viernes, 27 de noviembre de 2015

Por un nuevo modelo turístico en Gran Canaria

Guía de 1927.

¿Qué futuro queremos para el turismo en Gran Canaria? ¿Qué queremos del turismo? Sea cual sea la respuesta, el turismo es la mayor oportunidad de desarrollo que ha tenido la isla en su historia (y ya va más de un siglo). Es su petróleo agotable. Y por eso hemos de colaborar para mejorar los beneficios y que éstos se distribuyan para el mayor número de personas, por lo que es necesario el cambio –sensato. Ilusionante- del modelo turístico en Gran Canaria. Conseguir un escenario que promueva el interés y el apoyo a la renovación o re-creación del destino:
Guía de Carmen Laforet. 1961
  • Infraestructuras de calidad en todos los equipamientos y alojamientos -de todas las categorías-, donde se realizan algunos esfuerzos pero insuficientes.
  • Lograr el mayor gasto del turista en el destino y aumentar (sin temor) ese triste 20% que se queda en las islas.
  • Promover y potenciar los recursos y productos propios, desde el sector primario al industrial.
  • Desarrollar la actividad económica del turismo más allá del alojativo y el comercio.
  • Promover la convivencia provechosa y armoniosa entre el turismo y los residentes.
  • Mejorar la formación y concienciar a los jóvenes de que los trabajos que se generen en el sector son –casi- sus únicas oportunidades para evitar la diáspora.
  • Dar salida a una juventud que pide desarrollar sus potencialidades en un territorio en el que el turismo es más de un tercio del PIB, el empleo y la recaudación de impuestos. El canario tiene más de un tercio de su ADN cargado de turismo. Generación tras generación, ha convivido con el viajero y el visitante y conoce sus sueños.
  • Recuperar la ilusión por el turismo como inagotable espacio creativo y de enormes efectos positivos para la comunidad.

Todas estas mejoras son demandas ya conocidas. Unas ‘Tablas de la Ley’ históricas en el sector turístico. Pero desde que la Administración se fijó en el turismo y creó el Ministerio de Información y Turismo en 1962 (hasta entonces la política turística nacional se reducía a patrocinar encuentros eucarísticos). A partir de ahí el desarrollo administrativo y político se centró casi exclusivamente en el marco normativo, los organismos y entidades instrumentales, la institucionalización de la promoción y la creación de algunas infraestructuras, con un trabajo intenso pero insuficiente y no del todo exitoso a la vista de los resultados.

En este proceso se han elaborado e implantado leyes urbanísticas, medioambientales, laborales, educativas, turísticas... Se han profesionalizado los equipos. Se ha invertido muchísimo en establecimientos hoteleros y comerciales. Pero no ha habido una visión ni un proyecto de cambio de modelo, con medidas que pongan fin o cambien la dinámica que nos conduce a la masificación y monopolio/oligopolio del turista por turoperadores y empresas que apuestan por el todo incluido para obtener hasta la última moneda de cada turista.

El turismo es la industria muy compleja porque el producto es la propia experiencia del turista/cliente. Pero la industria ha olvidado la necesidad de prever el cambio y la evolución permanente de la oferta, del modelo. Un cambio que no puede imponerse ni exigirse desde una administración que también se resiste al cambio, aunque puede y debe continuar con las políticas de promoción, formación, inversión, modernización, etc. Acciones que se contagiarán del proceso de cambio porque les abrirá nuevas posibilidades y oportunidades.

Ahora –y sin demora- hemos de estudiar las necesidades y debilidades que hemos de afrontar imperiosamente y aplicar el conocimiento que nos condujo al éxito en la proyección y creación del destino cuando sólo teníamos ilusiones. Volver a ser un destino inigualable, una experiencia única para los sentimientos gracias al esfuerzo colectivo que protagoniza el isleño cuando tiene un objetivo en el que todos somos necesarios, lo cual lo complica hasta extremos casi inalcanzables. Pero es necesario recuperar ése espíritu que surgiría en dos momentos y dos figuras clave, gracias al genio de Néstor Martín-Fernández de la Torre y su discípulo César Manrique. Ése ha de ser el proyecto. Captar la sensibilidad y animar la capacidad creativa del isleño, que veamos en el turista un alumno que puede pagar porque le eduquen y le enseñen el motivo de la felicidad en las Islas Afortunadas. Y que ése turista –más de tres millones cada año- diga al mundo lo que Homero afirmó hace 2800 años.

