo (un 20% más pobres que la media europea), aunque no estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado en los que el PIB per cápita de los canarios apenas llegaba al 60% de la media europea y el analfabetismo era mayoritario en la población. Un milagro económico se produjo entonces y sacó a los canarios de la miseria en la que estábamos sumidos. Pero su mala gestión vuelve a amenazar a nuestra sociedad con variables alarmantes.

El milagro fue el turismo. Y algunos de los artífices más destacados de aquel boom económico fueron la familia condal, César Manrique, Manuel Fraga, Manuel de la Peña y Franz Josef Strauss. El condado por la puesta en marcha del proyecto Maspalomas Costa Canaria, a través de un Concurso Internacional de Ideas que revolucionó el turismo en Gran Canaria, una iniciativa que respondió al reto lanzado 25 años antes por Néstor Martín-Fernández de la Torre para este paraje. Manrique realizó la transformación de Lanzarote y su impacto repercutió en el conjunto de las islas. Manuel de la Peña hizo avanzar la arquitectura y el urbanismo turístico como nunca en estas tierras. Manuel Fraga sentó las bases del desarrollo turístico español y toda la estructura normativa y administrativa para tal fin partiendo casi de la nada. Y Strauss hizo posible la inversión de capital alemán en el territorio español tan necesitado como estaba de dinero.

Han pasado cincuenta años en los que los cambios, bonanzas y crisis vividas, nos permiten reconocer una realidad incuestionable. Sin el turismo, estas islas estarían abocadas a la miseria. Y, de paso, añado otra conclusión: las administraciones públicas han ocasionado al sector más daño que beneficio, consiguiendo que hoy día sea una actividad complicada para invertir y con una rentabilidad en el territorio muy por debajo de sus potencialidades.

Lo más grave, aún, es que el autogobierno se ha valido de las competencias asumidas (en particular la ordenación territorial, el turismo y la fiscalidad) para perjudicar a la que en los años setenta y ochenta era la isla que mayor número de turistas atraía y más inversión generaba: Gran Canaria. Y hay quien afirma que consideraron necesario en el Gobierno de Canarias (etapa del 'Pacto de progreso' 1983-87) frenar el crecimiento de esta isla para evitar un distanciamiento con el resto. Hoy día hay una isla que supera en turistas, camas, e infraestructuras al resto gracias a ese intervencionismo...

Asimismo, se apostó por un modelo de integración en la Unión Europea que beneficiaba a un sector sobre el resto: el sector primario, confiando que dicho Protocolo permitiría contar con un sector agropecuario e industrial con posibilidad de crecer. El resultado no puede ser más desalentador: sin ayudas europeas desaparecería y, encima, con ayudas europeas tan sólo significa para Canarias el 1,5% del PIB y el 2,1% del empleo en el caso del sector primario y el 3,7% del PIB y el 1,4 del empleo en el caso del sector industrial manufacturero. A todo esto, ¿qué sería de esos dos sectores si no tirara de la economía canaria el turismo? Porque sólo el turismo y hostelería (directamente) supone el 31,4% del PIB y el 35,9 del empleo en Canarias. Unas cifras que se multiplicarían si incluyéramos los empleos y actividad económica indirecta y, sobre todo, si sólo se incluyera la provincia oriental. Además, el sector turístico atrae inversión, mientras que los otros sectores dependen de subsidios europeos.

Y, a pesar de que el turismo es la actividad principal de nuestra economía, se trata del sector peor tratado y peor gestionado en los presupuestos de las distintas administraciones, con políticos que intentan ocultar una realidad dramática con cortinas de humo que sólo buscan hinchar la ocupación de los aviones y los complejos turísticos a cualquier precio, incluido el de la destrucción del sector turístico a corto y medio plazo.

Ahora mismo, tenemos los niveles más altos de desempleo en Europa, triplicamos el desempleo juvenil de la media europea, el índice de pobreza mayor, el porcentaje más elevado de embarazos no deseados, la más penosa valoración del informe PISA de fracaso escolar, el crecimiento del analfabetismo entre las jóvenes. Esta juvenilización de la pobreza (paro y analfabetismo) augura un futuro inmediato muy negativo.

Pero en esta latitud seguimos pensando en parajitos preñados. Se habla de apostar por la agricultura canaria, por la industrialización y por la conversión de este territorio en una especie de Sillicon Valley europeo. Y así año tras año, presupuesto tras presupuesto, derrochando miles de millones de euros en políticas que nos llevan a la situación actual: Más del 30% de desempleados. Más del triple de la media europea. Y a todo esto, ¿qué hacen los políticos con el dinero que recaudan para sacarnos de este atolladero? Un ejemplo: más del 30% de los impuestos que se recaudan en Canarias vienen del sector turístico. El presupuesto de la Comunidad Autónoma sólo dedica un 1,25% de su presupuesto a este sector. Otra cosa, que ya he comentado en algunas ocasiones, es si ese gasto sirve para algo. Parece que las cifras ya se han encargado de responder…

miércoles, 7 de octubre de 2015

El Bentayga encendido

El roque iluminado y foto de López Frías.

El Ayuntamiento de Tejeda ha realizado la instalación de una infraestructura para iluminar de forma ocasional uno de los principales símbolos geológicos e históricos de Gran Canaria, el Roque Bentayga. Un monolito de origen volcánico que sirve de referencia para imaginar el origen de uno de los más impresionantes del mundo, la caldera de Tejeda, que se originó por el hundimiento o derrumbe del edificio volcánico y el posterior y constante proceso erosivo de aquel enorme volcán. El resultado actual es un paisaje sobrecogedor, una “tormenta petrificada”, como lo bautizara Miguel de Unamuno acertadamente.

Asimismo el entorno del Bentayga, la sierra donde se encuentran las Cuevas del Rey y El Camello, acoge antiguas viviendas trogloditas singulares y que forma parte de uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la isla. Un lugar que pudo tener además connotaciones religiosas para los antiguos canarios.

Pero, desde hace unos días, se realizan pruebas para resaltar en determinadas ocasiones el roque sagrado con una iluminación del conjunto del Bentayga. Una decisión que ha suscitado la crítica de algunas personas que reclaman un estudio de impacto ambiental (espacio natural protegido y Bien de Interés Cultural) para valorar si esta intervención en el lugar produce un impacto que pueda afectar a los bienes protegidos y, por tanto, prohibir o autorizar al Ayuntamiento la realización de esta iniciativa.


Pirámides iluminadas.

Varias son las cuestiones que habrá que tener en cuenta para valorar el impacto de la iluminación sobre el roque.

Como monumento natural, supongo, tendrá más o menos los mismos criterios que un monumento cultural o arquitectónico, y ahí tenemos la iluminación de iglesias como la de Teror o la catedral de Santa Ana, el Castillo de La Luz y otros edificios singulares, o incluso cruces y cristos como el de Artenara. Asimismo, respecto a los valores naturales del entorno, habrá que comprobar si esta actividad afecta a alguna especie de fauna.

