domingo, 21 de febrero de 2021

Ruinas u oportunidades en la Selva de Doramas

Vista de la nave desde la carretera.
En la carretera que lleva desde Teror a San Mateo, donde hay un viejo mojón, voluminoso, que marca el kilómetro 28. Se encuentra un lugar privilegiado y desconocido para observar el norte de la isla y, particularmente, la capital desde lo alto, un observatorio de la región del alisio... Pero es también el punto kilométrico donde unos emprendedores crearon un taller de carpintería que se hizo un nombre en Teror, en Gran Canaria y en otras islas: Taimatic. Una industria que creció. Creció mucho, a pesar de su ubicación alejada de todo. Una gran demanda, junto a un buen oficio y esfuerzo fueron las claves del éxito de un nombre que se hizo visible en una nave industrial entre montañas y tierras de cultivo. Donde hace siglos existió la Selva de Doramas que cubría de laurisilva el norte de la isla.

Taimatic es otro ejemplo de que el municipio de Teror tiene una tradición industrial notable. Desde los molinos de gofio a los embutidos, repostería, el Nik o los donuts industriales, la Fuente Agria... la patrona de la isla...

El Pino canario dejó unas raíces profundas, como polo de atracción de miles de visitantes, cada día y especialmente en septiembre, pero hay actividades que no pueden crecer a 28 kilómetros o más del cliente, y encima sufrir una carretera tortuosa con tramos que complican el tráfico de camiones, haciendo muy costoso el transporte de mercancías y personas.

Taimatic no sobrevivió a la crisis de 2009 y su muro de bloques ya no produce esa enorme mancha blanca y azul, sobre el verde de la zona de Arbejales y San Isidro. Ahora se ve cómo la humedad devora ese gran muro, dejando una herida de cemento que se pudre en el paisaje de las medianías de la isla.

Le he planteado esta situación a la concejala de Turismo del Ayuntamiento de Teror,  quien va a recabar información sobre la situación del inmueble. Un espacio que debe dar lugar a una reflexión sobre la oportunidad que supone la recuperación paisajística de esa sobresaliente atalaya. Solucionar el problema que supone el progresivo deterioro de las ruinas de una industria en un lugar donde no debió instalarse, pero ¿cuándo se planificó que la Villa dispusiera de una zona industrial para facilitar las cosas a los/as emprendedores? De esa falta de visión, estos resultados...

El hecho es que la instalación no debe convertirse en un problema sino en una oportunidad. El lugar es amplio y la demolición de las instalaciones puede dejar un espacio donde la repoblación cierre la herida en la tierra y se pueda complementar con usos que den respuesta a la población de la zona y a los pocos excursionistas que transitan por este punto kilométrico...

La nave en una imagen de 2012.

 

sábado, 20 de febrero de 2021

¿Cuándo dejamos de rechazar el fueloil?

Molinos en la Selva Negra (Freiburg, Alemania)
Hay un proyecto para llevar a Gran Canaria a una descarbonización en el consumo energético que -junto al resto del Archipiélago- aspira a cumplir los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, jurídicamente vinculante para España (y Canarias, claro). En esa estrategia que recoge el Plan de Transición Energética de Canarias, Gran Canaria ha trabajado durante décadas en diversas acciones, una de las cuales es el proyecto de central hidroeléctrica reversible Chira-Soria, recogida como una de las distintas alternativas, que también figura en la planificación eléctrica estatal en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2021-2030). Una iniciativa que se ha estudiado, corregido, transformado y modificado atendiendo a las alegaciones formuladas por organismos y entidades, públicas y ciudadanas. Tras la información pública que tuvo lugar entre el finales de julio y principios de octubre del año pasado, ahora corresponde a los funcionarios públicos que forman parte del Órgano Ambiental de Canarias (lo que antes hacía la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias, Cotmac), informar sobre la propuesta presentada (conocidas las alegaciones formuladas) para realizar la Declaración de Impacto Ambiental. Un documento que podrá ser recurrido, sólo que en dicho caso se tendrá que demostrar por los recurrentes si se incumple alguna ley.