Sólo así podremos pensar, con los medios que tenemos en la actualidad en lo que podemos ser y hacer con el turismo.

lunes, 23 de noviembre de 2015

De rones y turistas

Olfateando los aromas destilados. Foto: Octavio Kraus.

Estos días he estado roniando -literalmente- con dos empresas que no sólo producen la bebida de los trópicos por excelencia, sino que también se han convertido en un elemento dinamizador del turismo gracias a la calidad e inventiva que aplican a sus respectivos destilados de caña de azúcar. Uno tiene el reconocimiento como el 'ron de la juventud' y de mayor penetración en el mercado español. El otro ha ganado en varias ocasiones la medalla al mejor ron del mundo y ya no se presenta más, por el momento.

Primer estuve con Rafael Méndez, director de Destilerías Arehucas, con vistas a desarrollar un proyecto en el que su empresa quiere colaborar y que trata del reconocimiento a un miembro de una saga aruquense que fue protagonista de una de las más importantes hazañas del turismo mundial. Sin embargo, tras la reunión tuvimos un momento para reflexionar sobre la importancia turística que tiene la 'fábrica de ron' para Arucas como una de las visitas más demandadas y consolidadas en Gran Canaria. Dentro de la bodega, además del ron que es lo que atrae a los turistas, nos encontramos con una verdadera galería de arte y de historia, con cientos de barricas ilustradas con la firma, dibujos, frases o recordatorios del paso por esas instalaciones de personalidades relevantes. Entre otros, artistas, políticos, deportistas, científicos... Todos unidos por el ron... De Arucas, claro. Pero, coincidimos que ya es hora de hacer de este recurso algo singular y documentarlo en un catálogo que pueda recoger el importante patrimonio que atesoran esos envases de madera que guardan el ron con una obra de arte, una frase o una firma que compite en calidad y atracción con el jugo de la melaza.

Al día siguiente acudí a una cata organizada por la distribuidora Diageo para dar a conocer (¡Ninguno de los presentes lo desconocía!) el ron Zacapa, con su inseparable distintivo 'anillo' de hojas de palma y caña con trenzado artesano, una sencilla figura que permite dar trabajo a 90 mujeres de cuatro aldeas muy pobres de Guatemala como ejemplo de responsabilidad social de la empresa con una medida no espectacular pero de gran impacto para las nativas de esos pueblos y su sostenibilidad. Lo cierto es que todo lo que gira en torno a este ron tiene su historia y motivaciones. Los aromas que se consiguen gracias al destilado, a los barriles que vienen de ser apartados de bodegas de montillados andaluces, o la conservación en almacenes a distintas alturas en los montes guatemaltecos dan lugar a un producto que ha logrado prestigiarse en el mundo. Lo cierto es que en una isla de tradición ronera, este producto ha entrado con fuerza desde que llegó hace una década y se ha convertido en una atrayente referencia para el país centroamericano.

Cabe recordar que la caña de azúcar y los molinos azucareros fueron llevados, como otras cosas (el plátano, las cabras, el aloe...) a América, donde se desarrollarían estos productos a otra escala. Pero bueno, ahí tenemos en el ron otro recurso turístico en auge, pero con moderación, tal como advierten las autoridades sanitarias.

martes, 10 de noviembre de 2015

Turismo y Cultura en el Parlamento de Canarias

Parlamento de Canarias.
El Parlamento de Canarias aprobó una Proposición No de Ley (PNL) por la que se pretende que el sector turístico colabore con el sector artístico y cultural de las islas. La prensa destaca que el sector turístico está llamado a ‘favorecer’ el mercado del arte y a cambio elevará la categoría de los establecimientos por la presencia de obras artísticas en sus complejos. Esta iniciativa presentada por Podemos con el apoyo de colectivos de artistas tiene muy buenas intenciones, pero si lo que busca es aplicar estas premisas podría suponer más un ‘castigo’ que una mejora.