Como impacto o contaminación lumínica, habrá que valorar si esos focos sobre las paredes del roque limitan la visión del callejero celeste. Asimismo, se debería analizar la huella de carbono (los gases de efecto invernadero que se originan para producir la electricidad necesaria para que se pueda iluminar el roque). Además, en ambos casos, habría que preguntarse si se ha actuado con igual preocupación con la sorprendente luminosidad de las pistas agrícolas de la isla, cuya proliferación llama la atención por su densidad lumínica para poblaciones anecdóticas teniendo en cuenta que no suelen salir de noche por esos parajes casi deshabitados.

Cataratas del Niágara, iluminadas de colorines y heladas.

En cuanto al impacto económico o turístico de la iluminación del Roque Bentayga, dudo que esta iniciativa atraiga a más turistas a la zona cumbrera, si bien los que están por ahí en esas noches podrán disfrutar de un singular espectáculo añadido a uno de los cielos más bellos y limpios del planeta, aunque los numerosos seguidores de la observación astronómica no ven de buen grado el supuesto impacto lumínico que podría producirse, aunque ya se ha advertido que esta instalación o estará encendida todas las noches del año, sino en determinadas ocasiones.

En este sentido, habría que ver qué se hace en el mundo respecto a la iluminación de iconos naturales, arquitectónicos o monumentales. Y por lo que se puede comprobar, estamos ante una actividad muy habitual en el planeta. Ya no sólo se ilumina en la noche un edificio o un monumento como la Torre Eiffel, las pirámides de Egipto o El Coliseo romano y el Partenón de Atenas… La iluminación se ha convertido en un espectáculo de color, movimiento e, incluso, efectos especiales que evolucionan  para dar lugar a técnicas espectaculares como el video mapping y que producen verdaderas obras de arte sobre cualquier superficie.

Jameos del Agua iluminados de noche.


Particularmente, tampoco me parece acertado el espectáculo de luces de colores que se proyectan sobre las cascadas del Niágara, tanto cuando cae la inmensa manta de agua como cuando ésta se ha congelado por las temperaturas gélidas del invierno. Me parece más una sala de baile de fiebre del sábado noche que el efecto cautivador y artístico que lograron César Manrique y sus colaboradores (Jesús Soto, Ildefonso Aguilar, etc) en las galerías volcánicas de la Cueva de Los Verdes o Los Jameos del Agua, donde no afectará a los cangrejos ciegos, aunque puede que sí a su piel no acostumbrada a tanta luz.

Por lo tanto, antes de juzgar lo que desea hacer el Ayuntamiento de Tejeda, creo que deberíamos conocer mejor el proyecto. E incluso, deberíamos saber si esta idea atraerá muchos vehículos a la zona, ya que puede que sea más grave el impacto de las luces de los vehículos particulares que acudan a ver el Bentayga encendido que las propias luces que apunten al roque…

domingo, 4 de octubre de 2015

Turistas o tornillos

Imagen 'kitsch' del turismo de sol y playa de Gran Canaria.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en su discurso de celebración del 40 aniversario del Patronato de Turismo de Gran Canaria defendió la apuesta de su grupo de Gobierno por un cambio profundo en el modelo turístico de Gran Canaria. Morales planteóió un turismo sostenible que cambie el rumbo iniciado en plena dictadura, un momento histórico en el que la sociedad vivió con impotencia los últimos fusilamientos del franquismo y la posterior transición a un estado democrático y de amplio autogobierno. Sin embargo, señaló Morales, sobreponiéndose a esas circunstancias y profundas transformaciones se ponía en marcha el primer organismo para la promoción turística, en cuyos principios fundacionales se resaltaba el papel del turismo para los canarios, recitando las palabras que el propio Lorenzo Olarte, impulsor del Patronato Provincial, dijera hace cuatro décadas en el acto inaugural de aquella aventura del Patronato: “uno de los factores es, con la benignidad del clima, la belleza y diversidad del paisaje, cuyas peculiaridades especialísimas conforman un criterio de personalidad diferenciada. Esos rasgos naturales buscados siempre por el turista, no siempre son hallados y nuestra responsabilidad es descubrirlos y preservarlos. Pero debemos tener muy presente que la conservación del paisaje no es exigencia impuesta por el mero afán de dar satisfacción al turista, sino que constituye un deber de la comunidad para transmitir a las generaciones sucesivas toda la riqueza del medio natural, estimando el axioma de que conservar no está reñido con gozar y utilizar esa riqueza por parte de un pueblo que es su legítimo usufructuario”.

Morales refrendó estas palabras ante numerosos representantes del sector para afrontar las amenazas que acechan al sector y promover un nuevo escenario de éxito para el turismo en Gran Canaria. Un cambio que podría abrir muchas oportunidades para que los beneficios del turismo se extiendan a toda la sociedad.

Pero no hemos de olvidar que han transcurrido apenas cinco años desde que el turismo en Canarias estuvo al borde del colapso, con ocupaciones por debajo del 40% mientras la mayoría de las empresas intentaba ‘mantener el tipo’ con plantillas sobredimensionadas para aquella angustiosa realidad. Ha pasado un lustro y, a pesar de ver claramente las causas y la necesidad de un cambio de modelo, no se han tomado decisiones para evitar que vuelva a producirse.

Además de esta amenaza, seguimos sin conseguir que la ‘industria’ turística logre incrementar el gasto en el destino de manera satisfactoria para que podamos llamar con razón al turismo el ‘petróleo’ de Canarias o la ‘locomotora’ de su economía.

Es cierto que los excelentes resultados en los últimos años del turismo alivian la crisis que padecemos con terribles niveles de desempleo, emigración y pobreza. En 2014, según el Estudio de Impacto Económico del Turismo, Impactur, el turismo aportó el 31,4% del PIB de Canarias, el 35,9% del empleo y el 30,4% de los impuestos recaudados (y probablemente serán mayores estas cifras). Pero esos resultados podrían ser mucho mejores si los millones de turistas que nos visitan realizaran más gasto con el que impulsarían empresas creativas para que el turismo se convierta en una auténtica industria diferenciada de las que fabrican tornillos o embutidos. Una actividad que lidere el I+D+i+c (añado una +c que reivindica el Conocimiento, la experiencia, el ADN turístico que los grancanarios tenemos).

Esos turistas que vienen actualmente son prestados. La crisis de los destinos mediterráneos por las frustradas primaveras árabes, nos ha enviado un ingente número de turistas, pero seguimos ofreciéndoles lo mismo que hace 6 años cuando dejaron de venir: un destino de sol y playa. Nada más, nada menos y muy poco rentable porque ni podemos vender entradas para ‘coger el sol’ ni podemos emitir pasajes para nadar o ‘sebar’ olas en la orilla de la playa. Tan sólo, siendo realistas, podríamos calificar nuestra ‘industria’ u oferta como una gran posada. Un destino que sólo ofrece cama, comida, algo de comercio y poco más.



Pero volvamos al discurso. A esa nueva oportunidad que quiere cambiar el ritmo o rumbo. Actualmente disponemos de una herramienta promocional perfeccionada y se ha avanzado en la eficiencia y la modernización de la oferta alojativa. Pero hace falta otras medidas para lograr lo que otros destinos como Baleares (limitado por la estacionalidad) que nos supera en aportación del turismo al PIB y en el empleo, según refleja Impactur.

