domingo, 18 de marzo de 2018

Un arte militante inspirado en el turismo


Guía de 1910 con un grabado de mujer con mantilla
Quizás los alumnos y alumnas de la Escuela Luján Pérez no fueran partisanos, tal como recoge el periódico La Provincia en declaraciones de Jonathan Allen durante la presentación del libro que conmemora el primer centenario de esta institución. Y digo quizás porque los verdaderos partisanos fueron los promotores y el profesorado de esta institución, surgida en una etapa histórica de grave crisis en Gran Canaria, sometida al agonizante colonialismo (crisis del 98) y a la opresiva e injusta capitalidad tinerfeña de la provincia única de Canarias. Pero, al margen de la historia de esta comunidad mal avenida, de lo que quiero hablar es de la influencia de la Luján Pérez en el turismo y del turismo con la citada Escuela.

Por ello, es necesario contextualizar el surgimiento y primeros pasos de esta entidad, ya que cinco/seis años después de la creación del Cabildo Insular de Gran Canaria (y 9 años antes de la división provincial) surge la Escuela Luján Pérez. La iniciativa partió del sueño de una sociedad que carecía de equipamientos educativos (y otros muchos) con un índice de analfabetismo y subdesarrollo dramático, retratado en las obras ‘Recuerdos de un noventón’ de Domingo J Navarro, o ‘El verano de Juan el chino’ de Claudio de la Torre. Aunque también podríamos recurrir a la célebre guía de viajes ‘Tenerife y sus seis satélites’, de Olivia Stone.

En esa situación histórica surge el sueño de educar y compartir la aventura del arte sin discriminación. Inclusivo. Y esa visión la tuvo un grupo de personajes entre los que figuraban un intelectual que se formó en Salamanca con Unamuno como referencia y amigo, Domingo Doreste ‘Fray Lesco’. Y dos artistas: el bohemio Juan Carló y la excelencia de Nicolás Massieu.

Guía ilustrada por Néstor
Todo apuntaba a un espacio con grandes oportunidades en un territorio yermo. A pesar del antecedente que daba nombre a la Escuela: Luján Pérez, quien supuso el broche de oro a la imaginería barroca en España. Pero el arte canario estaba aún por mostrar todo su potencial en el siglo XX, tanto por los artistas que destacaron en el ámbito internacional (Néstor Martín-Fernández de la Torre en el simbolismo y el modernismo, Óscar Domínguez en el surrealismo o Manolo Millares en la abstracción, entre otros). Y podría haber destacado muchísimo más con su inagotable 'cantera' de artistas de no ser por la frontera insular. Entre otros, los participantes del movimiento indigenista surgido en la Escuela Luján Pérez, el lugar donde creían que el arte formaba parte del alma y por ello abrieron sus puertas a cualquier persona que quisiera aprender.

El fenómeno del indigenismo canario sólo es entendible en el contexto social y político internacional, unido a la permanente introspección del isleño hacia sus raíces, hacia esa realidad dual de herederos de un mestizaje entre colonizadores y colonizados. Esa búsqueda artística de la identidad popular que pretendía mostrar los personajes más humildes en sus labores y trabajos, lejos de los movimientos artísticos de moda -los ‘ismos’- y los artistas del contexto revolucionario (la Luján se crea coincidiendo con la Revolución Rusa).

Pero es así, la Escuela surgió inspirada en principios de diferentes sensibilidades sociales y culturales: intelectuales, mecenas conservadores, jóvenes revolucionarios, masones (un apartado que es difícil concretar por la persecución que sufrieron tras la sublevación militar). Pero también gracias al esfuerzo de varias instituciones como fueron el Museo Canario, el Gabinete Literario y la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. Del Museo sabemos de la actividad masónica de Dr. Chil y de su esposa, creadora del periódico ‘La Afortunada’, organización de la que encontramos numerosas referencias en la obra del pintor Néstor Martín-Fernández. Por otra parte, Fray Lesco, en su idea de instituir esta Escuela, pensaba en las ideas pedagógicas de Enrique Pastalozzi o el krausismo.

