martes, 28 de abril de 2015

Nepal. Tragedia y turismo

Un padre cuida a su hija tras el terremoto.
A todos nos resultan familiares los nombres de Everest, Annapurna, Potala, Kathmandu... Evocadores topónimos de mundos perdidos y de proezas de alpinistas que intentan tocar el cielo desde los picos más altos del planeta. Un país difícil, el Nepal, en el que viven 28 millones de personas en las condiciones más duras de clima y falta de recursos, lo que lo sitúan entre los diez países más pobres del mundo, lastrado además por un sistema de castas y prejuicios de todo tipo que lo anclaban casi en la prehistoria.

Sin embargo, esas características lo convertían en uno de los lugares más atractivos para el turismo de naturaleza, de aventura, espiritual y solidario. Si, turismo solidario, que aunque muchos repudien de la actividad turística, ésta tiene variables sorprendentes y muy comprometidas socialmente.

Una de las oportunidades para la mejora de las condiciones de los nepalíes era el desarrollo turístico, pero se trataba de un turismo muy diferente al de Maldivas, París o, incluso, Maspalomas. Estamos ante un país que recibe mucho turismo mochilero, sea para practicar alpinismo o trecking, o para vivir en campamentos o viviendas muy modestas con alquileres muy bajos. Aún así, la Organización Mundial del Turismo (que ha emitido un comunicado de pesar por el trágico terremoto), recoge que en 2013 llegaron a éste país unos 800.000 turistas que dejaron unos 436 millones de dólares. El turismo representa para Nepal el 4% del Producto Interior Bruto, pero está muy sujeto a las condiciones meteorológicas y a los impulsos de la naturaleza. Cada año hay algunos fallecidos por diversos motivos, pero estos últimos años han sido muy trágicos para este país del Asia Meridional. El ciclón Hudhud del pasado mes de octubre (más de 200 desaparecidos y 40 muertos) provocó una importante caída del turismo, pero el terremoto de 7,8º en la escala de Richter y sus réplicas también importantes ha provocado la destrucción del país, de numerosos monumentos históricos y un recuento de víctimas que ya supera los 4000 individuos.

La reacción ha sido inmediata. Se han cancelado el 90% de las reservas de pasajes para llegar al país y se ha pasado de un país absolutamente pobre a una emergencia social y sanitaria que desborda la capacidad del territorio más alto del planeta.

La solidaridad mundial es ahora la prioridad, pero también nos muestra la fragilidad de este planeta a escala humana y, sobre todo, en aquellas áreas dependientes del turismo como sector principal de la economía. No olvidemos el tsunami de Tailandia, el volcán islandés y los perjuicios que ocasionó a la navegación aérea en Europa, el terrorismo o los conflictos sociales en el entorno mediterráneo, los accidentes de aviones o barcos, e incluso el impacto que puede tener el vertido de los depósitos de combustible de un pesquero sobre la zona turística de playa de Canarias.

Hay que esforzarse en la prevención, pero también se ha de atender la comunicación correcta en estos casos y, lamentablemente, los organismos que se hacen cargo de ello en estas islas no tienen los recursos adecuados para hacer frente a las situaciones de crisis (perdonen que me repita...)

Pero no quiero terminar este artículo sin indicarles aquí dónde pueden ayudar y mostrar la solidaridad con el pueblo nepalí que suma una gravísima situación a su drama de pobreza y atraso:

domingo, 19 de abril de 2015

Teror.es/tipismo

Colorido multicultural en Teror.

En septiembre de 2014 participé en la presentación de un libro acerca de la figura de Ignacio Quintana Marrero, director de periódicos y de la revista turística Isla realizado por José Luis Yánez y que me invitó a prologar. Quintana Marrero fue un entusiasta defensor y visionario del patrimonio y el turismo de Teror. Mi intervención señalaba que IQM no habría dejado de innovar, de mejorar y engrandecer la fiesta mariana pero también la actividad turística en Teror.

Dicho y hecho. Los ediles de la Corporación de Teror me convocaron a finales de año e iniciamos las reuniones para organizar las Jornadas de Patrimonio y Cultura dedicadas a la fiesta como patrimonio y su papel turístico, ya que este año se celebra el 50 aniversario de la declaración de la romería del Pino como Fiesta de Interés Turístico. Un programa que desarrollamos con gran rapidez porque la aportación de todos (en especial de José Luis Yánez y Fernando Suárez) hizo que fuera muy sencillo dar rienda suelta a la creatividad y la osadía.

