miércoles, 24 de junio de 2015

UD Las Palmas, marca, ciudad y turismo

Estadio de Gran Canaria.
Se logró, por fin y no sin sufrimiento, el ascenso a Primera División. Con jugadores de cantera, con pocos recursos y con una afición que ha superado los errores del año pasado ante el Córdoba exhibiendo lo peor de esta sociedad, al dar una lección de alegría colectiva reconocida incluso por los hinchas del Zaragoza.

Pero vamos al grano. ¿Cómo afectará a nuestras vidas y al turismo el ascenso de la Unión Deportiva a la Primera División de los Messi y Ronaldo...? ¿Podemos aspirar a paracernos a esos equipos con estrellas que brillan en el negocio futbolístico mundial y que sitúan a Madrid y Barcelona entre ciudades-marca o equipos-marca, aunque en sus camisetas no se cite a la ciudad, sino a las compañías aéreas Qatar o Emirates? Un panorama muy distante de nuestra modesta Unión Deportiva que dudo que llegue a ser abanderada de compañías aéreas chinas o árabes, y esperemos que mantenga un patrocinio tan modesto como el de la compañía Binter, aunque sea la que tiene el mayor índice de puntualidad del planeta.

De entrada, la empresa Atlantis Publicidad sitúa en 45 millones de euros por el flujo económico que generará el ascenso en un estudio sobre el impacto económico, al sumar las visitas de clubes de Primera División, transporte aéreo, servicios de hostelería y restauración, taxis y alquiler de vehículos o comercio, gracias a la llegada de equipos y sus seguidores, a lo que suma los impactos en medios (prensa, radio, televisión e internet) que además potencian las marcas Gran Canaria y Las Palmas de Gran Canaria, sobre todo en el mercado nacional, donde el conocimiento de nuestra isla es reducido. Los estudios publicados en otros casos de equipos que ascienden a Primera, coinciden en las premisas de cálculo, aunque casi ninguno aborda el tema de la insularidad. Otro aspecto que no vemos cuantificado en esos estudios es el incremento del presupuesto del club (derechos de imagen televisiva, aumento del precio y número de abonados, de las localidades, de la publicidad en torno al equipo, merchandising...). Y, en un ámbito intangible pero también vinculado al impacto económico, figura el incremento de optimismo y confianza de comercios, empresarios y consumidores, junto al impacto y repercusión mediática del equipo y el municipio como marca reconocida en el exterior.

Cabe señalar que hasta ahora, los derechos de televisión se los repartían mayormente el Madrid y el Barcelona, profundizando en el abismo entre estos y el resto de equipos de la categoría. Esta diferencia (discriminación) que se pretende corregir, se veía agrandada por el hecho de que estos equipos logran con más facilidad entrar en las competiciones internacionales, con lo cual reciben más ingresos por derechos de imagen y mayor impacto mediático.

Asimismo, hay que recordar que el impacto no es el mismo en una ciudad-isla que en una continental, en una ciudad turística de sol y playa, o una que destaque por su patrimonio e historia  (Córdoba, Zaragoza...), sin desmerecer de nuestro casco histórico.

Aún así, con la modestia de este territorio-isla con apenas un millón de habitantes, contamos con equipos y deportistas (y artistas también, pero dejémoslo para otra entrega) con un gran reconocimiento internacional, como Silva, Vitolo, Jesé, el propio Valerón, y otros muchos deportistas en el baloncesto, la vela, el golf, el windsurf, los consumos directos de transportes, consumo de bebidas y otros productos con motivo de la celebración de los partidos..., así como eventos de trascendencia internacional: el rally Islas Canarias, la regata ARC...

Los éxitos deportivos han tenido también su vinculación con el desarrollo y evolución de los equipamientos deportivos que se han ejecutado en la isla. El Estadio Insular y el Centro Insular de Deportes resaltaban la marca 'insular' frente a los actuales: Estadio Gran Canaria o el Gran Canaria Arena, que ya incorporan el nombre-marca de la isla. Otros equipamientos continuan en la dinámica de olvidar la 'venta' de la marca son los campos de golf: Bandama, Cortijo, La Minilla... Pero, todo se andará. Sobre todo si tenemos en cuenta que el equipo representativo es la marca más confusa posible: Las Palmas, que no representa a la ciudad ni a la isla, sino a la ya caduca existencia de la provincia.

Tenemos un equipo en Primera, un club de baloncesto subcampeón de la Eurocup, y una historia de ambiciones y logros que nos pueden llevar a continuar en Primera e, incluso, aspirar a la Champions... ¿Que es una locura? También lo fue salir del proceso concursal, o superar el trauma de la derrota ante el Córdoba en un vergonzoso espectáculo visto en todo el mundo. Pero estos casos nos han permitido conocer un equipo profesional que ha sabido gestionar estas situaciones y dejar en Primera un equipo saneado y con proyecto de cantera. Ahora habrá que ver si ese equipo gerencial (un presidente hábil comunicador y negociador junto a su director general, Patricio Viñayo, los abogados Mario Ghosn y Lino Chaparro...) y el área deportiva, aciertan con el nuevo escenario, retos y oportunidades. Que son una oportunidad extraordinaria para la sociedad de Gran Canaria y del Archipiélago.

Déjenme disfrutar con estas ilusiones y sueños, así como con estas elucubraciones sobre las posibilidades que se abren a esta ciudad gracias al ascenso a la liga de fútbol más seguida del planeta.

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