Ante esta realidad el Cabildo quiere evitar la pérdida de liderazgo turístico. Pero cuáles han de ser los objetivos y cómo recuperar el espíritu y creatividad de aquellos que convirtieron Canarias en el destino preferido por los europeos.

Aquellos visionarios hicieron posible etapas brillantes como el auge del turismo de salud (grandes y lujosos hoteles, balnearios, primer club de golf de España, que atrajeron personas de muy alto poder adquisitivo); o cuando llegaba el turismo burgués y Néstor soñaba con convertir la ciudad en un Saint Tropez atlántico (con sus creaciones: el Pueblo Canario, Parador de Tejeda, Casa del Turista, el tipismo y otras ideas); o la ciudad del turismo que propició el concurso internacional de Maspalomas promovido por la familia condal.



Logos utilizados por el Patronato en sus 40 años.


El Patronato en sus orígenes tenía otra composición. Contó con el apoyo de numerosas personas de la sociedad civil. De hecho, hasta entonces el papel promocional lo realizó como pudo esa sociedad civil a través de la Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, el Sindicato y su posterior conversión en Centro de Iniciativas y Turismo. Etapas e instituciones en las que Néstor y otros grancanarios marcaron su impronta. Lamentablemente, en 1975 no contábamos con un Néstor Martín Fernández de la Torre, pero esperábamos que César Manrique se sumara a la transformación turística de Gran Canaria, pero en esta isla no realizó ningún proyecto. Aún así se dio forma a la primera institución de promoción con apoyo institucional, presupuesto, profesionales de forma estable y con posibilidad de trabajar a medio y largo plazo. Aún así, cada cuatro años se producirían cambios de dirección y criterios, según el resultado de las elecciones.

Volviendo a las palabras del Presidente del Cabildo y de la presidenta del Patronato, Inés Jiménez, habría que frenar el divorcio entre la sociedad civil y el turismo. Asimismo, habría que rentabilizar más el turismo y distribuir esa riqueza que se obtenga y favorecer el desarrollo de nuevos productos y servicios que superen las expectativas de un destino de sol y playa. Pero hay un aspecto fundamental a incorporar en este nuevo paradigma que es el lema planteado por el propio Néstor, al exigir que “hagamos de la vida una obra de arte” y que su discípulo, César, también defendiera como “Aplicar el arte a la vida”. Ellos querían crear un producto tan potente o más que el sol y playa con nuevas experiencias que animen a desplazarse al turista 5000 kilómetros sin pensar si hay ofertas de otros destinos de sol y playa a mitad de precio.

Actuales 'visiones' de Gran Canaria.

Para ello, debe continuar la promoción, pero los responsables políticos y los expertos han de mirar hacia atrás y entender qué motivó el éxito. Y volver a intentarlo, con el apoyo de todos. ¿O es que no podemos adaptar la visión de Néstor/César al momento y a los recursos que la tecnología, las comunicaciones, o el nivel educativo y de bienestar que los ciudadanos del siglo XXI tienen y demandan?

domingo, 27 de septiembre de 2015

Destinos turísticos canarios, la confusión injustificable

Pantallazo de la polémica web.
La promoción turística de Canarias es competencia del Gobierno Autónomo. Para ello, cuenta con una empresa pública, Promotur, que tiene entre sus cometidos la organización y financiación de campañas, participación en ferias y la elaboración y mantenimiento de plataformas o soportes de información y publicidad de la "marca destino Canarias", sus productos y recursos turísticos.

Desde hace un año tiene publicado en uno de sus portales una sección dedicada a las playas de las islas y su desglose isla a isla, con la imagen en todas ellas de la playa de Las Canteras. Por lo tanto, si quieres ver las playas de Tenerife o La Gomera te aparecerá como imagen de cabecera una vista del Confital, la Cícer y otros símbolos naturales de Las Palmas de Gran Canaria. Esta imagen se ha convertido en una polémica constante entre los responsables de Promotur y diferentes sectores de Gran Canaria. Un enfrentamiento que surge y se desvanece periódicamente.

Pero, lejos de evitar este uso inadecuado, la responsable de Promotur defiende la utilización de la imagen porque, afirman, querían mostrar una playa familiar y de arena rubia como parte de la iconografía o imaginario del turista que quiere venir a Canarias. Y, según sus declaraciones a la prensa, en vez de recurrir a una foto de esas que se venden de cualquier playa del mundo, prefirieron poner una de las islas. Algo similar ocurre con la sección de museos, con la Casa de Colón del barrio de Vegueta como imagen de cabecera. Justificable también, pero un despropósito si entras en la página de La Gomera y te encuentras con la construcción canariona y no aparece ni la Torre del Conde...

Viñeta de Montecruz parodiando el criterio de Promotur.
Sin embargo, esta postura no soluciona el problema o los problemas que origina, principalmente, entre los grancanarios dado que consideran inadecuado el uso de uno de sus símbolos naturales más preciados. Y es que creo que los responsables de Promotur no han dado las respuestas que la mayoría de la gente se plantea:
  • ¿Es tan difícil conseguir que cada página o sección de un portal o web lleve una foto elegida por los responsables de sus contenidos?
  • ¿Cuánto cuesta el portal pagado con el dinero de todos los canarios y de dónde es la empresa que lo ha realizado?
  • ¿Cuánto costaría corregir el programa de gestión de contenidos para modificar las fotos?
  • ¿Lo puede hacer una empresa o un programador canario por el mismo precio o menos?
  • Y, para que puedan imaginarse la indignación que ha provocado en Gran Canaria… ¿qué pasaría si esa respuesta la diera Viajes Halcón o las revistas de viajes que una y otra vez colocan la foto de Las Canteras para vender billetes y reservas hoteleras en otras islas? ¿Es el mismo argumento ofrecido por la responsable de Promotur válido para esas empresas? Pues sí, si se quiere engañar a la gente.
  • O para rizar el rizo ¿Cómo reaccionarían en Tenerife si el Teide fuera la imagen que ilustrara la página de la riqueza volcánica de Gran Canaria? ¿Y los grancanarios no se ofenderían si no se publicara la imagen del pico y caldera de Bandama?

Promotur ha demostrado con esta (y otras actuaciones) que pueden equivocarse, salvo que haya sido una decisión premeditada. Pero no se entiende cómo la representación social en el Consejo de administración de la empresa pública (patronales, patronatos insulares, otras consejerías…) no debaten esta y otras decisiones y acciones de la empresa. Una empresa de la que depende el principal sector de la economía canaria, con más de 420.000 camas turísticas que producen 13.000 millones de euros anuales de ingresos, la actividad turística representa el 31,4% del PIB de Canarias, el 35,9% de su empleo, y aporta a Canarias uno de cada tres euros que recauda en impuestos.

Y es que es discutible que podamos llegar a los potenciales clientes utilizando dominios en internet tan poco atractivos, usables, intuitivos y esclarecedores como ‘brilloterapeutas’ o ‘latituddevida’, o en el caso de la página que utiliza Las Canteras como referente para cualquier isla, la dirección tiene por título ‘holaislascanarias’ que podría confundirse perfectamente con la edición regional de la revista del corazón más que con un portal de promoción turística.

Esa errática búsqueda de gancho, claims, referencias o lo que sea, tiene un altísimo coste para sustituir la originalidad y el impacto de una creatividad acertada, ya que tendrá que hacerse un esfuerzo mucho mayor en promoción de esa plataforma más que del destino.