No voy a hablar de todo lo hecho durante esta semana (3 exposiciones, 5 conferencias, 6 conciertos, 3 talleres y cursos –incluyendo el del maestro del cuatro venezolano Gustavo Colina, 5 degustaciones de productos gastronómicos, dos coloquios y un concurso fotográfico). Me voy a centrar en un acontecimiento que debería continuar, consolidarse y crecer en la medida de lo que puede significar para Teror y para el turismo como fenómeno globalizador. Estamos ante la oportunidad de consolidar en Teror el centro mundial del ‘tipismo’ como fuera concebido por el propio Néstor Martín-Fernández de la Torre.

Este encuentro tenía como objeto mostrar en la vía principal de la villa el colorido, los bailes y ritmos del tipismo de distintos puntos del planeta tal como sucede cada 7 de septiembre durante la romería del Pino como expresión del tipismo grancanario. Una reunión que reconociera el principio de diálogo cultural compartido entre ciudadanos de distintos países, lenguas, credos (o no), razas... y convertir esta confluencia en un acto solidario, con la entrega de productos a las organizaciones que atienden a los más necesitados.

Tuvimos reuniones con el Cuerpo Consular y otros colectivos pero, como todo lo que comienza, la reacción ha sido tímida aunque con la convicción de que la idea es interesante y necesaria. Aún así la ilusión se ha convertido en realidad. Modesta, pero suficiente para aprender y constatar sus posibilidades. Un acto que llenó de color, danzas y sonidos distantes gracias a la participación de los grupos América Baila, Sentir de Venezuela, Coral de Maspalomas, Asociación de Amistad Canario-Marroquí, Mariachi Luceros del Norte y la agrupación Buchito de café, además de colectivos de Bolivia, Cuba, Marruecos, Venezuela, Guatemala y Puerto Rico, entre otros. Hay que reconocer la implicación de los cónsules de Guatemala, Marruecos y Cuba.

De entrada, todo salió con el orden y seguridad necesarios, gracias a la predisposición y experiencia del personal municipal de Teror y la voluntad de los responsables municipales, en especial su alcalde, teniente de alcalde y ediles de Cultura y Turismo. A ellos hay que sumar el esfuerzo y apoyo de dos terorenses que aportan iniciativa y entusiasmo: el propio José Luis Yánez y el activista cultural, Fernando Suárez.

Dicho esto, vamos a lo importante. Teror es la villa donde se celebra una romería tradicional que fue objeto de inspiración para Néstor Martín-Fernández de la Torre para recrearla en su obra ‘Boda canaria’, su propuesta de tipismo. Néstor Álamo, el compositor, escritor, investigador y responsable del Museo de Colón, fue encomendado hace unos sesenta años para convertir la romería en un evento de tipismo, tradiciones y turismo.

Tras este tiempo, se ha consolidado el espacio, los contenidos (semana cultural, festival Teresa de Bolívar...) y el éxito se convirtió en su propio defecto: la masificación, el botellón o el tener que rechazar la oferta de otros colectivos a los que no se le podía incorporar a la romería porque se haría inacabable la presencia de grupos de la isla, de las islas y de otras comunidades o países. Por ello, se plantea consolidar una fiesta del tipismo global en el escenario más adecuado: Teror. Un complemento necesario para incrementar el atractivo de la villa para combatir el ‘todo incluido’, y que tiene como fruto la presencia de más de 1000 turistas cada día (unos 500.000 al año) sin contar con los asistentes a las fiestas del Pino, del Agua u otras.

El encuentro, como la romería del Pino, tiene su atractivo en el folclore y la vistosidad de las vestimentas. Pero en este caso se debe aprovechar para realizar una amplia oferta y exposición de gastronomía, artesanía, exposiciones, cursos y talleres (que pueden incluir idioma, símbolos...). Asimismo, ofrece una oportunidad para el comercio local, que debería adaptarse a los nuevos tiempos: cambiar el mobiliario de sillas de plástico publicitarias, abrir terrazas, llevar vestimenta típica, una decoración adecuada... Esto debería contar con el apoyo del Gobierno, que no sólo se debe invertir en planes de modernización en los destinos como hace la empresa pública Gesplan, sino en los recursos turísticos como esta villa.

