domingo, 24 de abril de 2022

Alegorías y alegrías del paisaje isleño


En Canarias podemos sentirnos muy orgullosos de nuestros creadores. Son muchos y los hay extraordinarios. Incluso tenemos un caso singular de dos artistas de diferentes islas y épocas, ya fallecidos, cuya huella es reconocible en los rincones más sorprendentes del Archipiélago, donde vemos su mano y, además, atraen la presencia de numerosos visitantes ávidos de contemplar y disfrutar su creación sobre el lienzo original del paisaje de las Afortunadas, con ciertos retoques que, además de ser obras de arte, mejoran la accesibilidad, incorporan nuevos usos y un cuidado estético que agrada a los visitantes sin afectar a la naturaleza.

Puede que no haya en el planeta un caso similar de artistas que hayan transformado el paisaje para convertirlo en una obra de arte (o como decían ellos: "Hacer de la vida una obra de arte") que, desde su concepción, tiene una finalidad turística. Un concepto o modelo que se ha mostrado exitoso, de puesta en producción del territorio a través de la creatividad, la exquisitez y el respeto a la naturaleza.

Néstor Martín-Fernández de la Torre y César Manrique son los artífices de ese trato al paisaje de unas islas que son uno de los territorios de mayor biodiversidad del mundo. Y así lo entendieron esas almas paralelas. Ellos, Néstor y César, son parte del milagro transformador de Canarias, especialmente las Islas de Gran Canaria y Lanzarote, pero también influyeron en la sociedad, logrando la complicidad de la comunidad para apoyar el nuevo modo de vida, la nueva relación hombre-naturaleza. Bueno, por lo menos lo intentaron y lograron un amplísimo consenso, aunque siempre hay quien exhibe su egoísmo y su mal gusto.

Su discurso, su trayectoria tienen los mismos fundamentos. Ya lo he comentado en varias ocasiones, pero en este caso les invito a jugar a descubrir las coincidencias de ambos artistas en torno a una obra que, además, titulan de forma similar: ‘Alegoría de la Tierra’ (Néstor. 1935. Real Casino de Tenerife) y ‘Alegoría de la isla’ (César. 1950. Antiguo Parador Nacional y hoy sede de la UNED en Arrecife. En 1951 es obligado a tapar los desnudos con añadidos de vestimentas). Con ambas obras, se puede realizar un sencillo ejercicio de búsqueda de similitudes y de coincidencias entre ambos murales. Aquí les dejo algunas y les invito a que busquen otras.

Coincidencias (sin ser exhaustivo)

  • Ubicación de figuras y elementos (cielo y tierra)
  • Flora de tuneras y aloe, drago y plataneras, frente a tuneras, piteras y palmeras
  • El camello: animal icónico en ambos artistas
  • Trajes típicos de Néstor contrapuesto el de Lanzarote
  • Figuras cargando cajas o seretos de tomates, frente a los gánigos con pintadera que nos muestra Manrique
  • Muestras de Arquitectura diferenciadas entre islas…

Más artículos que he escrito sobre los artistas



domingo, 10 de abril de 2022

Una isla de bienestar y cuidados

Centro Helioterápico de Maspalomas.
En marzo, junto a la primavera, la Institución Ferial de Canarias celebró la séptima edición de Expo Bienestar Canarias. Una nueva convocatoria dedicada esta vez a la ‘Riqueza personal y el equilibrio laboral’. Otras miradas sobre la salud, desde hace demasiados años desplazada a un plano secundario hasta que la pandemia nos ha demostrado su importancia. Una reflexión necesaria en tiempos de inseguridad y situaciones críticas que alteran el equilibrio emocional pero también sacan a relucir cualidades que no conocíamos, mientras reaccionamos ante las incertidumbres.

La temperatura era agradable y así se mantuvo toda la jornada. El sol lucía en el exterior del Palacio de Congresos, mientras las playas en el norte y el sur estaban llenas de turistas, como comprobó el grupo de ponentes junto a los hoteles donde se hospedaron. Un clima muy distinto al del continente, con bajas temperaturas, lluvia y nieve, tal como resaltaron durante sus intervenciones. Estaban contemplando en directo el mito de las islas de los afortunados, con el clima más saludable para el cuerpo y la mente. Un territorio que vive desde hace décadas en paz, en un mundo angustiado por la pandemia, la guerra y, aquí mismo, con un devastador volcán.

Pero volvamos al bienestar. De la leyenda a algo que se ha podido comprobar históricamente y documentar científicamente. Tras la colonización, descubrieron que las islas disponían de fuentes de aguas medicinales y un clima sin extremos. Donde todo sana. Todo lo que respiramos, la luz natural, los baños de mar, el oxígeno de los pinares o la laurisilva y una temperatura media anual de 24 grados. Hechos comprobados durante siglos por los numerosos científicos que se han interesado por estos laboratorios insulares de la naturaleza.

Gran Canaria, por su naturaleza volcánica, poseía manantiales de aguas termales. Debido a la composición geológica y volcánica de su suelo, rico en hierro, silicatos, gas carbónico, etc., se consideró que las aguas de sus nacientes tenían propiedades mineromedicinales, lo cual atrajo el interés de personas que buscaban sanar sus cuerpos, dando inicio al turismo de balneario, según la moda europea que comenzó en el siglo XIX. La Guía de Balnearios de 1947, cita seis balnearios en esa fecha: Los Berrazales, Cristo del Rincón, Firgas, Santa Catalina, San Roque y Teror. Desgraciadamente, el balneario emblemático de Azuaje se cerró en 1938 por razones sanitarias, y la riada de 1955 terminó por destrozarlo. Sin embargo, se ha mantenido la explotación de envasado y comercialización embotellada de las aguas: aguas de Firgas y de Teror.