Imagen de la campaña para promocionar el turismo interior.

Tampoco han sido muy acertados en la campaña ‘a ver qué carita se te pone’ para promocionar el turismo interior, tanto en la frase como en el uso de las imágenes que se han utilizado, muy poco atractivas e, incluso, contrarias a los interses del sector de un producto como es el golf, con el uso de un modelo que más que atraer usuarios a ese deporte podría provocar todo lo contrario.

domingo, 20 de septiembre de 2015

El impacto del turismo en el PIB canario, un estudio a mejorar

Desde hace varios años se viene publicando el Estudio de Impacto Económico del Turismo (Impactur), pero a mi entender es un documento que bien podrían intentar hacer algo más práctico para un sector que representa la principal actividad económica del Archipiélago Canario. Sin duda, se trata –o debería- del informe que aporta los datos fundamentales para conocer dónde fracasamos y dónde deberíamos realizar nuestros esfuerzos para que el turismo sea un verdadero sector de desarrollo en todos los sentidos, ya que nos dice cuánto gastan, cuántos vienen, cuántos empleos se originan y cuánto se invierte... Pero presenta grandes lagunas y requiere un análisis más profundo que mejore la calidad de la información y le dé un sentido práctico. De ahí que me extrañe el silencio de todos los operadores: patronales, patronatos, sindicatos, periodistas… Ante un estudio tan importante para nuestra comunidad.

Yo tampoco le presté atención en su momento. Lo reconozco. Los titulares eran obvios y triunfalistas para contentar a todos en momentos en los que andamos huérfanos de buenas noticias. Por eso no me fijé en el detalle, en la letra pequeña. Pero, casualmente, preparaba hace unas semanas una conferencia sobre la historia del turismo en Gran Canaria cuando me vi necesitado de actualizar datos sobre variables como PIB turístico, empleo, gasto… Y recurrí para ello al documento Impactur elaborado por el Gobierno de Canarias y el organismo ‘Alianza para la excelencia en turismo’. Al releerlo con detenimiento, me encontré con un documento que adolece de diversos defectos que han de ser corregidos:

  • Contenidos mejorables y ampliables.
  • No se hace contextualización correcta de la situación política y económica.
  • No se desarrolla el estudio en la realidad insular, dado que las diferencias entre islas son abismales y la valoración global del archipiélago da lugar a una interpretación errónea para los diversos destinos.
  • Se ofrecen comentarios de análisis contradictorios.
  • Completar la herramienta para que pueda servir a los intereses de las distintas islas y, por ende, de Canarias.


Como ejemplo de esas mejoras que podría ofrecer el Impactor, tenemos que el resumen del estudio comienza obviando los antecedentes de la actividad motivo de análisis: el sector turístico canario. Un sector que padece la crisis del modelo en el que sustenta: el turismo de sol y playa, cuya decadencia evidente arrancó a comienzos del siglo XXI, si bien con diferencias entre las islas. Y es que Gran Canaria es la primera en entrar en declive (descenso de turistas y sobreoferta) en 1998/99, mientras que Tenerife inicia su descenso en 2001. En cuanto a Lanzarote y Fuerteventura, el declive comienza en 2003, si bien la llegada de turistas en estas islas presentaba crecimientos más moderados pero continuados.

Así, tenemos que el estudio se refiere a datos de 2008 a 2014, un período que es difícil de calificar, dado que hay acontecimientos previos que han influido en la evolución del turismo en las islas, en España y en el mundo, como la moratoria turística en Canarias o los atentados del 11S de 2001 en Nueva York, o los del 11M de 2004 en Madrid. A todo ello, se suma la crisis económica o gran recesión que se originó con el estallido de la (o las) burbuja inmobiliaria en EEUU y arrastró a las economías de todo el mundo. Esta crisis pudo suponer la puntilla para un sector turístico que rozó el hundimiento absoluto en 2009 en las islas de no ser por las ‘primaveras árabes’ que hicieron el milagro de desviar (desde entonces y hasta hoy día) los turistas europeos de los países mediterráneos competidores del ‘sol y playa’ a Canarias.

Puestos a revisar los datos de Impactur, nos encontramos con que nos dicen que el turismo es la ‘locomotora’ de la economía canaria en los últimos cuatro años (2011-14, incluidos) si bien la gráfica refleja que no estamos ante un crecimiento continuado, sino ante una serpiente de curvas pronunciadas al alza y a la baja que nos marca crecimientos del PIB por encima del 5% y en medio caídas del 1,2%. No destaca el comentario oficial que el PIB turístico en millones de euros no ha recuperado el dato de 2008 (12.623 millones) hasta 2014 (13.032 millones), tras mantenerse seis años por debajo del ‘logro’ del primer año de crisis.

Concluye también el informe que se produce un “incremento del peso del turismo en el conjunto de la economía canaria desde el 30,8% de 2013 al 31,4 con que cerró el año 2014, debido al menor dinamismo de la economía de la comunidad” lo que dicho en otras palabras -y siendo realistas-, significa que la caída de otros sectores aúpa al turismo a convertirse en monocultivo.

Acto seguido, se destaca que “desde 2009 el turismo ha venido incrementando continuamente su presencia en la economía de las islas hasta situarla 4,2 puntos por encima de los niveles del peor año de la crisis”. Suponemos que se referirá a la crisis económica, pero nos resulta demasiado cómodo limitar el análisis a un acontecimiento que no hace sino profundizar en las contradicciones del destino de sol y playa canario, agravadas por una inestabilidad política global (y que no decae).

Igual argumentación se utiliza en torno al empleo que genera la actividad turística, al señalar en esa montaña rusa que ofrecen las gráficas, así como la mejora de la percepción del sector por las siguientes causas: un “incremento de la actividad, la mayor confianza empresarial sobre la solidez de la recuperación y mejora de los márgenes de las empresas directamente relacionadas con la actividad turística”. Muy llamativo este lenguaje cuando resulta que en 2014 el sector turístico tenía menos empleados en las islas que en 2008. Probablemente habría que cruzar también el dato del número de camas ofertadas, sobre todo en Gran Canaria donde el ejecutivo canario se ha empeñado en impedir el desarrollo de hoteles de cuatro estrellas mientras salen del mercado miles de camas de apartamentos residencializados. Sin embargo, si al número real de empleados en el turismo le cruzamos la tabla sobre el total de empleos en Canarias, ahí sí que vemos cómo desde hace cuatro años el número de empleados en el turismo se distancia del conjunto de la población empleada y supera la tasa que había en 2008. Basta mirar el resultado absoluto para comprobar que ese incremento no es porque haya más empleados en el sector, sino porque apenas quedan empleados en los otros sectores productivos.

Los últimos datos se refieren al gasto turístico, con cifras poco alentadoras, al situar en 78,8 euros el gasto medio diario en destino del turista extranjero (que es un ingreso que no hay que despreciar, por supuesto), mientas que no se aporta la cifra del turista español. Por todo ello, nos encontramos con cifras positivas por el papel del turismo en el PIB (el triple que el de la media española, pero sólo un 75% en comparación con Baleares que es el ejemplo con el que deberíamos compararnos) y en el empleo (más del triple que la media española y apenas por encima de la de Baleares, y eso que el turismo en el archipiélago balear tiene un enorme componente estacional).