Guía de 1920 con mujeres con mantilla
El indigenismo se nutre de estos  apoyos y de la vocación altruista de los notables grancanarios, pero también se inspira en la búsqueda de los orígenes culturales, etnográficos, naturales y paisajísticos de la vida insular. Es un trabajo de introspección hacia lo popular y lo original. Una búsqueda que también, a su manera, realiza Néstor con sus Visiones de Gran Canarias y poemas del Mar, La Tierra, o promoviendo el interés por el folclore, sin olvidar otras aportaciones como los personajes de los cuentos de Pepe Monagas en la literatura de Pancho Guerra.

A pesar de que este colectivo artístico pusiera en valor los paisajes de la isla, sus personajes y lo tradicional e histórico, sólo la propuesta nestoriana del 'tipismo' tuvo proyección en las guías y promoción turística, no así el indigenismo artístico que apenas protagonizaría la imagen del destino salvo en algunos mapas, tipografías e ilustraciones que realizaron artistas como Felo Monzón o Santiago Santana para las guías turísticas. Pero es en la revista ‘ISLA’ editada por el Centro de Iniciativas y Turismo entre 1946 y 1969, donde colaboran casi todos los artistas de la Escuela, así como numerosos intelectuales y escritores que pondrían de manifiesto las diferentes visiones de Gran Canaria. Una colaboración o complicidad artistas-turismo que se mantuvo durante décadas, pero que ya ha desaparecido.

jueves, 15 de marzo de 2018

Canarias, cuna del ‘hombre lobo’ y ‘La bella y la bestia’

Antonieta Gonsalves.
Uno de los personajes que ha inspirado grandes obras de ficción llevadas a la literatura y al cine es el canario Pedro Gonsalves, Petrus Gonsalvus, Pierre Sauvaige o Pedro Piloso (1537, Tenerife, Islas Canarias, España - 1618, Capodimonte, Viterbo, Italia). Un individuo que no destacó por ser uno de los jefes tribales o régulos de los menceyatos de la isla tinerfeña, sino por la sorprendente enfermedad hereditaria que llamó la atención al conquistador castellano, Alonso de Lugo, al conocerlo.

Tras la conquista de Tenerife comenzó el periplo de este niño de la nobleza guanche por mercados de esclavos –no hay constatación histórica de esta etapa- que culminaría en la corte francesa de Enrique II, no como un bufón, sino como el ‘buen salvajeal que dieron educación y refinamiento social, con formación en humanidades y latín, la lengua reservada para la aristocracia. De hecho, el rey le nombra ‘sommelier de panneterie bouche du roy’ (servicio de boca del rey), para equipararlo a la nobleza por su vinculación con la realeza guanche, y le otorga un sueldo de 240 libras anuales.

Pedro padecía la enfermedad de la ‘hipertricosis universalis congénita’ en su nivel más visible y acusado. Giulo Alvarotto representante italiano en la corte francesa describe su aspecto y destaca que todo el cuerpo y rostro “está recubierto por una fina capa de pelo, de unos cinco dedos de largo de color rubio oscuro”, aunque se puede “apreciar bien los rasgos de su cara".