Afortunadamente, vivimos en un país donde hay una muy variada y avanzada legislación y garantías jurídicas en el ámbito autonómico, estatal y europeo, que permite fiscalizar y comprobar si el Cabildo (por unanimidad de su Pleno), el Gobierno de Canarias (también con apoyo unánime del Parlamento regional) y, sobre todo, los funcionarios de dichas instituciones, no han tenido en cuenta alguna norma.

Así es. Existe abundante legislación sobre el suelo, el patrimonio, la flora, la fauna, la naturaleza, ¡el cielo!, el paisaje… Leyes de calidad y de última generación, porque hemos ido ganando derechos, gracias a la movilización ciudadana. Derechos que hemos de exigir que se cumplan. Y permítanme recordar a uno de los protagonistas de que las instituciones europeas y los gobiernos de la Unión hayan contemplado el paisaje como un bien público. Este adelantado o visionario fue José Miguel Fernández-Aceytuno, a quien homenajeamos en las Jornadas del Paisaje de Gran Canaria.

En cuanto al caso que nos ocupa, Chira-Soria, vemos que no es un caso aislado aunque sí diferente. Son muchas las torretas que atraviesan nuestro territorio, de alta o media tensión. Con su impacto visual. Pero no es el único elemento que podemos ver en nuestro horizonte limitado. Están las antenas de telefonía instalada en el pico de Las Nieves y que son visibles desde cualquier punto de la isla, o la proliferación de aerogeneradores, con sus aspas girando en un territorio que ha sido bendecido por la corriente casi permanente con una gran potencia, como es la costa este de la isla (Arinaga) que junto a Tarifa es de los puntos de Europa con mayor potencial eólico, con más de 4000 horas efectivas al año, cosa que no disponen en Tenerife, donde tienen que ocupar más territorio con paneles solares al no disponer de la ‘mina de viento’ que tienen Gran Canaria o Fuerteventura. Por ello, para la ‘carrera’ hacia la descarbonización, El Hierro ya ha demostrado cómo puede cambiar el modelo con su estación de bombeo hidroeólica de Gorona del Viento, seguida por Gran Canaria en cuanto disponga de la central Chira-Soria. Un proyecto que no sólo recoge la estrategia autonómica en elaboración, sino que se contempla que es necesario ampliar la producción hidroeléctrica reversible con el uso de otras presas.

¿Y qué daño hacen las torretas? Pues un enorme impacto visual. Aunque, generalmente aceptamos los molinos, pero no las torretas. ¿Es más artístico, mimetizado o humano el diseño de los molinos, su movimiento, la línea? A primera vista, sí. Una torreta es un amasijo tipo ‘Mecano’ (cosas del pasado), con forma de gigante o de mole que se eleva sobre un paisaje. Pero no hay país que no tenga torretas, ni población que no las necesite. Soterrar no es barato, pero tampoco menos impactante. Una línea de alta tensión soterrada tiene que ir en una galería de 1,8 metros de ancho por 1 de alto, para lo cual hay que excavar (imagínense meter excavadoras por esas laderas) y cada 900 metros hay que construir una cámara de empalme. El dilema, entonces, está entre la propuesta del Cabildo de utilizar la carretera para canalizar el agua desalada y la línea de alta, o esta actuación en un tramo y el resto del tendido en torretas, como defiende la empresa adjudicataria. Pero bueno, algo hay que hacer para que las torretas no aparezcan en todos los ‘selfies’ (autorretratos con cámara del móvil) que nos hagamos cuando vayamos de senderismo por la isla. De ahí que esperemos con interés lo que determine el órgano ambiental del Gobierno de Canarias sobre el impacto ambiental de la obra y su red, conocer las medidas correctoras que se establecerán para minimizar los impactos que -como cualquier obra humana- se producirán en la ejecución de un proyecto de estas características. De entrada, en el proceso de información pública se redujo a la mitad el número de torretas previstas (se pidió que se soterrara todo el trazado, pero se demostró su inviabilidad). Por lo que al final se optó por presentar una propuesta con menos de la mitad -37- de las torretas previstas inicialmente por la empresa Red Eléctrica Española (REE), que no dejan de ser un número importante, pero que serán visibles por su tamaño que viene a ser aproximadamente la mitad del tamaño del muro de la presa de Soria.

