El gran atraco del IGIC |
Paulino Rivero afronta el final de su segunda legislatura como presidente del Gobierno de Canarias lanzando una iniciativa populista y de escaso o nulo recorrido. Afirma que los canarios que cobren más de 60.000 euros al año tendrán que pagar más impuestos a las arcas de la Comunidad Autónoma. Una medida que lanzó como respuesta a la demanda del PP de rebajar el tramo autonómico del IRPF a todos los canarios porque -dicen- el gobierno de Rajoy nos ha sacado de la crisis. Entre unos que gobiernan en las Islas (CC y el PSOE) y la oposición (que no lo es del todo porque también gobierna ayuntamientos, cabildo y en Madrid) nos tienen contentos a los ciudadanos (parados sin esperanza, empleados con el susto en el cuerpo, autónomos desesperados y la mayoría de los pequeños y medianos empresarios agobiados).
De todos modos, para no hacerles perder el tiempo, me centro en la decisión de Paulino Rivero (si es que la lleva a cabo en los pocos meses que le quedan al frente del ejecutivo canario). Y es que lo único que conseguiría con la misma es recaudar unos pocos euros o espantar a los que cobren más de esos 60.000 euros que ya buscarían cómo evitar pagar más. Pero, no ayudaría a mejorar la actividad económica ni a crear empleo que es lo que verdaderamente debería preocupar o procurar cualquier responsable público que se precie.
Sin embargo sí que habría una medida que ayudaría a mejorar el consumo y la actividad económica. Recuerden que la crisis (aunque todos los partidos digan -en la oposición- que hay que hacer lo contrario) subieron el IVA en la Península (el PSOE del 16 al 18% y el PP del 18 al 21%), y en Canarias, en 2012 se incrementó el IGIC del 5 al 7% (un 40% más, aunque alguno diga que sólo son dos puntos...). Los frutos que se perseguían con esa subida eran incrementar en 118 millones de euros la recaudación. Y así fue: en 2011 fueron 829 millones y en 2012, 931 millones. Pero claro, fue a costa de continuar siendo la región con más desempleados y sin que aumentara el consumo. Las cuentas del Gobierno eran claras: si de fondos europeos, estatales, autonómicos, cabildicios y municipales recuperábamos el 5%, con dos puntos más, llegamos a esos ciento y pico millones de incremento. El problema es que ya no son 118 millones, sino que en 2013 se recaudaron por IGIC 1106 millones de euros: 277 millones de euros más que en 2011 y casi el récord histórico que se produjo en 2007, el año en que arrancó la crisis y que el Gobierno de Canarias contó con 1125 millones de euros por IGIC.
El último dato disponible, la recaudación del IGIC de enero a julio de 2014, da la espectacular cifra de 777,9 millones de euros. Casi lo que se recaudo en todo 2011. Parece que este año la recaudación para el Gobierno de Canarias va a ser espectacular. Pero no olvidemos que en 2007 Canarias contaba con un 10% de parados y ahora estamos en torno al 33% de parados. Con muchísimas menos empresas, menos autónomos, menos cotizantes y menos ganas de todo. Y uno se pregunta ¿a dónde va a parar ese dinero? Porque la sanidad está perdiendo recursos a pasos agigantados, la educación vive un sinvivir, los servicios sociales te dan hora para dos años si quieres tramitar la discapacidad. La dependencia ni se la ve ni se le espera... Y si caes enfermo te descuentan de tu sueldo un pastón porque está prohibido enfermar. Y muchas más cosas...
¿Y qué tiene que ver ésto con el turismo? Pues muy sencillo. Si el IVA en la Península está en el 21% y aquí se situara el IGIC en el 5%, aparte de volver a una senda impositiva menos asfixiante, los turistas encontrarían en el comercio isleño un atractivo más para venir a las Islas Canarias. Una situación que facilitaría el auge del comercio que, históricamente, ha sido un referente para los visitantes de este Archipiélago. Y la fórmula dice que a mayor actividad más recaudación, a mayor imposición menos actividad. No lo digo yo, lo dicen los políticos cada vez que hay un debate y se ponen el casco de oposición que todo lo resolverá si gobierna para luego no hacerlo...
Pero claro, cualquiera le dice a los políticos (casi todos hacen lo mismo cuando tocan poder) que este país no sale de la crisis con más asfixia impositiva, sino con menos compadreo y mangoneo, con menos fanfarrones y matones de la 'universidad de la calle' dirigiendo medios públicos, o simplemente, reduciendo el número de organismos públicos (incluyo ayuntamientos) y de sedes que se multiplican cuando hay un reparto ya establecido porque el partido o el político a su cargo es de otra isla y se le antoja.
En definitiva, si sirve de algo esto que digo, deberían ser consecuentes y dejar de robar a la actividad económica para mantener un estatus político insostenible.