No es un cine, es un espacio turístico en Meloneras |
Como de estos procesos ya he publicado mis opiniones, me voy a limitar a hablar del nuevo hotel. Y no voy a contarles lo que ya ha salido en la prensa (número de camas, nueva orientación hacia el mar con sus piscinas, nuevos conceptos de restauración y la altísima fidelización de clientes que ostenta). Quizás sea más interesante para ustedes hablar del cambio o giro que esta cadena ha impuesto en los últimos años, al dejar de lado su política de construir establecimientos calcados en los distintos destinos donde se instalaban y que les valió el apodo de ‘hoteles VPO’, lo que no quita para que esta política fuera parte de su éxito durante décadas, ya que los clientes reconocían estar en un Riu donde tendrían el servicio que se ofrecía en todos y cada uno de los hoteles de la cadena.
Y es que este grupo turístico, íntimamente ligado al todopoderoso operador TUI, ha empezado a indagar por nuevos derroteros, sabedores de que el turismo está cambiando y ellos tienen que estar a la altura de las querencias de los nuevos clientes a los que tienen muy en cuenta a la hora de diseñar sus nuevos hoteles y los servicios que en ellos ofrecen. Pero no sólo han de anticiparse a los gustos de los clientes, sino también de algún profesional con espíritu emprendedor y a pesar de encontrarse muy a gusto en la cadena Riu ha probado en otras empresas donde se ha sentido con más capacidad de decisión.
Pero lo que es innegable es que esta cadena establecida en Canarias desde hace tres décadas hace honor de profesionalidad y dedicación al negocio turístico, al ser uno de los grupos más rentables –que no de los más grandes- del mundo. Con más de cien hoteles en una veintena de países, su expansión es constante y, además, procura adecuarse a los objetivos de eficiencia, sostenibilidad, accesibilidad y ha logrado una rápida adaptación a las tecnologías de la información y comunicación, amenazando a otros más ‘grandes’ en presencia en redes sociales. Y eso que la media de edad de sus clientes no es precisamente de adolescentes o jóvenes, sino más bien adultos con más de 45 años, principalmente alemanes y con un altísimo índice de repetición.
Quizás llegará el día en el que Riu supere los límites de sus hoteles (ya se ha atrevido a entrar en el mercado de los hoteles urbanos) para aventurarse en otros negocios, también relacionados con el turismo, con esa especialización y tematización que comienza a imperar en sus establecimientos, así como se atrevieron a dar el salto territorial a Baleares en 1953 y a Gran Canaria en 1985 con el Riu Palmeras, para convertir esta isla y, en particular Maspalomas, en su principal destino en el mundo, con nueve establecimientos a los que se suma el de Puerto Rico/Amadores.
Muchos son los profesionales de esta cadena que han salido de esta isla para organizar y dirigir en puestos relevantes el crecimiento de Riu en el mundo. Personas con las que tuve el privilegio y el placer de departir durante la ‘reapertura’ del hotel. Veteranos trabajadores y directivos que recorren el mundo de Riu (el próximo en Aruba)para orientar a los nuevos compañeros, conocer las necesidades y satisfacciones del cliente y ayudar a convertir cada establecimiento en una experiencia que el turista querrá repetir. Ellos lo tienen claro. ¿Y los grancanarios lo tenemos claro?
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