lunes, 28 de noviembre de 2016

Desmontando la turismofobia

ITP por sectores.
No todo en el turismo es para echar voladores. Y lo repetiré cuanto haga falta. Pero tampoco todo lo que se opina y afirma es cierto, sino todo lo contrario. En particular en lo relativo al empleo en el sector y su repercusión en el poder adquisitivo de sus empleados.

Se ha explicado numerosas veces, pero muchos no se lo creían. Para poner punto final a la discusión, el Instituto Nacional de Estadística acaba de dar a conocer los resultados de un nuevo análisis relativo al Índice de Precios del Trabajo (IPT), y la primera conclusión señala que el sector turístico es el que mejor ha resistido la crisis, un dato que curiosamente no han explicado adecuadamente las empresas del sector.

En dicha estadística se puede comprobar que la hora de trabajo del personal de Hostelería no ha perdido poder adquisitivo como sí ha sucedido en el conjunto de los sectores económicos de España con motivo de la crisis que arrancó en 2007 y tuvo su mayor virulencia en 2009, cuando nos salvamos por la caída de los destinos competidores al producirse las 'primaveras árabes' que siguen sumidas en sus contradicciones. El personal de Hostelería no sólo no ha perdido poder adquisitivo, sino que lo ha incrementado:  el que más entre todos los sectores económicos, con un resultado de 114 (entre 2007 y 2015), mientras la media española se sitúa en 99.3, según destaca el nuevo Índice de Precios del Trabajo que se obtiene del cálculo de la diferencia entre el precio que se paga por hora trabajada y el Índice de Precios al Consumo.

Los sectores que más caen son los de Administración Pública, Sanidad y servicios sociales, Financieros y de seguros, Información y comunicaciones, Educación y Profesionales, científicas y técnicas. Esto da una visión de la incidencia de la crisis a la que los políticos han respondido de forma un poco sorprendente o inquietante, quedando como ramas de actividad menos perjudicadas la de Hostelería, Otros servicios, actividades de ocio, transportes… O sea, el sector que tiene un importante porcentaje de empleos de baja cualificación -el turístico- figura como el menos perjudicado o el más favorecido, el que ha salvado los muebles en esta década de crisis.

Devaluación salarial general.
Sin embargo, en este sector se ha desatado desde hace unos años un llamativo debate acerca de la situación que padecen las ‘kellys’ o limpiadoras de habitaciones, que cobran un sueldo muy bajo y en ocasiones por debajo de lo establecido en convenio. Un conflicto que tiene dos versiones, la de aquellas personas perjudicadas y la de las organizaciones empresariales que señalan que no se trata de una situación generalizada y la circunscriben a algunas empresas para las que piden la actuación de los organismos públicos para perseguir esos abusos. Y es que el convenio del sector está para cumplirlo y las administraciones deben controlarlo porque es obvio que hay quien paga por debajo del convenio, o subcontrata esos servicios a empresas de limpieza que se rigen por el convenio de oficinas, el mismo que se aplica a los/as trabajadores/as de los edificios públicos, lo que supone una merma importante en el salario de esos empleados. En estos casos, los tribunales han condenado esta práctica y han de pagar a los trabajadores los salarios no devengados de forma retroactiva. Una resolución judicial que aplaude mayoritariamente el sector turístico porque se encontraban con una competencia que les perjudicaba. O sea, miremos desde otra perspectiva: la gran mayoría de las trabajadoras de limpieza que vemos en las dependencias del Ayuntamiento, del Cabildo, del Gobierno de Canarias (y me pregunto si también las limpiadoras de las sedes sindicales…) cobran menos que las empleadas del sector turístico porque se les aplica el convenio de oficinas que establece el salario en 800 euros al mes, mientras que el convenio de hostelería lo sitúa, para el mismo servicio, en 1200 euros al mes. Y los políticos y organizaciones sindicales miran para otro lado.

Añado que este sector turístico es el más regulado que está. Por un lado, de forma asfixiante por las diferentes normas administrativas. Por otro lado, regulado en positivo por los propios clientes o turistas, a los que un mal servicio de limpieza puede originar una campaña viral que lleve a la ruina a un establecimiento.