Tras escribir estas líneas sobre el documento resumen (no se ha publicado el informe completo), me leí el documento ampliado del año anterior (referido a 2013) de unas treinta páginas que sí está disponible. Para no cansarles, les diré que me llamaron la atención varias contradicciones:

Al calificar de ‘locomotora’ económica al sector turístico, se afirma que tiene una capacidad de arrastre sobre la actividad en otras ramas productivas. Curiosa declaración cuando la caída de los demás sectores es contante en el periodo analizado y, además, en casos como el de Gran Canaria agravada por la parálisis administrativa de proyectos de hoteles, puertos deportivos y demás… Ya sea por la falta de planeamiento, el exceso de planeamiento, los pasos de Colón o la exigencia de 5 estrellas a cualquier nuevo establecimiento hotelero.

De hecho, el informe no recoge cuántos hoteles, parques temáticos o centros comerciales se han construido. Tampoco se habla de la reducción de las inversiones en infraestructuras (segunda pista aeropuerto, carreteras, potabilización o depuración de aguas ) ni se cuantifica y analiza la venta de apartamentos y bungalós y la salida (o no) de éstos del mercado turístico, o la pérdida de valor de los establecimientos; ni el impacto del aumento de impuestos autonómicos o estatales… Variables que perfeccionarían muchísimo este modelo de análisis.

También (en el informe sobre 2013) se afirma que en ese año creció el sector turístico gracias al turismo canario… Un dato que ayuda a frenar el impacto negativo de la caída del consumo turístico de los extranjeros y, sobre todo, la reducción del gasto turístico de los peninsulares. Supongo que con tal caída de consumo, es obvio que el estudio destaque lo limitado que fue el traslado de la mejoría del turismo a otras ramas de actividad, ya que la ‘locomotora’ ha sufrido la mengua de “márgenes empresariales y la continua necesidad de ajustes de costes”. Y es lógico, aunque no lo diga Impactur: ante un sector empresarial desunido, los turoperadores consiguen rebajas al límite de la rentabilidad. Aún así, el informe elogia la creación de empleos indirectos gracias al turismo, afirmando que por cada 100 empleos directos se generan 41,7. ¿Y a nadie le interesa saber o profundizar en el por qué no conseguimos más gasto en destino y más empleos directos e indirectos?

De hecho, en el apartado sobre la demanda turística está la clave. La tabla representa que el consumo turístico de peninsulares y extranjeros alcanza el 70% y el de residentes el 16,6% del total del consumo realizado... La inversión privada y pública apenas supone el 16% del impacto económico. Y la conclusión es lógica: si el sol y la playa es gratis ¿cuánto y en qué gastan los turistas en las islas? Pues sólo en comer, beber y alguna cosilla que se compren a lo que habría que sumar algunas visitas a algún lugar perdido o museo. Pero lo peor es que la inversión privada y pública mantiene una caída permanente durante los años que este estudio analiza, o lo que es lo mismo: ya no se le echa carbón a la caldera de la ‘locomotora’. Aunque el Impactur echa voladores al cielo al indicar que la caída de la inversión privada y pública se ralentiza (que no significa que suba, sino que ya no cae tanto) porque “hay más confianza aunque se mantiene todavía condicionada por la falta de acceso al crédito”…

Entre 2008 y 2013 se afirma que hay un crecimiento interanual de pernoctaciones, mayor gasto diario en destino (aunque sea sólo de un 1,1%) y otras florituras, pero no deja de ser contradictorio el informe, sobre todo cuando se analiza el gasto por países de procedencia, ya que Alemania e Inglaterra son con diferencia los que más turistas traen, pero a su vez son los que menos gasto por persona en destino realizan. No así el caso de los rusos, que debería ser estudiado aparte y también explicarse cómo es posible que se dirijan casi exclusivamente a una isla.

Termino hablando de la inversión turística. En el ámbito privado, la mitad se ha destinado a hoteles y similares, fundamentalmente a la reforma y modernización. El siguiente epígrafe en importancia es el alquiler de transportes (un 19,1%). En cuanto al gasto público, el informe destaca que “para dar respuesta al mayor volumen de turistas que han visitado las islas (movilidad, servicios médicos, seguridad ciudadana…)”, los gastos de las administraciones vinculados con la gestión “propiamente turística de la región (promoción turística, infraestructuras turísticas) siguen reduciendo su cuantía un año más, a excepción de los relacionados con la formación profesional”. Y eso a pesar de que los impuestos que recauda la Comunidad Autónoma tienen en el sector turístico el 33,4% del total de sus ingresos, con un crecimiento de la presión fiscal en 2013 respecto a 2012 de un 9,3%.

¿Quién dice que el turismo es un sector parasitario de la economía canaria?

sábado, 5 de septiembre de 2015

Septiembre, un mes turístico muy canarión

En círculos: Fray Lesco, Néstor Martín-Fernández, Néstor Álamo y Pancho Guerra
Septiembre es el arranque de la estación, larga, del turismo en Gran Canaria. Más bien se prolonga todo el otoño y el invierno, incluso hasta bien entrada la primavera. La eterna primavera y la ‘temporada alta’ de más de medio año que ha permitido el milagro económico de Gran Canaria. Como si la romería del Pino con que comienza este mes atrajera romeros hasta nuestras costas de todos los rincones de Europa.

Pero hay más…

El 7 de septiembre, víspera del Pino y madre de todas las romerías de tipismo (organizada por el folclorista Néstor Álamo, que también dirigiera la creación de la turística Casa de Colón) es también el día en que nació el artista Néstor Martín-Fernández de la Torre, el que profetizara sobre el futuro turístico y sentara las bases de sus equipamientos más emblemáticos para el visitante (Parador de Tejeda, Casa del Turismo, Pueblo Canario…), así como diseñó un traje para cautivar al turista (el llamado traje típico) dentro de su concepto sobre producto turístico basado en el ‘tipismo’ que recogería también en un tapiz que inspiró a su discípulo y tocayo Álamo para organizar la romería del Pino. Un dibujo que bautizó la ‘Boda canaria’.

Hay otros grancanarios que también fueron profetas en su tierra y también estuvieron íntimamente ligados a Teror y sus fiestas. ¡Y también nacieron en septiembre! Como fueron Francisco González Díaz (4 de septiembre de 1866), que dirigiera la revista ‘Canarias Turista’ y publicara el libro ‘Cultura y Turismo’ (1910). O su amigo y tertuliano, Domingo Doreste Rodríguez ‘Fray Lesco’ (13 de septiembre de 1868) que bautizara la isla con su eslogan más popular y cierto: “Continente en miniatura”, o al roque partido de Agaete como el ‘Dedo de Dios’, o impulsara la Escuela Luján Pérez, cuna del arte indigenista que pretendió rescatar lo auténtico del pasado grancanario para que también sirviera como aportación a la identidad para el turismo.

No olvidemos también otro hito fundamental para el turismo. La creación un 17 de septiembre de 1891 del primer Club de Golf de España, en el Lomo del Polvo (Altavista) que se trasladaría posteriormente a Bandama.