El acuerdo unánime de la Cámara insta al Gobierno de Canarias:
  1. A propiciar un acuerdo entre el sector turístico y el sector cultural en su conjunto (creadores, productores, gestores, etc.), para favorecer la difusión, promoción y comercialización de su trabajo, de sus creaciones y producciones, en las instalaciones, centros, equipamientos y servicios propios del sector turístico de las Islas.
  2. A impulsar conjuntamente con los sectores implicados, las acciones destinadas a promover y distinguir prácticas adecuadas de apoyo, patrocinio y mecenazgo a las creaciones y producciones del sector cultural de Canarias por parte del sector turístico. Así como a las acciones emanadas desde el sector cultural de apoyo, investigación, creación y producción de creaciones, obras y servicios dirigidos al sector turístico.
  3. A potenciar mecanismos de participación de los agentes del sector cultural y del sector turístico para que puedan contribuir de manera efectiva a la estrategia que, desde el ejecutivo canario, se implemente para favorecer la sinergia y la colaboración entre ambos sectores.
  4. A convocar una mesa de trabajo para tal fin en el primer trimestre del 2016, en la que, entre otros, estén representados los artistas visuales canarios, las asociaciones de gestores culturales, galeristas y expositores de arte.
Aunque en estas líneas no se cita la compra de obras artísticas o la mejora de la categoría por incorporar esculturas o pinturas en los edificios, me temo que la PNL tendrá un recorrido complicado y polémico tanto para el sector artístico al que pretende favorecer como para el sector turístico al que apunta con una nueva modalidad de impuesto o exigencia económica que probablemente no aportará valor al producto ni al destino. Además abre muchas incógnitas para poder desarrollar la propuesta. Por ejemplo, a ningún empresario se le puede imponer la compra de una obra artística si éste prefiere (y en este caso sí sería un atractivo turístico) un Kandinsky, Picasso o Chagall... Y así otros condicionantes que no responden a la pregunta fundamental: ¿Qué valor aporta o retorno de inversión producirá una obra artística al establecimiento? Y del otro lado ¿No debe contemplar la PNL a otros sectores artísticos que también existen en las islas? Los músicos por ejemplo, esos que hace años tocaban en los establecimientos turísticos y que han sido apartados por una empresa foránea que ofrece espectáculos con chinos, eslavos y africanos (del continente). ¿Y los escritores? Otros ninguneados, como la editorial ‘horaantes’ que no logra apoyo empresarial ni institucional para divulgar entre los turistas a nuestros escritores. Tampoco olvidemos el apoyo a festivales, y eventos culturales (algunos con patrocinio de empresas turísticas). Y así muchos episodios de falta de entendimiento entre artistas y el sector turístico (no todos, claro) que no difiere del resto del mundo empresarial.

Aún así, los proponentes están convencidos de que el arte dará más valor y atractivo a los hoteles, pero la experiencia de los últimos 50 años nos demuestra que esa idea no es real. Algunos inversores incorporaron obras de arte en sus establecimientos, como el Hotel Oasis Maspalomas de donde serían retiradas y vendidas. Una tendencia de desvalorización de lo artístico que ha cambiado en los últimos años coincidiendo con el 50 aniversario de Maspalomas Costa Canaria. .Y es que la colaboración de artistas se inició gracias a la iniciativa de la familia condal, el arquitecto Manuel de la Peña y algunos más. Gracias a ellos, hoy día se pueden contemplar obras de arte en numerosos establecimientos.