Como toda novedad, habrá que corregir muchas cosas para que cada vez sea más exitoso. La elección de las fechas (mucho frío todavía para la celebración y coincidencia con el ESPAL en Vecindario), la ubicación y medios para las actuaciones y la zona de gastronomía y artesanía, la difusión, el orden y recursos de los grupos... Una serie de aspectos que habrá que solucionar. Pero sobre todo hay que conseguir la participación y colaboración de otros grupos y entidades (en especial el Cuerpo Consular), al tiempo que la propia comunidad educativa local que debe aprovechar esta oportunidad para desarrollar un proyecto de multiculturalidad en el que implicar a los consulados y comunidades con el conocimiento de diferentes países y culturas. En fin. Mucho por hacer y una oportunidad más para este municipio ante su próxima mayoría municipal.

lunes, 13 de abril de 2015

Ajuy, una joya geológica mundial sin aprovechamiento turístico

Turistas en las cuevas de Ajuy (La Provincia).
El trozo de territorio más antiguo de Canarias es un espectacular monumento natural de “materiales antiguos de extraordinario interés científico, en el que están presentes sedimentos oceánicos y fósiles de animales marinos ya desaparecidos”. De hecho, este trocito de tierra podría dar las claves de la separación de los continentes americanos y africano. Este lugar, de más de 30 millones de años de antigüedad se adelantó en seis millones de años antes al resto de la isla majorera y el conjunto del Archipiélago Canario. Si usted visita este lugar podrá ver a través de diferentes capas el origen y formación de Fuerteventura, con tal variedad de sedimentos ígneos y volcánicos que lo hace merecedor de figurar entre los cien espacios de mayor interés geológico del mundo.

El enclave de las Cuevas de Ajuy forma parte de un conjunto más amplio en el territorio majorero y que está formado por cuevas, playas, piscinas naturales, el único barranco con un cauce de agua que corre todo el año hacia el mar, entre otros atractivos que incluyen un agradable pueblo de pescadores cuyos restaurantes siempre satisfacen el apetito de los turistas.

La mayor parte de estos terrenos son propiedad de la entidad Paraje Natural de Ajuy, cuyos propietarios han intentado poner en valor como recurso turístico, pedagógico y original en la isla de Fuerteventura, con la creación del Consejo Asesor de Las Cuevas de Paraje Natural de Ajuy SL, así como la mejora de las condiciones de seguridad, limpieza e información para los visitantes. En este sentido, intentaron hace varios meses cobrar por la visita al lugar, con los permisos necesarios para ello, y con la contratación de catorce personas residentes en el municipio de Pájara, principalmente en el pueblo de Ajuy. La empresa, además, elaboró material divulgativo en varios idiomas y usó uniformes y mobiliario para la vigilancia, atención e información de los turistas.

La oposición de numerosas personas dio lugar a que el Cabildo Insular solicitara a la Demarcación de Costas paralizar la actividad, lo que ha impedido el desarrollo de una actividad turística en una isla con escasas oportunidades para actividades rentables en el turismo, reducidas casi exclusivamente al establecimiento Oasis Park, y el polémico proyecto de la Montaña de Tindaya con graves conflictos por la pretensión de intervenir en su interior a pesar de tratarse de un lugar protegido por las leyes de espacios naturales y de Patrimonio Arqueológico.

Sorprende que con el ejemplo exitoso de Lanzarote (Jameos, Los Verdes, Timanfaya...) en la utilización de espacios de alto valor natural para la actividad turística, en Fuerteventura no se haya aprovechado este enclave espectacular que recibe a diario numerosos visitantes. Unos visitantes que se encuentran con un acceso abandonado, sin recursos de interpretación, con cierto riesgo y, sobre todo, dando una imagen de desidia por los recursos naturales y turísticos que no es propia de un destino de calidad europeo.