Quizás sea por todo esto que la Organización Mundial del Turismo (permítanme la ironía) estableciera un 27 de septiembre el Día Mundial del Turismo

Así que este año, con más atractivo turístico que nunca,  el Pino celebran su 50 aniversario como Fiestas de Interés Turístico Nacional e inician el procedimiento administrativo para su declaración como fiestas de interés turístico internacional. ¡Y que lo veamos parrandeando por sus calles…! Eso, sin olvidar el fervor religioso que otro ilustre grancanario y defensor del turismo con la identidad del isleño, Pancho Guerra, reflejara en estas palabras dedicadas a la patrona de la Diócesis Canariense al describirla como la salvadora de la isla, que “a falta de mimos y justicia del ‘poder central’ -junto a Santiago ‘el chico’ de Tunte- eran  los dos grandes medianeros de la tribulación isleña: El cigarrón berberisco; La sequía; La Hacienda; Los piratas; La División de la Provincia; El canto del alcaraván y el llanto de la pardela, con su barrunto de mortaja”…

jueves, 20 de agosto de 2015

Uso residencial en suelo turístico. De pescadilla a pesadilla

Hotel Don Gregory, junto a San Agustín.
Interesante debate el que se ha abierto en torno al uso residencial del suelo turístico con la exposición pública del Plan General de Ordenación (PGO) de San Bartolomé de Tirajana. Alegan algunos propietarios que sus apartamentos, bungalós o complejos no desarrollan actividad turística alguna, que han sido dados de baja como tal (han quedado fuera de explotación), y que sin embargo continúan clasificados como uso turístico en el PGO. En muchos casos, incluso, estas construcciones son ya primera residencia familiar (empadronados o vivienda permanente), o segunda residencia (para fines de semana o periodos vacacionales), cuando son apartamentos de dimensiones no pensadas ni legalizadas para uso residencial o familiar. Pero así ha sucedido y nos encontramos, en la mayoría de los casos, con establecimientos que fueron rentabilizados y con el tiempo fueron retirándose del mercado turístico, sobre todo en los momentos de crisis, pero mantenían su calificación original como suelo turístico o turístico-residencial. De ahí que estemos ante una "oportunidad para debatir entre todos la ordenación del espacio turístico".

Estamos hablando de urbanizaciones o complejos que -presuntamente- ya no desarrollan actividad turística, al salir de explotación, ni pueden volver a ella si no se adaptan a las nuevas normativas de accesibilidad, seguridad, ahorro energético y un largo y costosísimo etcétera, para poder constituirse como 'unidades de explotación'. Pero se equivocan (o mienten) los interesados cuando dicen no entender que en el PGO se rechace sin más el reconocimiento de su uso residencial permanente, y es que para poder cambiar su calificación de turístico a residencial tendrían que cumplir unos requerimientos y normativas, como disponer de centros educativos, centros de salud y demás equipamientos urbanos que, evidentemente, no existían ni se han previsto en la zona turística donde se ubican esas residencias que se han situado en un limbo legal.

De una manera o de otra, sea residencial o turística, tarde o temprano, la vuelta a la legalidad tendrá repercusiones, ya que o se adaptan los complejos a las normativas en vigor para el turismo o se dota de los equipamientos urbanos propios de cualquier zona residencial. Y es que tiene difícil justificación política y administrativa esa modificación como lo tendría -por ejemplo- convertir en viviendas algunas naves industriales del Sebadal o El Goro... La cosa no es tan sencilla. Pero la culpa no es sólo de los que han comprado apartamentos hace décadas o hace unos años y que pagan el IBI como establecimientos turísticos pero los usan como residencia. La culpa también es de las instituciones que han dejado durante décadas que se consolide esta degeneración de las zonas turísticas en residenciales de facto sin que reúnan las condiciones urbanísticas y arquitectónicas adecuadas.

Y la solución no es nada fácil en lo legal, lo económico y lo urbanístico. No sólo está en juego el interés particular (la propiedad en sí), sino el general (quién pagará los equipamientos) y, sobre todo, el turismo como sector principal de nuestra economía. Porque ¿a qué turista le gusta ver, escuchar y oler un asadero de fin de semana en el bungaló que linda con su apartamento? Habrá que aclarar cuanto antes este tema, pero con todas las cartas sobre la mesa. Supongo que habrá zonas que no podrán convertirse en residencial y otras que sí. Pero tampoco se trata de abrir la puerta para que todo se convierta en residencial, ya que la actividad turística tiene que desarrollarse en algún sitio... Pero aquellas zonas o complejos que tengan que seguir como turísticas no deberían ser víctima de normas que beneficien a carroñeros que quieran sacar tajada de este desatino. Por el contrario, debería ser una fuente de riqueza (por lo menos, en teoría).

  • PD: Este artículo se refiere a construcciones que son usadas como residencia en suelo turístico, no aquellas que ya figuren como residencial, ya que igual de problemático para convertir suelo turístico en residencial lo es a la inversa. Pero bueno, para aclarar todo esto y la situación de cada propietario, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha conseguido que el Gobierno de Canarias amplíe a todo agosto y septiembre el período de exposición pública del PGO para que los vecinos afectados puedan informarse y presentar sus alegaciones.

domingo, 9 de agosto de 2015

Del 'Todo Incluído' al 'Todo a tu Alcance'

Días atrás publicaba un medio local que uno de cada tres turistas en Canarias se aloja en establecimientos 'todo incluido' (TI). En diez años, según los datos de fuentes del sector, se ha pasado del 11% de turistas TI al 33%. Y sigue creciendo. Un auge que coincide con el del turismo que quiere olvidarse de cualquier preocupación. No molestarse más que en comer, beber y disfrutar de la piscina o las instalaciones del complejo turístico. Ello incide en la pérdida de clientes de los establecimientos en su entorno. Curiosamente, el número de restaurantes en las islas no ha parado de crecer en ése período, aunque sea la isla de Tenerife la que ha experimentado un crecimiento sorprendente frente al aumento moderado en la isla grancanaria.




Pero vamos al tema. El TI es una modalidad de alojamiento que procura que el turista no salga del establecimiento y disfrute de sus instalaciones (piscina, hamaca, piscina, hamaca y así hasta que finalice su estancia) con el consumo de bebidas y comidas sin tocar el monedero (o casi). Esto ha supuesto una merma de clientes en restaurantes y bares del entorno, o así lo aseguran las patronales del sector que han puesto en marcha campañas para reivindicar que se ponga freno a la actividad del TI y evitar que el 100% de los establecimientos turísticos se conviertan en 'reservas' para turistas que se inhiben del entorno del destino turístico más allá de los muros o jardines de su hotel.

De hecho, las organizaciones que agrupan a las empresas del sector de la restauración (la Federación Empresarial canaria de Ocio y Restaurantes (Fecao) y la Plataforma de Pequeños Empresarios Unete) abogan por establecer un impuesto a las empresas TI de un 15%, lo que vendría a ser un poco más del doble del IGIC (Impuesto General Indirecto) que actualmente se paga en Canarias. Una medida que habría que justificar y analizar para ver si es aplicable y si hay voluntad política de implantarla.