Y ya que hablamos de artistas ¿se puede su papel en la sociedad? ¿Qué opinaban algunos de nuestros grandes creadores?:
  • Manolo Millares: “El arte no debe serlo porque agrade (que no andamos en tiempos de buenas digestiones ni de reír por tonterías) sino más bien porque duela rabiosamente”.
  • César Manrique: "Creo que estamos siendo testigos de un momento histórico en donde el enorme peligro del destrozo del medio es tan evidente que tenemos que entrar en una nueva responsabilidad con respecto al futuro”.
  • Néstor Martín-Fernández de la Torre: “Todos, absolutamente todos los canarios somos culpables de haber liquidado nuestro pasado. Tenemos el deber de reconstruirlo y exigir que todos colaboren a esta obra”.
  • Saulo Torón: “En este peñón atlántico / hay que juzgar de este modo: / o eres del todo romántico / o eres imbécil del todo…”
Este posicionamiento crítico refleja la postura de quienes imaginaron el espacio turístico para crear un modelo original, cuando el sol y playa no lo había invadido todo.

Por ello, espero que esta PNL no se encamine a una simple venta (impuesta) sino que promueva un cambio de mentalidad de los artistas y empresarios. Es por ello que los artistas han de re-crear el producto para hacerlo más rentable. Sólo así podrá interesar al sector turístico. Hay que demostrar que la cultura, el arte, implica mucho más que una estrella para elevar la categoría de un edificio y su valor. El arte es experiencia vital, incluida la actividad turística, como enseñaron Néstor y César.

Pero, no podemos pasar de largo que esta PNL sólo hace referencia al sector turístico, cuando todos los sectores deberían apoyar al cultural.

Puede que ese señalamiento al sector turístico tenga que ver con el falso tópico de que el sector es el más subvencionado. Pero la realidad es bien distinta. Las inversiones en hoteles sólo pueden acogerse a los llamados Incentivos Regionales (fondos europeos), con una ayuda de hasta el 5% a la inversión industrial en España (no sólo Canarias), que se amplió a los hoteles y recientemente se ha conseguido incrementar hasta un 20% si se trata de obra nueva o renovación. Esta subvención obliga entre otras cosas a:
  • Mantener la plantilla
  • Es sólo para alojamientos de 4 ó 5 estrellas
  • La ayuda es limitada a una cantidad anual
  • Los parques temáticos obtienen un porcentaje mayor de ayuda.
  • ...
Dicho esto… ¿Cuántos hoteles se han construido en Gran Canaria en los últimos diez años? ¿Cuántos parques temáticos en los últimos veinte años? Queda claro que esas ayudas no impulsan la construcción ni la reforma o modernización turística. Encima, algunos partidos y sindicatos insisten en implantar una tasa a los visitantes. Un suma y sigue a la subida en un 40% del IGIC, las tasas aeroportuarias, el laberinto y arbitrariedad de leyes, los impuestos a los combustibles o a las energías ‘limpias’ y veremos qué más trabas se le ocurren a nuestros gobernantes.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¡Es el turismo, estúpido!

Evolución del PIB.

La sociedad canaria tiene numerosas y graves preocupaciones. El paro y el incremento de la pobreza suponen un lastre para toda la comunidad y nos colocan peligrosamente al borde del abismo. Pero esta realidad tiene culpables con nombres y apellidos. Y es que en apenas 15 años hemos dilapidado el incremento del PIB per cápita de los canarios que ha pasado del 98% de la media en España a un 85,9%. Una diferencia que llega al 81% en comparación con la media UE28. Hemos pasado de casi equipararnos a la media de renta europea a volver a niveles de subdesarrollo (un 20% más pobres que la media europea), aunque no estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado en los que el PIB per cápita de los canarios apenas llegaba al 60% de la media europea y el analfabetismo era mayoritario en la población. Un milagro económico se produjo entonces y sacó a los canarios de la miseria en la que estábamos sumidos. Pero su mala gestión vuelve a amenazar a nuestra sociedad con variables alarmantes.

El milagro fue el turismo. Y algunos de los artífices más destacados de aquel boom económico fueron la familia condal, César Manrique, Manuel Fraga, Manuel de la Peña y Franz Josef Strauss. El condado por la puesta en marcha del proyecto Maspalomas Costa Canaria, a través de un Concurso Internacional de Ideas que revolucionó el turismo en Gran Canaria, una iniciativa que respondió al reto lanzado 25 años antes por Néstor Martín-Fernández de la Torre para este paraje. Manrique realizó la transformación de Lanzarote y su impacto repercutió en el conjunto de las islas. Manuel de la Peña hizo avanzar la arquitectura y el urbanismo turístico como nunca en estas tierras. Manuel Fraga sentó las bases del desarrollo turístico español y toda la estructura normativa y administrativa para tal fin partiendo casi de la nada. Y Strauss hizo posible la inversión de capital alemán en el territorio español tan necesitado como estaba de dinero.