No obstante, creo que el papel de Órgano Ambiental del Gobierno es muy administrativo, donde lo que prima es comprobar si el proyecto cumple con el marco legislativo. Y el paso de una línea de alta tensión puede cumplir con las normas, garantizar la seguridad ante unos temporales que podrían ser más frecuentes y más fuertes con el agravamiento de las condiciones naturales a causa del cambio climático. Pero, las presas ya están hechas, que es lo que verdaderamente impactaría en caso de que no existieran. No obstante… ¿no habrá un modelo o una forma de mimetizar este tipo de instalaciones? Así podríamos diferenciarnos, por lo menos hasta que haya otra fórmula más ‘humana’ para transportar la energía a los puntos de distribución y, lograr una red eléctrica insular mejor, más robusta, más fiable y que posibilitará una mayor y más rápida penetración de las energías renovables con un vuelco en la gestión del agua tan escasa en la isla y, por supuesto, acabar con las chimeneas y los humos que vierten las centrales térmicas… porque parece que hemos olvidado el rechazo al consumo de fuel contaminante que es el principal causante del cambio climático que se nos viene encima. 

martes, 16 de febrero de 2021

El eurodiputado que reparte sensibilidades ecológicas

Pacto Verde de la UE
Estimado Juan Fernando López Aguilar. Eurodiputado por el PSOE

Me asombra tu opinión sobre el proyecto Chira Soria, al asegurar en Televisión Canaria que este proyecto “preocupa a cualquiera que tenga sensibilidad ecológica en Canarias. Y no digamos a alguien que haya nacido en Gran Canaria y conozca esos paisajes. Y lo que creo es que es imprescindible que se escuche debidamente a la ciudadanía y a las organizaciones cívicas que se han puesto en marcha para llamar la atención sobre los riesgos medioambientales del proyecto. Creo que deben ser escuchados. No se les puede despachar de manera displicente o decir sencillamente que obedecen a algún interés oscuro, creo que debe ser debatido en profundidad porque todo lo que altere el medioambiente hay que saber que [supongo que se refiere al proyecto] camina de manera en la dirección contraria de la prioridad estratégica que ha cifrado la Unión Europea, una agenda verde y digital de sostenibilidad medioambiental. Por tanto, creo que la gente que se ha movilizado tiene como mínimo que ser escuchada”.

Bueno, como grancanario y creo que comparto la opinión de otros muchos y muchas (me refiero a las instituciones, organizaciones políticas, empresariales y sociales) nos preocupa la situación ecológica de Canarias, su dependencia del fuel, su carencia de agua… y tu posicionamiento de ninguneo a los trámites que ha tenido el proyecto y a los órganos de representación. De hecho, ningún organismo público ha incumplido los procedimientos, ni se da el caso de rechazo al proyecto por parte de ninguna organización política -incluido su partido, el PSOE- con representación institucional. Personalmente, conozco esos paisajes, y sé que desde hace medio siglo se construyeron dos presas enormes que siguen ahí. Y me ilusiona que por fin le vamos a dar el máximo aprovechamiento que siempre soñamos, respetando el entorno real y actual, para poder recuperar la naturaleza gracias al agua que ‘lloverá’ desde el mar. Espero que esto te demuestre que quienes apoyamos el proyecto también somos sensibles con la ecología. No digo que más, pero tampoco menos que quienes lo rechazan.