Estamos de acuerdo que la actividad turística se sostiene en una estructura de baja cualificación y salarios. Pero tan mal va este país que esos salarios se están equiparando al nivel adquisitivo de otros sectores productivos que exigen más cualificación o titulación. También estamos conformes en que se trata de un monocultivo que puede padecer la competencia de otros destinos más baratos (y así fue hasta la crisis de los países árabes del Mediterráneo). Claro, pero ahí tenemos otro problema que ya hemos hablado: cambiar el modelo económico (y también el modelo turístico, para hacerlo más rentable). Por ahora, el problema prioritario es poner fin a la imagen negativa e incierta del turismo para la sociedad: la turismofobia. Si lo solucionamos con objetividad y acabando con los tópicos y los argumentos sin fundamentos, veremos en el turismo una oportunidad y no una necesidad con sus debilidades a la que no nos resignamos. Yo tampoco.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Nuevas oportunidades para el turismo en Gran Canaria


Hace 50 años Gran Canaria se estrenó en el sector del turismo de ferias y congresos. La creación de la Feria del Atlántico supuso un salto extraordinario en los recursos para un sector muy especializado de 'turismo', necesarios para una isla que ya atraía el interés mundial por las celebraciones de los congresos internacionales de los Skal Clubes, el Expotur (enero de 1967, antecedente de lo que hoy es Fitur) y en noviembre del mismo año la asamblea mundial de las federaciones de agencias de viajes (FUAV, fruto de la unión de la FIAV y la OUTAA, europeos y americanos). Gran Canaria ya era un referente como sede de eventos MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions). Un turismo de calidad, ése del que tanto se habla.

'La Feria', como se la conoció popularmente, se convirtió en el acontecimiento social más importante del año en Gran Canaria junto a las grandes fiestas. Con el tiempo pasó a llamarse Feria Internacional de Canarias y acumuló hasta 39 ediciones, sufriendo un parón que ha sido superado con el nuevo impulso que ha dado el actual grupo de gobierno en el Cabildo Insular, un cambio político que comenzó por el anuncio a finales de 2015 de su voluntad de recuperar e impulsar la institución ferial justo en el momento en que se iba a celebrar el medio siglo de historia de la Feria. Pero la iniciativa traía consigo la decisión de volver a celebrar la Feria Internacional del Atlántico y dedicarla al turismo. Un acontecimiento que ya cuenta con más de 100 expositores y con la participación de 50 conferenciantes o ponentes. En una feria en la que el turismo será el protagonista, y en la que el turismo de ferias vuelve a pisar con fuerza en la isla. Con el lema ‘Turismo, soluciones profesionales para la industria turística’, donde se podrá encontrar casi todo lo que se pueda necesitar para cualquier actividad en el sector o, desde el otro plano, donde podremos exponer todo lo que hemos conseguido o desarrollado siendo un destino de éxito mundial.

Comité Organizador de la Feria Internacional del Atlántico.

Nuevamente, la Feria se convierte en una oportunidad en un destino turístico de éxito. Una cita que ha sido posible realizar en un tiempo récord gracias a la acción de un equipo muy profesional. Es una oportunidad y a la vez una demostración de nuestra realidad. Pero también nos permitirá reconocer las debilidades propias del éxito en el que nos encontramos y que podría acomodar a los organismos y sus responsables porque el volumen de negocio de las empresas es elevado y algunos representantes de las instituciones creen que mantener o incrementar el número de visitantes es suficiente como objetivo.

No obstante, también hay emprendedores que buscan cómo aprovechar el éxito de afluencia turística, esos cuatro millones de turistas que visitan la isla o esos 14 que arriban al archipiélago. Una cifra que de tanto escucharla nos parece algo normal y cotidiano, pero si éste archipiélago fuera un país sería la 18 potencia mundial de turismo.

Asimismo, viviremos la Feria en un momento en el que hay quienes están preocupados por los efectos perniciosos de esta actividad económica. Pero también es cierto que el turismo isleño es sector que no es tan impactante como la industria que, además, debe buscar la venta en mercados lejanos. Lejos de sufrir la herencia de una explotación industrial altamente contaminante, nos encontramos en un destino al que vienen a gastar su dinero gentes de países lejanos y que quieren disfrutar del mejor medio ambiente. La Feria debe ofrecer los elementos necesarios para mejorar aquello que nos convierte en destino de referencia para el turismo europeo y que no es sólo la calidad de los establecimientos alojativos, sino también las actividades y el medio natural en el que los visitantes pueden disfrutar plenamente de la estancia.

martes, 15 de noviembre de 2016

Querer el paisaje, querer Gran Canaria

Visiones de Gran Canaria. Néstor Martín-Fdez. de la Torre
A pesar de todo y de casi todos, Gran Canaria conserva paisajes muy atractivos y originales. Unos perviven y otros son capaces de crear nuevas obras de arte (y también bodrios) para este “Continente en miniatura”. Una realidad, la de nuestros paisajes naturales y culturales, sobre la que se asienta nuestro éxito como destino turístico, donde el sol y playa, los bosques cumbreros que coronan la “tormenta petrificada”, los desérticos cardonales, las medianías húmedas, su metrópoli histórica, comercial y portuaria de “cien pabellones” o la gran urbanización de sueños en torno al oasis... son parte de las innumerables páginas de la guía turística que desde hace siglo y medio se ha publicado y republicado sobre Gran Canaria.  Todos esos ‘decorados’ que conocemos y sentimos por ser ‘nuestros’ paisajes son los escenarios naturales y culturales que conviven en un diminuto territorio que ha vivido transformaciones profundas –vertiginosas- a causa del dinamismo que la historia otorgó a esta isla tras la conquista y el inmediato descubrimiento de América.