La mayoría de estas antiguas instalaciones se encuentran en parajes de protección natural y paisajística, demostrando la vinculación de la naturaleza con el turismo de salud, que nos definió en la segunda mitad del siglo XIX como “isla saludable”, según las corrientes de moda que se han mantenido con la incorporación de nuevas propuestas como el Centro Helioterápico que se abrió en Maspalomas durante los 60 y 70 del siglo pasado, con sus excelentes resultados en la cura de problemas de la piel o los huesos, o las instalaciones de spa, saunas y tratamientos de todo tipo que imperan en la actualidad en la industria turística..

Ahora, Gran Canaria es un gran destino en ofertas específicas de turismo de salud y bienestar -Spa, Wellness & Health-, junto a turismo activo y de naturaleza, turismo náutico y turismo deportivo (especializado en ciclismo, triatlón y running). Tan bella y delicada es nuestra isla que casi la mitad de su territorio ha sido declarado Reserva Mundial de la Biosfera. Y es que cuidar de nuestro cuerpo y cuidar de nuestro planeta es una apuesta ganadora por el bienestar personal y de la comunidad.

sábado, 2 de abril de 2022

En la piel del Atlántico

Charco de Roque Prieto en Guía de Gran Canaria.

Salgo a recorrer la costa y observar la relación del océano con los volcanes, el encuentro o diálogo entre el Atlántico líquido con la Gran Canaria de roca y arena, donde el mar produce y lame heridas, muerde y arrastra. Siempre en pugna por el espacio, por el paisaje. Enfrentados pero también, a veces, embelesados y entregados a un juego inagotable de olas que acarician la piel de volcán y sus lágrimas de olivina, depositando los restos de roca, caracolas o arena llegada desde el Sahara. También hay lugares donde queda aprisionada el agua marina para evaporarse y dejarnos el sabor salitroso que se almacena en esas geométricas o anárquicas salinas y sus cocederos cuya sal cristalizada, hace siglos, valía como moneda de cambio, dando lugar a la palabra 'salario'.

Entre el mar y la tierra contemplo las sorprendentes y caprichosas figuras naturales, distintos materiales e incluso obras esculpidas por el hombre, como esos puertos, avenidas, industrias o urbanizaciones. Otros lugares de la costa, que se han convertido en muy populares en la isla, son los que forman grandes lagunas u oasis en la desembocadura de los grandes barrancos, como la charca de Maspalomas o el charco de La Aldea, una mareta natural que atrae millares de personas para celebrar una fiesta que rememora el 'embarbascado' aborigen (captura de pescados en charcas).

Los caprichos de la costa son muy diversos, pero también hay una serie de enclaves que sirven de refugio y disfrute para bañistas, como son las llamadas piscinas naturales, charcos de marea, charcones o maretas. Los hay de diversos tamaños y en muchos casos han sido adaptados en parte con rampas, escaleras para facilitar el acceso, o han sido complementados con muros y rebosaderos, manteniendo en gran parte el entorno natural modelado por el mar y la lava.

En Gran Canaria se han contabilizado 42 charcos y 60 vasos ('Charcos de marea de Canarias'. Alberto Luengo Barreto. 2018), ya que en un mismo charco podemos encontrar varios vasos. Más de la mitad de estos se encuentran localizados en un pequeño tramo de la costa noroeste de la isla, en el municipio de Gáldar, donde estas bañeras naturales son lugares de recreo para numerosos usuarios que no sólo se pueden bañar con seguridad en una costa muy agreste y batida por el mar, sino que además disfrutan de unas vistas y atardeceres de gran espectacularidad con la isla de Tenerife y el Teide dominando la escena.

Las obras 'blandas' realizadas en muchos de estos charcos de marea han permitido incrementar la superficie de los vasos y su seguridad, pero también han creado plataformas para que las personas que disfrutan de estos lugares de baño puedan tumbarse cómodamente a tomar el sol. De hecho, en algunos casos los charcos se encuentran junto a calas, los usuarios prefieren estas singulares 'piscinas' a las playas de arena. Bueno, en aquellos municipios que tienen playa de arena, porque en algunos no disponen de playa pero sí de charcos perfectamente acondicionados para todas las edades.

Otro caso sorprendente, es el de La Garita, junto a un 'bufadero' o 'surtidor' que lanza columnas de agua a varios metros de altura. Asimismo, los charcos del Castillo del Romeral forman casi una avenida para poder nadar. O La Laja, las charcas urbanas junto a la Avenida Marítima...

La costa de una isla como Gran Canaria, un continente en miniatura, ofrece cambios drásticos. Acantilados verticales de ruptura. Muros infranqueables. Playas de dunas, con sus camellos que desde hace siglos conforman su estampa, y una de las mejores playas del mundo: Las Canteras... ¿Te vas a perder esta variedad única en el mundo de tipos de playas y charcos?

  • [Artículo que publicará el próximo número del periódico It's Gran Canaria]