Enrique II desde el primer momento lo consideró como muy valioso, pues era una rareza en la Europa de aquella época. El conocimiento de la lengua castellana del rey francés, le permite hablar con el niño, quien le dijo que su nombre es Pedro Gonsalves, que proviene de Tenerife y que su padre era un jefe tribal de los antiguos guanches. La mentalidad parisina en el siglo XVI, relaciona el aspecto del muchacho con los mitos del salvaje y de unas islas en medio del Océano Atlántico envueltas en la leyenda.
Agustín Millares, Cocteau, Néstor Álamo y Juan Rodríguez
La reina Catalina de Médicis, a la muerte de Enrique II, busca esposa a Pedro, a la que conoce el mismo día de la boda en 1573. Se llamaba Catherine Raffeliny, la cual estaba horrorizada por la idea pero era una orden de la reina que quería comprobar si la enfermedad era hereditaria. De este matrimonio nacerían seis hijos, tres niños y tres niñas, Madeleine, Enrique, Françoise, Antonietta, Horacio, y Ercole. Sólo en dos de sus hijos no se repitió la enfermedad, fue su hija Françoise y su hijo Ercole, y hay constancia que la Hipertricosis afectó a sus nietos. Cuando Catalina de Médicis fallece, un duque, el de Mayenne, ofrece la familia a Ranunccio Farnese, el duque de Parma.

La curiosidad que desató esta familia se refleja en diversos cuadros localizados en el Castillo Ambras, Innsbruck (Austria). También hay grabados en la Nacional Gallery of Art de Washington (Estados Unidos), así como en la colección de la Cámara de Arte y Curiosidades creada por el Archiduque de Austria Fernando II, donde también se conserva el célebre retrato de Vlad Tepes (Vlad lll, nacido Vlad Drăculea, más conocido como Vlad el Empalador, príncipe de Valaquia, al sur de Rumania, entre 1456 y 1462). Curiosa coincidencia de que en el mismo espacio se encuentren los retratos de los personajes de terror: el hombre lobo y el conde Drácula.

A los 80 años de edad, el hombre lobo canario muere en Capodimonte. Fue en 1618. Catherine Raffeliny en 1623. Su historia duró 40 años. Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve basó en esta historia el cuento de La Bella y la Bestia (1740).
Lola Massieu, Cocteau y (d.) Jane Millares y Mercedes Geara
Y el tiempo  volvió a reencontrar esta historia con las islas, cuando en 1961 arribó a Gran Canaria Jean Cocteau, escritor, pintor y director de cine, entre cuyas obras destaca la primera versión cinematográfica de ‘La Bella y la Bestia’. Un artista que fue recibido con gran entusiasmo por los artistas e intelectuales isleños, con un encuentro con un entusiasta grupo en la sede de la Escuela Luján Pérez.

Este recibimiento contrastaba con el que le ofrecieron los representantes de la dictadura franquista, ya que poco antes de su llegada a la isla se hacía pública la convocatoria de la "Conferencia de la Europa Occidental para la amnistía de los presos y exiliados políticos españoles", en cuya convocatoria figuraba el artista francés como uno de los firmantes. Cocteau respondió que “es conocida mi condición de apolítico”, si bien esta situación impactó en el famoso dramaturgo y regresó anticipadamente a su país lo que causó estupor en el mundo cultural de la ciudad que despertó de un sueño en el que uno de los grandes artistas del momento huyó de la isla tras comprobar la realidad de la persecución de las ideas y las libertades.


domingo, 11 de marzo de 2018

'Tormenta perfecta' sobre el Centro de Iniciativas Turísticas

Libro sobre 'Isla', revista del CIT
El Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria rechazó, el pasado 23F, una moción presentada por Ciudadanos para averiguar qué ha decidido el grupo de gobierno (PSOE, LPGC Puede y NC) respecto a las dependencias que deja de disfrutar en el Pueblo Canario  -desde su inauguración- el Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria. La portavoz de C's también preguntó si existe un proyecto sobre el contenido que se dará al conjunto arquitectónico y un plan para este espacio singular y único en Canarias. 

La moción incluye propuestas para dinamizar este emblemático entorno que es la más destacada realización de los hermanos Martin-Fernández de la Torre. Pero la respuesta a su moción fue la confirmación del desahucio del CIT y la inexistencia de un proyecto o plan para el futuro del original antecedente de parque temático.