Habla de riesgos medioambientales del proyecto. Espero que se siente con los autores del mismo, con las asociaciones empresariales, con el Jardín Canario, con el Museo Canario, o con el Instituto Tecnológico de Canarias, para que le puedan aclarar cuáles son esos riesgos y no asustar a la gente con hipotéticas realidades que no han sido descubiertas por los técnicos, ya que de ser así el proyecto habría sido denunciado y paralizado desde hace años.

Dice que hay que escuchar a quienes se oponen a la ejecución del proyecto Chira Soria. He visto un debate en la Universidad entre detractores y técnicos especialistas que refutan los argumentos de los primeros. También ha habido una comisión en el Parlamento de Canarias, con participación de varios opositores y contestados por los especialistas en el proyecto. El resultado fue que (¿por primera vez?) el Parlamento de Canarias apoya un proyecto por unanimidad. En el Congreso de los Diputados se ha presentado por Ana Oramas una batería de preguntas al respecto… Podría continuar indicando ejemplos de encuentros sobre este tema ¿Eso es ‘despachar de manera displicente’? ¿Qué más quiere que se les diga a los opositores? ¿En Bruselas tendrán más eco con sus propuestas conservacionistas? Sí, digo conservacionistas porque lo que defienden no es ecología, ni la Agenda Verde de la UE. Porque si se la lee, verá que en la primera línea se señala que la amenaza principal es el cambio climático. Y este proyecto habla de eso, no de cuántos árboles o torretas son necesarias para que Gran Canaria tenga un sistema de renovables que ponga fin al uso de fuel.

Puede comprobarlo en la web de la Unión Europea... No se la voy a transcribir, pero cada línea refuta sus declaraciones. Estamos ante un proyecto que impulsará la neutralidad climática de la isla. Pero eso ya lo sabe y no entedemos cómo lo olvida o lo confunde.

Pues sí, la gente tiene que ser escuchada. Se les escucha, se les insta a participar en los procedimientos, se incrementan los plazos de información pública, incluso hay gente que se moviliza para defender el proyecto. Espero que nos escuche también…

viernes, 12 de febrero de 2021

Accusatio non petita

El futuro es de todos/as y depende de todos/as
Días atrás, un buen amigo -empresario hotelero- me preguntó abiertamente que quién financiaba la Iniciativa Ciudadana que apoya el proyecto Chira Soria, del que soy (por voluntad propia) uno de sus portavoces, insinuando que mi papel estaba remunerado... Francamente, me resultó sorprendente la afirmación categórica. El proyecto, la empresa que lo ejecuta y las instituciones que lo apoyan tienen sus recursos para divulgar el proyecto y defenderlo de cualquier ataque, por lo que nuestro papel no va por ahí, pero no ha sido el único que lo piensa. Ayer me preguntó un periodista "¿A tí qué te mueve ser portavoz de una plataforma con apoyo total del partido político Nueva Canarias?". Le respondo que el proyecto está apoyado por todos los partidos con representación en los ayuntamientos de la isla, en el Cabildo y el Parlamento de Canarias. Me dice que no le respondo a su pregunta. Le digo que no apoyo a nadie, sino al proyecto, y al Instituto Tecnológico de Canarias (ITC, entidad pública especialista en renovables y desalación de agua del mar, con 30 años de actividad...). Y, de remate, me pregunta si cobro del ITC, como si dicho organismo necesitara de plataformas para justificar su posicionamiento técnico y científico... pero el periodista reiteraba así su convencimiento indiscutible de que la plataforma ciudadana está a sueldo de alguien. A sus órdenes.