El/los paisaje/s de este territorio se ha extendido desde hace miles de años en el ideario de la humanidad y de su deseo de viajar, hoy convertido en negocio turístico, desde que el primer gran literato, Homero, bautizara las islas como las Afortunadas o de los Bienaventurados, la Macaronesia, y convirtiera nuestro paisaje en leyenda.

Los aspectos abióticos (factores que determinan el tipo de vida en un lugar), bióticos (organismos vivos) y antrópicos (el papel que ha tenido el ser humano en la transformación del espacio) de Gran Canaria/Islas Canarias han sido reconocidos no sólo por la literatura clásica, sino también por la pintura del Bosco y otros muchos para situarnos como un territorio paradisíaco. Y gracias a esas visiones de nuestro paisaje hemos alcanzado un desarrollo económico envidiado gracias a nuestras vistas o panoramas. Una realidad que nos debe enorgullecer y hemos de aprovechar, valorar y potenciar.

Mirador de las dunas de Maspalomas.
La Consejería de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria quiere propiciar un nuevo rumbo para el tratamiento del paisaje de la isla. Cuidarlo y quererlo, que es bastante. Aunque se trate de algo casi inmaterial pero que nos afecta a todos sin exclusión. De hecho, la consejera Inés Miranda, inicia la puesta en marcha del Observatorio del Paisaje de Gran Canaria con un encuentro entre expertos, colectivos sociales, artistas, empresariado… Todos aquellos que apuestan porque el paisaje sea un reto y responsabilidad para el conjunto de la sociedad, conscientes de que es uno de los principales recursos que hacen de nuestro territorio un destino turístico de éxito, que beneficie a todos y que impulse la cultura colectiva del isleño que se refleja en ‘su’ paisaje.

No estamos ante una ocurrencia o invento, y podríamos remontarnos a la Escuela Luján Pérez, a Néstor Martín-Fernández de la Torre o a César Manrique. Por el contrario, estamos en el preciso momento de dar un impulso final. De hecho, este proyecto ya fue cumplimentado en el Boletín Oficial de Canarias de 20 de mayo de 2014 donde se publica la aprobación definitiva del Plan Territorial Especial de Ordenación del Paisaje de Gran Canaria (PTE-5), promovido por el Cabildo Insular de Gran Canaria.

Una iniciativa que no es exclusiva de Gran Canaria, ni tan siquiera del Archipiélago. Son muchos los países y territorios que han puesto en marcha políticas de mejora del paisaje. Tampoco es novedosa. La historia del mundo es una sucesión de transformaciones y adaptaciones de paisajes que evolucionan por épocas y lugares. Durante siglos han mutado lentamente hasta la velocidad descontrolada que tomó a mediados del siglo XX. Una etapa en la que también se ha desarrollado normas y leyes de protección que buscan acabar con esa indefinición del ‘todo vale’ que es el origen de la pérdida de calidad del paisaje que perjudica al conjunto de la comunidad, pero sobre todo a un destino turístico. Y más si se trata de una isla.

Y ahí estamos, a pesar de todo, aunque hemos tardado en reaccionar (o no querer evitar) una etapa desenfrenada de estandarización y falta de gusto y calidad. Pero aún así, continuamos siendo ese espacio deseado por los turistas. Millones de ellos que nos sitúan como principal destino mundial para los países nórdicos y uno de los más destacados para británicos y alemanes. ¿Cómo es posible?

Entre hoyos de golf, el cráter de Bandama.
Ellos viven en su espacio conocido, rutinario, su paisaje cotidiano al que les une un fuerte sentimiento de pertenencia. Son los países de origen, los emisores. Nosotros somos uno de tantos (pero exitoso) destinos o receptor. El lugar desconocido (cada vez menos), lejos de la monotonía, que se desea conocer por su variedad, originalidad y calidad de paisajes, con un medio ambiente “afortunado”. Ése es nuestro paisaje, lo que nos identifica como sociedad y, encima, nos aporta riqueza.

Los países emisores intentan (y con notable éxito) recomponer sus paisajes de la destrucción de la industrialización y su economía dependía de buscar mercados lejanos para vender los productos que fabricaban. Nosotros tenemos aquello que desean y vienen -pagando por ello- desde países remotos para disfrutar del mejor medio ambiente que este planeta puede ofrecer.