Podríamos decir que este caso es uno más de tantas arbitrariedades y falta de visión de las instituciones canarias, ya que algunos recursos con posibilidades de convertirse en referentes turísticos, se pierden en decisiones contradictorias y contrarias a los derechos de los titulares de la propiedad. Muy al contrario de otros que sin ser propietarios del suelo y con ventajas fiscales extraordinarias, logran a velocidad de crucero poner en marcha acuarios o parques acuáticos en suelo público.

La parcela figura en el registro de la propiedad de Pájara con la referencia catastral 35016 A001000030000XL a nombre de la citada empresa, con el nombre de Barranco de Ajuy. Asimismo, contaba con la autorización de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial para la “Actividad de visitas guiadas” con el expediente 2013/2185; y la Demarcación de Costas de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente había dado la autorización para las visitas guiadas con el número de referencia AUT02/14/35/0002 ADP/14/102, con las tasas pagadas para dicho fin en el Centro Gestor de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar con fecha de 28 de julio de 2014.

En este caso, considero que la empresa propietaria tiene el derecho a poner en explotación este recurso con la colaboración y apoyo de las administraciones (local, insular y autonómica) pero también ha de tomar ejemplo del desarrollo de la actividad turística en Lanzarote, donde los residentes en la isla no pagan por entrar a los Centro de Arte, Cultura y Turismo. Un coste que tendría que asumir la empresa por su responsabilidad social al usar un espacio de altísimo valor ambiental que a lo largo de los siglos ha sido disfrutado por los majoreros. Pero los vecinos de la isla serían además embajadores o divulgadores de uno de sus espacios de mayor reconocimiento mundial.

jueves, 9 de abril de 2015

La fiesta del Pino y su atractivo turístico

Cartel de las Jornadas.
Las XI Jornadas de Patrimonio y Cultura  (ver programa y nota de prensa) que organiza el Ayuntamiento de Teror estarán dedicadas en su edición de este año a la vinculación de la fiesta popular con el turismo, dado que se celebra el 50 aniversario de la declaración del Pino como Fiestas de Interés Turístico.

El programa de actividades que se va a desarrollar cuenta con mi colaboración y la de otros destacados terorenses como el imprescindible Cronista Oficial de la Villa, José Luis Yánez, el combatiente gestor cultural, Fernando Suárez, los concejales de Cultura, Sabina Estévez, y de Turismo, Santiago Ojeda, junto a la técnica municipal de Cultura, Obdulia Domínguez. Asimismo, además de la estrecha implicación del Ayuntamiento, está la complicidad (colaboración) del Cabildo grancanario, Donuts, Aguas de Teror, Hecansa, Binter... Y con los primeros pasos de la implicación del Cuerpo Consular y las diferentes comunidades residentes en la isla.

El programa elaborado para estos días arranca el viernes 10 de abril con la inauguración de tres exposiciones (“Yo tuve un tío en América. De Santa María de Guía a Wall Street” -enriquecida con un grupo de imágenes de Osorio que no se exhibieron en Las Palmas de Gran Canaria ni en Santa María de Guía-, las imágenes del concurso fotográfico “Descubre otro Teror” y una muestra de la obra de Carlos Guillermo Domínguez). El lunes 13 arrancarán las Jornadas con un programa repleto de conferencias, talleres, conciertos y proyecciones.

El sábado 18 empezará una nueva aventura con la celebración del I Encuentro intercultural y solidario, con la participación de grancanarios cuyos padres, abuelos o ellos mismos provienen de otros países y comunidades. Gentes que conviven con los grancanarios y residen en la isla aportando aquellas singularidades y aspectos positivos de sus culturas. La idea es que sea una fiesta de tipismo intercultural, en la línea de las propuestas lanzadas por Néstor Martín Fernández de la Torre (la boda canaria) y Néstor Álamo (encargado de dar forma a la romería del Pino hace unos sesenta años), uniendo la vestimenta tradicional o recreada con la música popular como lenguaje de la comunidad y a la vez universal. En este caso lo religioso permanece silente, para dar paso a la comunicación y diálogo entre culturas diferentes pero que desean convivir en paz en esta isla como ejemplo para el mundo.

No olvidemos que estas fiestas cumplen este año su primer medio siglo desde que se declararan de Interés Turístico por el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne. Acontecimiento que merece la pena recordarse y dar un nuevo impulso. ¿Te animas?