O sea, que aquí no se puede opinar sin cobrar. ¿Será así en todo? ¿A cuánto se paga la pieza de opinión sobre cosas que nos afectan a todos/as? Conozco a muchos de los defensores del proyecto y también a muchos de los detractores, y dudo que alguno cobre por ello, ya sea de empresas, partidos o instituciones. De hecho, todos/as echamos horas a intentar conocer con más detalle el proyecto, lo cual es muy importante y edificante, porque como sociedad civil nos preocupamos por conseguir que un proyecto tan necesario y urgente pueda mejorarse. En mi caso, decidí apoyar la Iniciativa Ciudadana y eso es un compromiso que asumo en la medida de mis posibilidades. Y me ha costado tiempo, muchas jornadas recabando y contrastando información, escribiendo (para mí es algo tan necesario como respirar) y asistiendo a un programa de radio y otro de televisión. Otro componente ha hecho una web muy modesta y otra compañera un perfil en redes sociales. En definitiva, la nuestra es una aportación modestísima, pero con un constante debate sobre la situación y el futuro energético y del agua en Gran Canaria, lo que augura que la Iniciativa Ciudadana tendrá un recorrido bastante más largo que este momento de discusión.

Pero, para ser sinceros, lo que me decidió a participar activamente fue ver cómo algunas personas hablaban de llenar de torretas la isla, de dinamitar el paisaje y de llenar la presa de Soria con agua salada. Afirmaciones graves que me alarmaron pero, leyendo un poco, vemos que son mentiras o verdades a medias. Entiendo y comparto (desde que tengo memoria) la tensión emocional de los isleños con su paisaje. No es novedoso. No es algo individual sino colectivo. No es exclusivo, sino de toda la comunidad. De ahí que existen asociaciones de defensa del paisaje, o para fomentar el uso de la bicicleta (se creó una plataforma contra los carriles bici en la capital insular, no lo olvidemos). O sea, que la opinión, cuando está sustentada en hechos reales, favorece el enriquecimiento de las propuestas a través del debate y las alegaciones. De hecho, el proyecto Chira-Soria en trámite ha suprimido o reducido el impacto, gracias a las aportaciones valiosísimas que se han formulado y las que quedan por plantearse por los encargados de evaluar el impacto ambiental.

Hoy apoyo esta iniciativa, sin cheques en blanco a quienes la promueven. Porque me aterra la emergencia climática que se nos viene encima. Hay amigos que no coinciden conmigo, pero ayer y mañana estábamos y estaremos codo con codo defendiendo otras causas que consideremos positivas para el futuro de la isla.

Sólo pido que haya respeto. Que acaben los ataques e insultos personales, las acusaciones de que quien opina lo contrario es porque le pagan con fondos de reptiles, no porque pueda pensar de distinta manera. Luchar juntos para acabar con esta lacra de mezquindades y demostrar a la sociedad que la opinión y la participación es propio de sociedades democráticas.

Y repito, sin que nadie  me pague para decirlo: creo que Chira-Soria no es el fin del mundo, sino que podría ser el principio del nuevo mundo, que sustituya al que nos ha llevado a esta situación de emergencia, de riesgo de extinción como especie después de tanto daño y contaminación que hemos vertido a la biosfera, esa fina piel entre el suelo y la atmósfera donde vivimos, en el único planeta que tenemos.

  • PD. el título de este post es un juego de palabras que altera el orden de la célebre frase: "Excusatio non petita accusatio manifesta"


domingo, 7 de febrero de 2021

El erróneo dilema ecologista sobre Chira-Soria

Ecologismo o conservacionismo.
Leo en el diario digital canariasahora que el proyecto Chira-Soria se convierte en un 'campo de batalla' (no me gusta el término belicista y menos en un debate sobre medio ambiente) entre conservacionistas y energías renovables. Hasta ahí, más o menos, va bien la cosa, salvo que luego indican que de un lado se posicionan los ecologistas y de otro lado un indefinido espectro (en el que me incluyo y reivindico su ecologismo). De hecho, en el rechazo al proyecto que está ahora mismo en trámite de evaluación del impacto ambiental, encontramos diversas sensibilidades y posiciones. En el apoyo están quienes creemos que el proyecto es bueno para Gran Canaria y para la ecología, para el planeta. Una iniciativa que cuenta (cosa inusual) con la unanimidad de las instituciones (ayuntamientos, Cabildo y Parlamento de Canarias).