Lo cierto es que, como sucediera con la aparición hace años del time sharing (compra de inmuebles, apartamentos o habitaciones a tiempo compartido), al final habrá que regular esta actividad porque no es lo mismo dar pensión completa o media pensión que incluir en el precio de la estancia todos los consumos de comidas y bebidas que se realicen en el establecimiento. Aunque, lo cierto, este tipo de ofertas tienen sus clientes y, a la luz de los datos que se ofrecen, van en aumento.

El impacto sobre la economía local, es serio. El TI limita el reparto del gasto turístico y afecta seriamente al sector complementario en el turismo. Lo que no quita para señalar que este sector también peca de cierta pasividad y escasa solidaridad con el destino turístico. Tanto es así que son pocos los casos en los que colaboran con los eventos que celebran las instituciones o empresas privadas y sólo se les escucha cuando un espectáculo no se celebra en su entorno y se utiliza otra playa o plaza para satisfacción de los locales de ese lugar que, durante unas horas, hace su 'agosto'.

Dudo que la demanda de un 15% de IGIC a los establecimientos TI tenga recorrido, pero sí es cierto que hay que tomar la iniciativa y buscar alternativas porque el turismo cada vez dejará menos recursos en el destino y eso perjudica a la economía local y por ende al conjunto de la población que ve cómo se ocupan los lugares de mayor valor ambiental para un turismo que deja la calderilla para los residentes.

Por ello, más que gravar a los establecimientos con un impuesto vengativo, habría que plantearse si no sería conveniente que los propios establecimientos TI asumieran su parte de Responsabilidad Social Corporativa, aunque dudo que lleguen a planteárselo, por lo que habría que estudiar si se podría establecer una tasa por cliente de 5 céntimos de euro por día (por citar una cifra). Un dinero que no debería diluirse en la maraña burocrática, sino destinarse a una campaña en los mismos establecimientos TI que promocionara los productos, establecimientos y actividades del entorno, de la isla. Algo que debería existir en todos los alojamientos turísticos, pero que se hace necesario (por no decir obligatorio) en los establecimientos TI. De esta manera, el cliente podrá tener información para decidir si sigue comiendo y bebiendo sin salir del hotel, o si quiere disfrutar de una amplísima oferta que se encuentra tras las puertas de la recepción.

Haciendo cálculos, si uno de cada tres turistas acude a un TI y la media de estancias es de 7 días (pongamos 4 para no ser exagerados), tendríamos que la recaudación para esa actuación de promoción de la amplia oferta del destino podría ser superior a 800.000 euros. O sea, que podemos incluso conseguir dinero para otras acciones (patrocinio de espectáculos, festivales, torneos...).

domingo, 2 de agosto de 2015

Turismo, riqueza y empleo

"Estampa" de un destino de 'sol y playa'
La noticia publicada por el digital 02B acerca de la escasa rentabilidad por turista en destinos de sol y playa en España ha abierto un interesante debate en mi muro de Facebook acerca de, principalmente, dos temas que son permanentes en torno a la actividad turística: cuánto empleo puede crear y qué riqueza ocasiona en los destinos de sol y playa (lo que no quiere decir que sean de masas exclusivamente, aunque aquí se da ese caso). Todo ello contrasta con las cifras oficiales: el turismo representa el 10% del PIB mundial, el 5% de las inversiones en el planeta y 1 de cada 11 empleados en el mundo. En Canarias las cifras son más llamativas: el 28% del PIB y 1 de cada 3 empleos. Razones de peso para cuidarlo y mejorarlo.

Que la riqueza se reduzca a 100 euros por turista no deja de ser dinero, claro, pero no es lo que podríamos llamar una 'riqueza' y, además, habrá que ver y valorar cuánto se queda en el destino que es, en definitiva, el lugar que aporta a la actividad turística unos sacrificios que son repercutidos en toda la población y entre los que podríamos destacar:
  • Uso o presión sobre los espacios de mayor calidad ambiental.
  • Inversiones en infraestructuras y dotación de servicios al sector turístico. Aquí podemos señalar que supone una actividad económica y que precisa de puestos de trabajo, aunque encorsetados.
  • Presión de demanda y encarecimiento de los recursos energéticos que se necesitan para los centros turísticos vs resto de población, sobre todo si se usan combustibles fósiles que no tenemos y hay que pagar e importar; o la demanda de agua que provoca su encarecimiento para otros sectores al no contar con ríos o lagos, ni con la lluvia suficiente que garantice el suministro; o la gestión de residuos, incrementada por el impacto de los millones de turistas que, obviamente, no se llevan la basura a sus países de origen.
  • La necesidad de una mano de obra que puede ser autóctona pero para ello es obligatorio que sepa idiomas y, además, el personal queda ubicado en un sector servicios mayoritariamente de cualificación limitada.
  • Necesidad de importar productos de bajo coste (alimentos, fundamentalmente) ya que lo local no interesa porque sus precios no son tan rentables.
  • Incremento en el destino de las distintas formas de contaminación (atmosférica, sonora, lumínica, aguas residuales...) y masificación, aspecto de gran impacto en territorios insulares.
  • Riesgo de contagio de la economía local por los problemas del sector turístico, derivando en estancamiento económico y crisis, tanto por aspectos exógenos (crisis económica en un país emisor, huelgas o catástrofes e incluso la irrupción de un volcán islandés que paraliza el tráfico aéreo de Europa) como endógenos (saturación, obsolescencia o madurez del destino).
  • Limitado impacto en la generación de empleo (y bastante que da de sí el turismo)
  • Subordinación a intereses foráneos (turoperadores, compañías aéreas, de cruceros, grupos hoteleros o de gestión de parques temáticos, e incluso las empresas de animación y espectáculos en establecimientos hoteleros...)
  • Intervención política con importantes cantidades de dinero público en promociones con objetivos dispares (tengamos en cuenta que estamos ante una complejidad de destinos, de islas, de la comunidad, empresas, establecimientos, servicios o productos), e incluso se puede dar el caso de la utilización de estos recuros para campañas personales.
  • Laberinto legislativo...
  • Distorsión de la marca, siempre dependiente de los tumbos que da el encargo a consultoras (también mayormente foráneas), cada vez que hay elecciones y cambio del responsable político o por la falta de criterio de algún técnico (que de todo hay).
  • Y un largo etcétera...


Con este panorama que ya auguraba Mario Gaviria (‘España a go-go’ 1974) tenemos que reconocer y recordar que hubo quien pensó más allá que en justificar la venta del complejo turístico y sacarle el beneficio inmediato. Visionarios cuyo objetivo era rentabilizar la presencia del turista en nuestro territorio y que formaran parte de un proyecto o modelo en común con el isleño.Y es que la fórmula o el silogismo es sencillo. Si el sol y la playa es gratis y no es tasable, el visitante puede y debe dejar su aportación en actividad económica pagando por productos y servicios que no vengan en el ‘paquete’ que controla el turoperador o el alojamiento (en particular los que han implantado el ‘Todo incluido’).