Y para ello realizan el viaje, desde un paisaje propio, el de su región y su cultura, a otro de ensueño, afortunado, de felicidad. El cambio de paisaje, una vida diferente, un sueño –efímero- del turista que obra nuestro milagro económico. Y nosotros... ¿No lo disfrutamos también? Entonces ¿Por qué no trabajamos y cuidamos nuestros paisajes y “hacemos de la vida una obra de arte”?

viernes, 11 de noviembre de 2016

Shakespeare y la primera Denominación de Origen canaria

A punto de finalizar (sin casi pena ni gloria en las Islas Canarias) el cuarto centenario del fallecimiento de William Shakespeare, el Ayuntamiento de Santa Brígida va a celebrar un acto dentro del programa ‘Santa Brígida con Vino’ denominado ‘Shakespeare y el vino’ el día 19 de noviembre, a partir de las 21.00 horas, con un recorrido teatralizado y lectura de textos shakesperianos y sus elogios al vino canario con la lectura de algunos de sus textos, en castellano e inglés, mientras se prueban vinos de las bodegas satauteñas.

Creo que es oportuno advertir que no sólo estamos ante las alusiones literarias a estas islas de uno de los grandes escritores de la historia de la Humanidad. No hemos sido suficientemente inteligentes ante éste hecho, como cuando nos preocupamos obsesivamente por la diferencia horaria con la Península para que se nos cite cada hora en las emisoras de ámbito estatal. Y es que estamos ante la persona que ha hecho la mayor promoción y más duradera de un producto canario: el 'canary wine' o 'canary sack'. El "vino que perfuma la sangre" según el propio escritor. O sea, que si no me desmiente algún lector, se trata de la primera ‘Denominación de Origen’ de un producto canario, que ya cuenta con cuatro siglos de historia. ¡Y lo hemos desaprovechado! Pero estamos a tiempo de cambiar el sentido de la historia.

Por ejemplo, se podría incorporar a las etiquetas de vinos canarios las citas del gran literato, su imagen, la traducción al inglés de la etiqueta y promocionar, además, las características de estos vinos que son únicos en el mundo, unos vinos que comenzaron a producirse hace cinco siglos en la isla y que quinientos años después mantienen algunas de las variedades de uva que sobrevivieron a la plaga de filoxera que arrasó los viñedos de casi todo el planeta. Cabe recordar que el estudio sobre la historia de la familia Condal, realizado por los catedráticos Manuel Lobo Cabrera y Fernando Bruquetas Castro, ha permitido saber que: María Fernández Calva testamentó un vínculo en 1524 a favor de su hijo Francisco de Zurita en La Hoya de la Fuente y Valle de Casares, entrada de Telde, con parrales, lagar y prensa. Probablemente la primera prueba documental de existencia de una producción vitivinícola en las islas. Asimismo, recogen que desde Telde, a mediados del siglo XVI se extendieron los viñedos por la Vega y las medianías por La Angostura y el monte Lentiscal, Los Olivos, Granados en Tenoya, Gáldar y Guía. Principalmente para exportar a Europa, las indias y África. De hecho, añaden que Rodrigo de León propietario de una nao para llevar vino a Indias, sus descendientes continuaron hasta el siglo XVIII con colaboración del primer conde, Fernando Bruno

Para que puedan conocer algunos de los textos en los que Shakespeare cita al Archipiélago y sus vinos, recupero un texto de Ignacio Quintana Marrero que publicó en la revista turística ‘Isla’ que dirigió: …”Shakespeare es un órbico propagandista de Canarias; de nuestro zapateado o danza y de nuestro vino malvasía.
En el acto III, escena única, de "Trabajos de amor perdidos", dice Moth: "No, mi cumplido señor. Se trata simplemente de tararear una giga con la punta de la lengua, "bailar un canario" y animarlo con los ojos en alto."
Ved esta otra muestra: en "A buen fin no hay mal principio" (acto II, escena I), el personaje Lafeu, tratando de consolar al Rey, le aconseja: "He dado con un médico mujer capaz de infundir vida a las piedras, de animar una roca y de hacernos bailar "un canario" con fuego y precipitación."
Y por lo que respecta al vino -alude a nuestro malvasía- leemos en "Segunda parte de Enrique IV" (acto II, escena IV), que mistress Quickly dice a Doli Tearsheet: "...por mi fe, habéis bebido demasiado "canarias"; es un vino maravillosamente penetrante y que perfuma la sangre..."
Por último en "Noches de Epifanía, o lo que queráis" (acto I, escena III) aparece el siguiente diálogo: "Sir Tobías:  -¡Oh caballero! Necesitas una copa de vino de Canarias. ¿Cuándo te he visto tan apabullado? Sir Andrés: -Nunca en la vida, creo: a no ser que me haya apabullado el "canarias"
. (Revista Isla núm. 36)