Very tipical souvenir |
Esta situación perjudica a los comercios de souvenires y la venta de productos que en otros tiempos era rentable su compra en el lugar de destino (por ejemplo la sobrasada o las tortas mallorquinas), dado que conlleva un sobre coste en el momento de acceder al avión.
De ahí que, cada vez más, los recuerdos y regalos de viaje van disminuyendo en cantidad y tamaño según sea más barato el pasaje (curiosa contradicción), lo que ha puesto de moda la venta de imanes para la nevera y otros artilugios de pequeño tamaño y simbólico precio.
Lo último, aunque no tan pequeño, es la venta de aire de Praga, como recuerdo de la ciudad. El aire, supuestamente recogido en varios puntos de la capital de la República Checa, va guardado en una lata bien diseñada y se puede comprar también por Internet, con lo que el viaje no es necesario, pero bueno… Lo cierto es que ya hay gente que vive del aire, del cuento o estamos ante una campaña que complementa el lema de la conocida ciudad como museo al aire libre…
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