Por ello me pregunto si sólo quienes rechazan el proyecto son ecologistas, según ha calado en la prensa. Y creo que no, si me atengo a lo que significa Ecologismo: "Ideología que extiende y generaliza el concepto de ecología al terreno de la realidad social; propone y defiende la búsqueda de formas de desarrollo equilibradas con la naturaleza y basadas en el uso de energías renovables que no contaminen". Y añado que "el ecologismo ya no es solo una utopía necesaria, sino una clave política del realismo ético de nuestro tiempo". Máxime en la situación de emergencia climática a la que nos enfrentamos en una cuenta atrás imparable... Por eso creo que este proyecto basado en energías renovables permite el desarrollo equilibrado para la población grancanaria con la naturaleza, ya que las presas ya están construidas, hay que hacer una estación subterránea para almacenar la electricidad, a lo que se suma llevar el agua a la cumbre gracias a este proyecto.

Volviendo a la polémica sobre el supuesto ecologismo del rechazo al proyecto, considero que denunciar el impacto paisajístico (torretas, estación subterránea, vertido de salmuera...) es conservacionismo, no ecologismo. Y gracias a que existen estas posiciones de defensa del paisaje o de especies de flora y fauna, se enriquece el proyecto y permite ser más rigurosos y exigentes a la hora de su tramitación, tal como se puede comprobar en las alegaciones y condicionantes al proyecto inicial que se incorporaron, así como las exigencias que establecerá la declaración de Impacto Ambiental que prepara el Gobierno de Canarias. Porque las energías renovables no son un cheque en blanco para cualquier intervención sobre el territorio. 

Esto me trae a la memoria cuando fui directivo -entre los años 80 y 90-, de la Asociación Canaria para la Defensa de la Naturaleza (ASCAN), fundada hace 50 años por Gunther Kunkel, Luis García Correa, Servando Peláez... y otros pioneros de la lucha medioambiental en España, ya que ASCAN y ATAN (en Tenerife) fueron las primeras asociaciones de este tipo en España. Y dejaron una fabulosa herencia, como el 'Libro Rojo' de la naturaleza de Las Palmas ('Inventario de los recursos naturales renovables de la provincia de Las Palmas'), donde se abogaba por crear en Gran Canaria un Parque Nacional. Sin embargo, la sociedad evolucionó y se nos llegó a tildar de conservacionistas por los incipientes grupos ecologistas (Magec), pero aún así continuamos la progresión y fui uno de los asistentes a las distintas asambleas para la constitución de la Federación Ecologista Ben Magec, en representación de la Asociación que en aquellos momentos contaba con más de 1.000 socios y tuvimos como presidentes al geógrafo José Julio Cabrera Mujica y al biólogo Luis Felipe López Jurado. De hecho, firmé la constitución de Ben Magec en Mazo (La Palma), y también vivimos el primer enfrentamiento entre ASCAN de Gran Canaria y de Fuerteventura con la Federación, a cuenta de nuestro recurso contra el establecimiento de un parque eólico en el istmo de La Pared (Jandía), al entender que dicha instalación perjudicaría a los cada vez más escasos guirres (alimoches) en la isla. De hecho, nos convocaron en el vivero de Tafira a una reunión con otros grupos ecologistas y un representante de Greenpeace, quienes defendían tajantemente la penetración de las energías renovables frente al posible impacto sobre una especie en peligro de extinción. Nosotros éramos conservacionistas y los demás defendían a ultranza el ecologismo. Una opción que no he abandonado, más bien todo lo contrario, al compartir con muchos expertos la necesidad de frenar el deterioro del paisaje (no sólo el de montaña, sino también el urbano  periurbano, industrial, agrícola y litoral) siendo coordinador durante tres años de las Jornadas del Paisaje de Gran Canaria.