Han pasado cincuenta años en los que los cambios, bonanzas y crisis vividas, nos permiten reconocer una realidad incuestionable. Sin el turismo, estas islas estarían abocadas a la miseria. Y, de paso, añado otra conclusión: las administraciones públicas han ocasionado al sector más daño que beneficio, consiguiendo que hoy día sea una actividad complicada para invertir y con una rentabilidad en el territorio muy por debajo de sus potencialidades.

Lo más grave, aún, es que el autogobierno se ha valido de las competencias asumidas (en particular la ordenación territorial, el turismo y la fiscalidad) para perjudicar a la que en los años setenta y ochenta era la isla que mayor número de turistas atraía y más inversión generaba: Gran Canaria. Y hay quien afirma que consideraron necesario en el Gobierno de Canarias (etapa del 'Pacto de progreso' 1983-87) frenar el crecimiento de esta isla para evitar un distanciamiento con el resto. Hoy día hay una isla que supera en turistas, camas, e infraestructuras al resto gracias a ese intervencionismo...

Asimismo, se apostó por un modelo de integración en la Unión Europea que beneficiaba a un sector sobre el resto: el sector primario, confiando que dicho Protocolo permitiría contar con un sector agropecuario e industrial con posibilidad de crecer. El resultado no puede ser más desalentador: sin ayudas europeas desaparecería y, encima, con ayudas europeas tan sólo significa para Canarias el 1,5% del PIB y el 2,1% del empleo en el caso del sector primario y el 3,7% del PIB y el 1,4 del empleo en el caso del sector industrial manufacturero. A todo esto, ¿qué sería de esos dos sectores si no tirara de la economía canaria el turismo? Porque sólo el turismo y hostelería (directamente) supone el 31,4% del PIB y el 35,9 del empleo en Canarias. Unas cifras que se multiplicarían si incluyéramos los empleos y actividad económica indirecta y, sobre todo, si sólo se incluyera la provincia oriental. Además, el sector turístico atrae inversión, mientras que los otros sectores dependen de subsidios europeos.

Y, a pesar de que el turismo es la actividad principal de nuestra economía, se trata del sector peor tratado y peor gestionado en los presupuestos de las distintas administraciones, con políticos que intentan ocultar una realidad dramática con cortinas de humo que sólo buscan hinchar la ocupación de los aviones y los complejos turísticos a cualquier precio, incluido el de la destrucción del sector turístico a corto y medio plazo.

Ahora mismo, tenemos los niveles más altos de desempleo en Europa, triplicamos el desempleo juvenil de la media europea, el índice de pobreza mayor, el porcentaje más elevado de embarazos no deseados, la más penosa valoración del informe PISA de fracaso escolar, el crecimiento del analfabetismo entre las jóvenes. Esta juvenilización de la pobreza (paro y analfabetismo) augura un futuro inmediato muy negativo.

Pero en esta latitud seguimos pensando en parajitos preñados. Se habla de apostar por la agricultura canaria, por la industrialización y por la conversión de este territorio en una especie de Sillicon Valley europeo. Y así año tras año, presupuesto tras presupuesto, derrochando miles de millones de euros en políticas que nos llevan a la situación actual: Más del 30% de desempleados. Más del triple de la media europea. Y a todo esto, ¿qué hacen los políticos con el dinero que recaudan para sacarnos de este atolladero? Un ejemplo: más del 30% de los impuestos que se recaudan en Canarias vienen del sector turístico. El presupuesto de la Comunidad Autónoma sólo dedica un 1,25% de su presupuesto a este sector. Otra cosa, que ya he comentado en algunas ocasiones, es si ese gasto sirve para algo. Parece que las cifras ya se han encargado de responder…