miércoles, 24 de febrero de 2016

La deuda de la sociedad con Néstor y sus hermanos

Hubo una etapa en la historia de esta isla en que la sociedad grancanaria estaba movilizada y unida. Las largas luchas para liberarse de la injusta política de la provincia única con capital en Santa Cruz de Tenerife acabaron (temporalmente) con una asfixiante etapa histórica con la división en dos provincias. Tantos años de opresión motivaron e ilusionaron a la sociedad con un futuro prometedor para la nueva provincia pero también para todo el Archipiélago que vivió un rápido desarrollo, especialmente en el ámbito del turismo. Esa sociedad civil se unió en torno a varios hitos y personalidades, en especial en el ámbito del turismo: Domingo Doreste (Fray Lesco) y su magisterio, Francisco González Díaz y su apuesta literaria ('Turismo y Cultura', 1911) y periodística ('Canarias turística'), la Escuela Luján Pérez y sus expresiones paisajísticas e indigenistas (Oramas, Felo Monzón, Santiago Santana, Jesús Arencibia, Antonio Padrón...), la complicidad de Pancho Guerra y Néstor Álamo, así como el empuje de la Sociedad de Fomento y Turismo, el Sindicato de Iniciativas y el Centro de Iniciativas y Turismo. Se podría elaborar una lista inacabable de contribuciones personales con experiencia viajera y visión sobre el futuro del sector turístico, como la familia Suárez Galván con su 'grand tour' por Nueva York, o Jerónimo Megías con sus vueltas al mundo. Pero, sin duda, quien sobresale es Néstor Martín-Fernández de la Torre, quien con sus hermanos (y una madre que creyó en su precoz creatividad), transformaron una ciudad que atraía turismo de salud en uno de los más exitosos destinos turísticos del siglo XX.

Néstor, Miguel y Rafael anticiparon las bases de una forma de entender el turismo que se adelantó en más de medio siglo a lo que hoy se acepta unánimemente como las pautas de relación entre el hombre y la naturaleza a través del programa MAB (reservas de la biosfera), si bien, nuestros artistas y 'profetas' fueron más allá de lo material o superficial en esa convivencia entre seres vivos, agua, tierra y aire. Néstor llegó mucho más lejos. Transmitía los sentimientos y experiencias a través de los sentidos y la inspiración artística de esa relación. Incluso hizo visible el futuro que podía deparar una correcta gestión de los recursos turísticos de la isla, como el caso de Maspalomas, A ellos debemos la idea de las infraestructuras que permitieron el desarrollo turístico y que contagiaron a los ciudadanos grancanarios (en una época en la que más del 90% de la población de la isla era analfabeta). Esas creaciones fueron el Parador de Tejeda, la tienda Fataga (parque Santa Catalina), la Casa del Turismo y el Pueblo Canario. Equipamientos realizados con un importantísimo esfuerzo de la sociedad y las instituciones de la isla.

Pero el legado de Néstor no se reduce al tipismo, para algunos bajo la etiqueta del regionalismo en boga en España o, más reduccionista, al considerarlo insularismo. Intentar limitar su concepción del turismo a estos calificativos es un error o una mezquindad si se hace premeditadamente. Y quizás sea esta la respuesta a que el Parador estuviera cerrado y abandonado durante décadas para después ser desvirtuado en su remodelación respecto al diseño integral que los hermanos Martín-Fernández le imprimieron. Lo mismo que la Casa del Turismo que se cedió a la administración estatal para garantizar su mantenimiento pero cuyo uso derivó en oficinas administrativas del Ministerio de Obras Públicas y casi desaparece en el proceso de reforma del parque Santa Catalina porque así lo había contemplado el arquitecto y que se evitó el derribo por la oposición de la ciudadanía. El Pueblo Canario no fue entregado a otras administraciones, pero su agonía se había puesto en marcha. De hecho, este conjunto figura como anécdota, no como excelencia creativa y de éxito turístico. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria elaboró un Plan Estratégico Turístico (contratado a Josep Chías) que situó el Museo de Néstor y el Pueblo Canario entre los productos 'B' de la ciudad y no como conjunto sino como piezas separadas, lo que demuestra que el experto catalán no entendió la trascendencia y oportunidades del Pueblo Canario.

Casa del Niño tras su construcción.

De la arquitectura de su hermano Miguel, basta añadir a lo comentado el estado de abandono de una de sus emblemáticas construcciones, la Casa del Niño.


Casa del niño. Estado actual.

Quizás este despropósito y abandono del legado de los hermanos Martín-Fernández de la Torre que arrancó a finales de los sesenta, llegó a tornarse en aborrecimiento, pero no de la comunidad, sino de su clase dirigente que olvidó la deuda contraída con esta saga como parte de una sociedad civil que hizo posible el 'milagro' del desarrollo insular. En vez de estudiarlo y actualizarlo (como hizo la familia condal al poner en marcha el Concurso Internacional de Ideas Maspalomas Costa Canaria), se inició un silencioso desprecio a su legado, lo que condujo a la crisis turística de esta ciudad y a la incontrolada devastación de los espacios turísticos, arrinconando por la vía administrativa a la sociedad civil y amparando la voracidad de enriquecimiento particular e inmediato con una exaltación casi religiosa del aumento hasta el infinito del número de turistas.

Hoy debemos reivindicar a Néstor como el gurú del turismo, el gran artista que nos dotó de un proyecto que debe ser revisado, actualizado y adaptado a la realidad social, tecnológica, ecológica y económica. Debemos averiguar cuáles serían las pautas para que el modelo de sol y playa que nos aboca a precios bajos, se cambie por un modelo que permita una mayor rentabilidad. Debemos saldar la deuda con Néstor y sus hermanos. Una deuda que implica recuperar su pensamiento y su visión. Probablemente sigan aportando respuestas a las dudas y necesidades del turismo en la isla casi un siglo después de que plantearan su proyecto, aunque a más de uno no le haga gracia.

6 comentarios:

  1. Mi agradecimiento y felicitación Michel vayan por delante, ahora es "ese momento esperado" para lograr lo que tras décadas ha parecido imposible. Sé que en ello estamos. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. En Gran Canaria nunca se ha entendido ni valorado la aportación de Nestor hacia la apertura turística... y menos la entienden los que piensan que la visión del artista se plasma en un Cajón de Cemento con funciones de pecera.

    ResponderEliminar
  3. En Gran Canaria nunca se ha entendido ni valorado la aportación de Nestor hacia la apertura turística... y menos la entienden los que piensan que la visión del artista se plasma en un Cajón de Cemento con funciones de pecera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No comparto que nunca se haya entendido ni valorado la aportación de Néstor. Otra cosas es el derrotero que algunos han querido dar a la apertura turística planteada desde la concepción nestoriana. De ahí que lejos de mantener viva su herencia se haya intentado ocultarla o degradarla.

      Eliminar
  4. En Universidades de Estados Unidos de América se estudiaa Néstor y su obra. Tengo constancia de ello. Algunos luchamos aquí para que sea asignatura obligatoria para los estudiantes, ya desde la enseñanza obligatoria, y en la población en edad no estudiantil sea orgullo y pasión. No sé si lo conseguiremos, pero seguiremos insistiendo en que realmente sea un símbolo de identidad y no un olvido más.

    ResponderEliminar

Tu opinión nos interesa...