Hoy, en la polémica sobre Chira-Soria, la Federación Ecologista forma parte de las personas y entidades que se posicionan contra el proyecto. Ben Magec - Ecologistas en Acción de Canarias confirma su rechazo al proyecto Chira-Soria por considerarlo “incompatible con la conservación de los valores ambientales”, y añade que es “desarrollista al no contemplar otras alternativas progresivas basadas en el ahorro y la eficiencia energética”. No hemos llegado aún a conocer la declaración de Impacto Ambiental del Gobierno (prevista para abril), que determinará cómo afecta el proyecto a la zona y sus valores ambientales, pero ya se han posicionado. Y no sólo eso... rechazan que quienes han dedicado años de esfuerzo y trabajo altruista por la Federación puedan opinar y recordar su papel en la consolidación del movimiento ecologista. 

Pero no veo su posicionamiento ante diferentes intervenciones y opiniones volcadas sobre alternativas posibles, donde se habla de baterías de ion-litio (que no se fabrican en Canarias, tienen una vida útil limitada y generan residuos), cosa que como mínimo requiere una explicación. Así como la defensa de centrales de hidrógeno, de energía maremotriz... Proyectos que en un futuro próximo podrían tener su encaje, pero actualmente no pueden compararse con el complejo que aprovechará la existencia de las presas Chira-Soria. De hecho, el físico y director del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), Gonzalo Piernavieja, considera necesaria esta infraestructura pero advierte que es insuficiente, adelantando que podrían ser necesarias otras centrales hidroeléctricas reversibles (con las presas existentes, o como propugnan algunos, construyendo nuevas presas o balsas más próximas a la costa, donde la presa del Conde), para facilitar el desarrollo de las energías renovables como alternativa al fuel en la isla, ya que cada día que se retrasa la puesta en marcha de la central continuamos consumiendo toneladas de fuel que aceleran el cambio climático.

En resumen, me resulta imposible señalar un único bando como representante del ecologismo en esta polémica. De hecho, considero que apoyar Chira-Soria es una propuesta ecologista.

sábado, 6 de febrero de 2021

100 Goronas del Viento

Chira-Soria y Gorona, o viceversa...
Esta semana he intervenido en Radio Las Palmas y Televisión Canaria. He explicado por qué hay un grupo de ciudadanos que se suman a la unanimidad de las organizaciones políticas con representación institucional, al considerar una gran oportunidad la central hidroeléctrica reversible Chira-Soria, porque permite dar el máximo aprovechamiento a dos de las mayores presas del Archipiélago canario, al usarlas como 'pila' de agua y también de electricidad. Un proyecto que ni es un 'ecocidio' 'arrasador', 'caduco', ni 'faraónico' sino que garantizará el desarrollo de las energías renovables, con vistas al máximo consumo de éstas en el territorio insular. Un proyecto que une la obtención de agua dulce, para embalsarla como nunca se vio en la isla, y dará apoyo a las instalaciones de energías renovables para poner fin al uso de combustibles fósiles que provocan la emergencia climática que se avecina.

Al margen de anécdotas llamativas, como que hace décadas que se buscan soluciones para producir energía, como el denominado 'Sistema Integral VF',  ideado y patentado por el escritor e inventor Alberto Vázquez-Figueroa, un ejemplo de este sistema lo tenemos cerca: Gorona del Viento en El Hierro, una central hidroeólica que usa la energía de varios aerogeneradores para desalar agua y llenar dos balsas que intercambian el agua para producir electricidad. La balsa mayor tiene una capacidad para 380.000 metros cúbicos. Hasta la puesta en marcha de Gorona, la isla se suministraba de electricidad con una estación de fuel de 15 MW. Las energías renovables han sustituido los gases por el viento, el sol y el agua. Pero eso se acabó.

Sin embargo, los dos embalses herreños se encuentran -cada uno- en una Zona de Especial Conservación. La de Ventejís y la de Timirijaque. Un impacto evidente, pero también un efecto positivo al dejar de quemar 6.000 toneladas de fuel al año. A pesar de que Gorona está participada por Endesa (cuyo accionista mayoritario es la empresa del estado italiano ENEL), propietaria de la estación de fuel.