Esperaba una reacción o explicación del CIT, e incluso la opinión o solidaridad de otras entidades de la sociedad civil grancanaria como el caso del SKAL Club cuyos archivos se conservaban en el CIT, pero no he encontrado nada. El silencio.

Y creo que no encontraría mejor ocasión el CIT para proclamar la necesidad de la participación ciudadana desde colectivos profesionales que vayan más allá de los aspectos laborales, empresariales o políticos. Normalmente éstos están más preocupados por el corto plazo y el rédito personal o corporativo que por hacer realidad la tan cacareada participación. Por lo que es preciso que haya colectivos como el CIT que aporten otras miradas, experiencias e iniciativa. Y no cuento aquí cuánto ha aportado el CIT a está isla porque ya hay varios libros que lo recogen.

Fernando del Castillo, actual presidente del CIT
A estas alturas del debate sobre el desahucio del CIT, no sé si ésta entidad tiene un proyecto o plan para su presencia en el Pueblo Canario. Por lo menos no lo he encontrado. Incluso si tienen un proyecto o idea para el conjunto del recinto nestoriano o para el futuro turístico de la isla. Pero estoy convencido de que su expulsión del Pueblo Canario no contribuye a que este colectivo social pueda recuperar su vigor e iniciativa, ya que recibirá un duro revés para su supervivencia. Aún están a tiempo de evitar el desahucio y demostrar que el turismo es pieza fundamental de nuestra sociedad y debe serlo en el Pueblo Canario.

Esta sociedad no puede permitirse el lujo de perder entidades ciudadanas que tanto han aportado a la comunidad. Sería un grave error para el futuro de todos y todas.

domingo, 4 de marzo de 2018

Hacer de la isla una obra de arte

¿Qué es importante: la pieza o el puzzle? ¿Qué es el puzzle sin una pieza? Las obras de Cristian (uno de mis hermanos) son piezas y a la vez puzzles biográficos y vitales. Un juego de dimensiones inseparables e independientes. Algarabía de piezas en perfectas conjunciones caóticas.

Cristian crea cada obra como un reto a los sentimientos del observador al que atrapa desde la primera mirada. Un abrazo que nos introduce en la obra y que invita a compartirla, para recorrerla por sus laberintos sin Minotauro (o no). El viaje a esas islas extraordinarias es instantáneo, paseamos por sus rutas y aprendemos su lenguaje. El abrazo se hace emoción ante el arte. Cristian muestra su archipiélago de corales, volcanes y acontecimientos extraordinarios con el objetivo, premeditado, de obligarnos a descubrir nuestra isla, nuestro oasis en el océano multicolor de la Humanidad donde podremos comprender el sentido propio del arte -personal y transferible- en cada aspecto de composición y ejecución. Y es que la originalidad de Cristian está en infinidad de detalles del formato donde reconocemos en cada movimiento y trato del color al autor y su personalidad.

En la técnica hay un mundo que recuerda la pasión del artista por los cómics. El contenido evoca paisajes de unas islas mitológicas, verdaderamente paradisíacas en múltiples elementos, junto a páginas de la Historia que es su pasión. Y en la referencia gráfica está la familiaridad con homúnculos o las galeradas de periódico que sustituyen a los ininteligibles protocolos notariales decimonónicos como herencia familiar.

La serie Islands muestra sus territorios personales, paisajes inventados o sentidos, siempre en islas que navegan dentro de un marco, un horizonte dentro de otros, con sus amaneceres y atardeceres en colores que se difuminan. Noches que se abren a la ensoñación. Cavernas que se reflejan y muestran otras naturalezas, otros tiempos, mitos e instantes sin grandeza, homenajes al pasado isleño de pintaderas geométricas abstraidas a propósito.

La exposición que acoge la sala de arte del Paraninfo de la ULPGC hasta finales de marzo la forma un archipiélago de 48 obras/islands sin nombre, cuadros sin títulos pero diferentes y reconocibles por su isla, su historia... Una historia personal y compartida como sólo puede hacer el arte.

