jueves, 6 de julio de 2017

El Confital y la crueldad contra César Manrique


Maqueta del proyecto de César Manrique.

De todos es sabido que hubo muchos intentos para que César Manrique dejara su huella en la isla de Gran Canaria y, sin embargo, no hubo posibilidad de que se materializara tal relación del artista con una isla con la que mantuvo una estrecha relación. Su colaboración se limita a algunas obras singulares: un mural en el Hotel Folías, otro en el Riu Palace Meloneras, una escultura de viento (tras su fallecimiento en 1992, hace 25 años) en la plaza de La Puntilla junto al Paseo de Las Canteras, y poco más...
Manrique en el restaurante Altavista.

Sin embargo, Manrique era reconocido y respetado (incluso temido), con una presencia estable en la isla grancanaria, e invitado a participar como uno de los ponentes en la I Asamblea Provincial de Municipios Turísticos, o cuando se planteó su colaboración en la realización del Hotel Oasis por Manuel de la Peña a lo que se negó por el papel que se le quiso otorgar y que, según el colaborador inseparable del arquitecto, Ulises Medina, el artista conejero rechazó con la frase “yo no hago trabajos de jardinería”. Asimismo, fueron llamativos los contactos para que asesorara al municipio de San Bartolomé de Tirajana para reconducir el desaguisado que se produjo en los setenta y ochenta en la 'joya de la corona' del turismo en las Islas Canarias, atribuyéndosele la respuesta al alcalde, Francisco Araña del Toro, que él pondría una bomba en lo urbanizado y empezaría de nuevo.


Campo de golf en El Confital en el proyecto de Manrique.
Otro de los intentos, que ha sido recordado recientemente por el digital miplayadelascanteras, fue el proyecto de parque marítimo en El Confital, una iniciativa que quedó en maqueta y que no pudo realizarse por inejecutable en su momento. Pero, lo que me mueve a escribir estas líneas no es el proyecto en si, discutible, discutido y no ejecutado, por no tener el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria fondos para realizarlo y encontrarse con el posible litigio con los propietarios de los terrenos (con compensaciones de suelo y demanda de devolución e indemnización planteada por sus antiguos dueños, la empresa Confital SA). Mi artículo se refiere a la crueldad con que algunos individuos opinan sobre el proyecto y no recuerdan la realidad en la que se produjo aquella propuesta.


Poblado de chabolas en El Confital.

Hemos de recordar que El Confital fue en 1991 el mayor barrio de chabolas del Archipiélago, donde las casetas de temporada que acogían a personajes como el ex jugador de fútbol del Betis y el Real Madrid, Rafael Gordillo, a pesar de la insalubridad del lugar y que año tras año se consolidaba como un espacio marginal donde habitaba todo tipo de personas y se traficaba con todo tipo de productos. En 1990, El Confital fue noticia nacional cuando los niños José y Celia Tacoronte, de dos y tres años de edad, respectivamente, murieron carbonizados al arder la chabola en la que vivían por un incendio que comenzó cuando los pequeños permanecían encerrados en el interior de la infravivienda ya que su madre, Candelaria, había acudido a ayudar a un amigo que tenía dificultades con su automóvil...

Ante ese escenario, la posibilidad de rehabilitar la gran bahía tenía que contar (en aquellos momentos) con un proyecto que supusiera un relanzamiento de la ciudad -a instancias del entonces alcalde Emilio Mayoral Fernández- y que, además, pudiera mantenerse económicamente, por lo que se apostó por el ejemplo de éxito de Lago Martiánez en el Puerto de la Cruz en Tenerife, donde César Manrique convirtió un espacio litoral de casi nulo valor en uno de los atractivos y reclamos turísticos de la isla hasta la fecha.

Síntesis de la idea de Manrique.
En aquella época era difícil concebir un espacio que no pudiera mantenerse económicamente, con un ayuntamiento sin recursos económicos. De ahí que se planteara un proyecto avalado por la experiencia y la firma del artista.

Ahora casi nadie recuerda aquella situación y todo son elogios a una recuperación y tratamiento integrado en el paisaje de aquel litoral. Los surferos, bañistas y deportistas están encantados, incluso los nudistas. Todo un éxito. Pero eso no quiere decir que no reúna otras potencialidades como uno de los pulmones o el mayor parque marítimo de la isla. Al igual que el conjunto de La Isleta, hoy en manos del ejército y con incertidumbres sobre su titularidad en caso de que el Ministerio de Defensa abandone aquellos terrenos. Pero eso será otra historia...

4 comentarios:

  1. Como siempre sensacional Michel. Te comento que en materia de obra de César en LPGC me llevé la sorpresa al visitar la Casa del Marino y descubrir un hermoso mural del conejero universal. Está en lo que fue una especie de capilla antaño y hoy es el salón de actos del centro de FP que hay alli hoy dia. Merece la pena verlo.

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  2. Coño, menos mal, por una vez no estoy desacuerdo contigo, fue los años de lucha contra proyectos similares con aquello de Confital, zona natural para uso popular. No fue solo una "idea" ante una situación, el proyecto de Manrique era uno más de aquella época, de finales de los ochenta principio de los noventa, donde la especulación y pelotazo eran del orden diario y sin la participación de los movimientos vecinales de la época, el Confital no sería lo que es hoy, aunque lo cierren de nuevo. Un abrazo. Matías Campos

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  3. Menos mal que el proyecto no se llevó a cabo, hubiera sido un grabe error,el Lago Martiánez no tiene nada que ver con El Confital.

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