Un proceso parecido es el que se va a ejecutar en el barranco de Arguineguín, la central hidroeléctrica reversible Chira-Soria, consistente en desalar agua en la costa, con energía eólica que también se usará para impulsar el agua tratada hasta la presa. La primera duda que genera es el impacto de la salmuera, producida al desalar y vertida al mar, en un litoral que está catalogado como Zona de Especial Conservación. Aunque al entrar en detalle, vemos que la costa protegida como ZEC abarca desde Tarajalillo (Aeroclub), hasta el Charco en La Aldea, una cuarta parte de la costa de Gran Canaria. En todo este territorio, se señalan en la cartografía oficial dos sebadales en ambos extremos de la ZEC y, al parecer, no los hay o son menos relevantes entre la Punta de Maspalomas y Guguy. De hecho, en esta zona intermedia hay una quincena de desalinizadoras (en el Archipiélago tenemos más de 300). Y se anuncia que ésta, la de Chira-Soria, tendrá un novedoso sistema de dispersión creado en la ULPGC, así como se añade que emitirá menos del diez por ciento de salmuera de lo permitido por la normativa europea. Un gran avance... ¿Y si esta desaladora fuera el inicio del fin de las que más salmuera vierten?

Otro asunto es la conducción de agua hasta la presa. ¿La Declaración de Impacto Ambiental recogerá la exigencia de aprovechar la carretera, mejorándola, para que bajo su asfalto discurra el agua como un río contracorriente que desembocará en la Cumbre? Si fuera así, la población de este barranco tendría más seguridad y comodidad para moverse.

Pero, lo más importante es que ya están construidas las presas. Una enorme inversión de nuestros antecesores con visión de futuro. Infraestructuras para aprovechar al máximo, tras décadas de presencia casi testimonial, y así disponer de casi 40 Hm3 (cuarenta millones de metros cúbicos) que es 100 veces la capacidad de Gorona del Viento, para reverdecer Gran Canaria (lema mantenido por los presidentes insulares, desde la época de Federico Díaz Bertrana y repetido insistentemente por Carmelo Artiles). Pero, sobre todo, para frenar la intrusión de agua salada en la isla por la sobre explotación de los acuíferos. Un fenómeno que se produce en toda la costa este y sur de la isla. Pero es en Arguineguín donde más se adentra el agua salina, hasta el mismo muro de la presa de Soria. Un motivo de alerta máxima por la pérdida de calidad de nuestro escaso suelo.

Por último, tenemos el 'cacho estadio', que otros llaman 'la catedral'. Este es el corazón que dará vida al sistema, es la 'pila eléctrica' soterrada, desde donde se dará soporte a un 20% de la demanda eléctrica insular, que se sumará al 18% actual, y favorecerá el crecimiento de estas fuentes de energía en un 30%. Con sus 200 MW, reducirá el papel de las centrales térmicas de Tirajana y la de Jinámar, que suman 1.000 MW, y consumen de 100.000 toneladas de fuel al año.

No olvidamos las torretas. Los soportes para transportar la electricidad a las estaciones y a los consumidores. Estamos expectantes para conocer la Declaración de Impacto Ambiental para saber si se precisan, cuántas y dónde se ubicarán. Y valorar sus inconvenientes paisajísticos respecto al beneficio de esta instalación eléctrica. Unas desafortunadas piezas que demuestran el poco ingenio y sensibilidad paisajística y artística del mundo de la ingeniería, si bien en caso de que surja una alternativa más eficiente y menos contaminante, mañana o pasado mañana, la desinstalación no presentaría problemas... Pero por ahora, lamentablemente, tenemos unas islas en las que políticos y operadores eléctricos o de telefonía exhiben en picos montañosos y fachadas de cascos históricos su omnipresencia descarada...

En conclusión. Chira-Soria es un proyecto como Gorona del Viento cien veces mayor en capacidades para una isla necesitada de estas instalaciones que garanticen la energía de fuentes renovables para una población también cien veces mayor. Y en caso de que se rechace este proyecto nos podríamos plantear si se debería cambiar Gorona por otro tipo de instalación menos 'ecocida'...