FOTOS: MARCOS BOLAÑOS.





sábado, 3 de marzo de 2018

Autorretrato de madre

Jane junto a varias obras. Finales de los años 50.

Publico en esta ocasión el texto que he escrito para el panel informativo que intenta ilustrar a los visitantes de la exposición que se inaugura el lunes, 5 de marzo, en la Casa Museo Antonio Padrón, centrada en la Maternidad a través de la obra de Jane Millares Sall y Antonio Padrón. Esta iniciativa, promovida por el centro museístico, el Ayuntamiento de Gáldar y Gárgola, Gestión y Difusión Cultural, conllevará un taller creativo sobre la obra de Jane, mi madre... Léanlo, compártanlo y si pueden acudir, disfrútenlo...

"Durante años, parto tras parto, los Millares Sall esperaban incorporar una mujer a la familia y llegó Jane ("honey"), La séptima. Y nació un dos de agosto de 1928 junto al mar en Las Canteras. El parto tuvo lugar de noche y la alegría iluminó con voladores la playa.

Todos la quisieron desde antes de nacer. Pero tanta felicidad viró en una infancia aterradora de persecución, guerra y hambre. Jane y su familia fueron condenados por su conciencia social de búsqueda de justicia y libertad. Mutilados de paz que no dejaron de luchar contra la dictadura.

Jane compartía ése espíritu junto a sus hermanos y hermanas escritores pintores, músicos y a la vez intelectuales que aportaron un gran impulso cultural a una época de aislamiento y una arrolladora iniciativa creativa y artística frente a la opresión. Como mujer y madre no sólo creó un mundo expresivo y de reflexión a través de la pintura y la escultura sino que usó su protagonismo para hacer visible la mirada de mujer del mundo y sus sentimientos. Una realidad que compartió con 'Mujeres en la isla' (1953-1964) un grupo que fue mas allá de una revista, un fenómeno de gran impacto social en contraste con el reducido grupo que la hizo posible. Y son los cuadros de Jane los que muestran a la mujer-isla que se observa o se adentra en la búsqueda de respuestas a una vida que tuvieron que crear bajo vigilancia y la censura, el androcentrismo y la invisibilidad.


Jane elabora el busto de su padre tras su fallecimiento..
Por ello es en lo más íntimo y personal donde exhibe el arte como vida, pero también dolor y muerte.
El fallecimiento de su hermano Sixto (1942) marca la apertura de sus heridas que no cicatrizan. Su tercer hijo, Agustín, muere prematuramente y su pintura recordará en cada etapa el duelo inconsolable. La maternidad se expresa en su pintura como nadie lo ha hecho. El amor a los hijos es su inspiración y refugio. Y la herida se agranda con su padre, Juan Millares Carlo, sus hermanos Juan Luis, Manolo, Agustín, Eduardo y José María... Su esposo, Luis Jorge Ramírez... Hasta el fallecimiento de su segundo hijo, Sixto... Entonces deja de pintar por primera vez y definitivamente tras una vida en la que la escuchamos a diario a través de sus obras. Ya no hay cura porque no hay arte que pueda expresar tanta tristeza. No hay voz ni color.

Su obra es una biografía de mujer y madre. Con las incertidumbres, inseguridades y rechazo a la discriminación social y cultural. Su pintura también representa a la mujer. Miles de mujeres. A través de una plástica aparentemente sencilla pero hipnótica, evocadora. Mujeres en imaginarios que sólo podrían crear mujeres. Viviendo la vida de las mujeres. Sintiendo como mujeres: El abrazo, el embarazo, la desnudez, el viento sobre el pelo, la luz de las farolas en la oscura sociedad misógina... Y el abrazo de la vida y de la muerte.

Esta es la aportación de Jane Millares Sall. El autorretrato de una madre artista.