Considero que Gran Canaria ha de aspirar (no queda otra) a mucho más dinero por turista y que éste, encima, salga satisfecho de la isla y regrese. Pero ¿qué se puede añadir al sol, la playa y el clima?. He indagado durante años en esta necesidad y veo varias posibilidades de distinto tipo que me reservo y considero necesario, además, crear un espacio permanente (y no me explico cómo no existe ya) para el encuentro entre empresarios que puedan imaginar las posibilidades de este territorio y sus gentes para que la marca turística de Gran Canaria se convierta en un referente mundial para un perfil de turistas que no miren sólo el precio (que es el determinante actual al dejarnos caer en el 'bombo' de destinos commodities) cuando eligen un destino de sol y playa entre los muchos que pueden elegir, sino que encuentren otros productos y servicios (no olvidemos que cada isla viene a ser un destino multiproducto) y todo lo demás que pueda desear o encontrar un turista -con la calidad esperada- en nuestros competidores.

Pero hay que apuntar más alto. Buscar el liderazgo. Además de lo dicho hay que ofrecer algo que no tengan otros, que sorprenda e incluso puedan desear exportar como franquicia.

Gran Canaria podría tener su nuevo lema más allá del exitoso creado por Fray Lesco del ‘Continente en miniatura’. Un contenido más atractivo para la sociedad del siglo XXI con productos que se conviertan en un referente y reclamo para el mundo. Que, además, destaque y sorprenda con usos novedosos de los avances tecnológicos, porque no todo está inventado, ni mucho menos, en el turismo.

Y ahora abordo la controvertida tasa. ¿Dónde hay dinero para esas iniciativas? Yo creo que podrían lograrlo con la tasa o como quieran llamarlo, pero con una importante diferencia: el importe recaudado no será gestionado sólo por el partido político que gobierne o el órgano de la administración que la tramite. Ni se difuminará entre los fondos de la institución. Ni se destinará a cubrir las actividades de la administración que se vienen realizando con partidas finalistas en el área de turismo.

Hablo de un nuevo modelo (también) de gestión, con más implicación del empresariado (porque va en ello que sus establecimientos puedan subir precios y aumentar su valor), la complicidad de la sociedad (porque habrá que investigar y crear...) y con la participación de la administración local e insular para que incrementen  su actividad y presupuesto e impulsar este cambio de modelo. Un cambio que hará que el turismo no sea un sector estanco y contradictorio, sino que pueda liderar el desarrollo como hiciera tras las iniciativas de Néstor Martín Fernández de la Torre bajo su espíritu de “Hacer de la vida una obra de arte” y en esa obra de arte viviremos los grancanarios y la compartiremos (porque contribuirán a mantenerla y mejorarla) con los turistas.

miércoles, 1 de julio de 2015

Ultimátum a la insulocracia

Desde que estrenamos nuestra autonomía se impuso por Unión de Centro Democrático (UCD) y el PSOE el pacto de Las Cañadas que consistía en un sistema electoral en el Archipiélago basado en el territorio para contentar a los grupos políticos que negociaban y, al final, no contentar a quien verdaderamente le afectaba el acuerdo: a la mayoría de los ciudadanos. El consenso se centró en la llamada ‘triple paridad’ entre los territorios insulares, pero con el tiempo ha crecido la espiral de rechazo por la discriminación democrática que supuso implantar una insulocracia. Algunos amigos consideran que este pacto de la triple paridad se inspiró en el proyecto autonómico redactado por el Colegio de Agentes Comerciales durante la II República, el denominado proyecto de Junco Toral (un socialista criado en Las Palmas de Gran Canaria), cuando no existían ni Binter ni Samsung, por lo que salvo las correcciones numéricas, se mantuvo durante décadas y su implantación ha traído estos conflictos.

La triple paridad actual es una fórmula por la cual de los sesenta escaños del Parlamento de Canarias se reparten 30 por cada provincia (primer equilibrio); otros 30 corresponden a partes iguales entre las dos islas más pobladas (segunda solución); y por último, la suma de diputados de las dos islas más pobladas es igual a la suma de las restantes (tercera paridad). Al final, se produce una distribución de escaños por isla. De ahí que se produzcan situaciones discriminatorias por las que un voto en una isla valga por 17 votos de otra. O, para ser más evidentes: la Agrupación Socialista de la Gomera logró 3 diputados con 5089 votos en esa isla. Y el partido Ciudadanos no obtuvo representación pese a conseguir 24.460 votos en Gran Canaria y 53.981 votos en todo el Archipiélago.

En este sistema se sienten cómodos o se han acomodado los partidos políticos mayoritarios a pesar del cabreo de los partidos que no han logrado representación y, también, de los votantes de los vencedores en determinadas islas. Y es que los ciudadanos tienen claro que el problema de este sistema es que las únicas alianzas posibles de partidos dependen de las islas, lo que ha dado lugar a un movimiento ciudadano que aboga por modificar el sistema electoral y, para empezar, piden rebajar las barreras para lograr escaño. Exigencias nada novedosas porque hace 15 años la Agrupación Herreña Independiente presentó una proposición de ley en el Parlamento de Canarias para reformar el sistema electoral canario. AHI defendía el incremento del número de diputados a 66 (tres más por cada una de las islas capitalinas), reducción de la barrera de exclusión insular del 30% al 15 % y supresión de la barrera de exclusión regional del 6%.

Dado que se ha reabierto el debate y las movilizaciones no van a menos, sino todo lo contrario, aprovecho para posicionarme e indicar que se debe mantener la triple paridad porque responde a una realidad física e histórica. Pero es un sistema que debe ser mejorado y ampliado hasta otras cuatro o cinco paridades más, igual de importantes, que podrán incrementarse con el paso del tiempo, ya que todo cambia a una velocidad de vértigo. Resumiendo, estas serían las novedades:

Cuarta paridad: un ciudadano un voto. Es indispensable contemplar el aspecto poblacional en la designación de un número de diputados.

Quinta paridad: No puede ser que en ocho islas habitadas sólo haya siete cabildos. Es lógico que La Graciosa se constituya en un Cabildo municipal.

Sexta paridad: 35 ayuntamientos en cada provincia. No se puede sostener que la provincia más poblada tenga 34 municipios y la otra con menos habitantes disponga de 54. Sobran alcaldes y ayuntamientos que pueden ser fusionados y, además, cuentan con el soporte de los Cabildos Insulares (y por lógica alguna otra isla también debería regirse sólo por un Cabildo prescindiendo de ayuntamientos).

Séptima y demás paridades: que los municipios turísticos tengan su estatuto; que haya el mismo presupuesto en las universidades canarias; que haya el mismo número de aceleradores lineales o recursos para combatir el cáncer, etc. etc. Porque ya puestos, el problema principal no es el número de diputados, sino que la población no entiende la desproporción o discriminación de recursos públicos entre islas.

Pero, a todo esto, no debemos olvidar lo más importante. Es necesario, justo y solidario el equilibrio isleño, pero también lo es modernizar y hacer más eficientes nuestras administraciones. Sin embargo, si no conseguimos un tratamiento igual -o paridad- con la inversión per cápita del resto de españoles y el reconocimiento de nuestra condición de insularidad, no solucionaremos nuestro principal problema y sólo habremos incrementado el distanciamiento y los recelos entre las islas. La paridad no es sólo un problema entre islas, es también un problema de Estado, aunque nosotros nos empecinamos en mirar sólo a nuestras islas vecinas y vemos sólo competidores o amenazas, sin pensar que otros se ríen de nuestra tradición cainita.