lunes, 23 de noviembre de 2015

De rones y turistas

Olfateando los aromas destilados. Foto: Octavio Kraus.

Estos días he estado roniando -literalmente- con dos empresas que no sólo producen la bebida de los trópicos por excelencia, sino que también se han convertido en un elemento dinamizador del turismo gracias a la calidad e inventiva que aplican a sus respectivos destilados de caña de azúcar. Uno tiene el reconocimiento como el 'ron de la juventud' y de mayor penetración en el mercado español. El otro ha ganado en varias ocasiones la medalla al mejor ron del mundo y ya no se presenta más, por el momento.

Primer estuve con Rafael Méndez, director de Destilerías Arehucas, con vistas a desarrollar un proyecto en el que su empresa quiere colaborar y que trata del reconocimiento a un miembro de una saga aruquense que fue protagonista de una de las más importantes hazañas del turismo mundial. Sin embargo, tras la reunión tuvimos un momento para reflexionar sobre la importancia turística que tiene la 'fábrica de ron' para Arucas como una de las visitas más demandadas y consolidadas en Gran Canaria. Dentro de la bodega, además del ron que es lo que atrae a los turistas, nos encontramos con una verdadera galería de arte y de historia, con cientos de barricas ilustradas con la firma, dibujos, frases o recordatorios del paso por esas instalaciones de personalidades relevantes. Entre otros, artistas, políticos, deportistas, científicos... Todos unidos por el ron... De Arucas, claro. Pero, coincidimos que ya es hora de hacer de este recurso algo singular y documentarlo en un catálogo que pueda recoger el importante patrimonio que atesoran esos envases de madera que guardan el ron con una obra de arte, una frase o una firma que compite en calidad y atracción con el jugo de la melaza.

Al día siguiente acudí a una cata organizada por la distribuidora Diageo para dar a conocer (¡Ninguno de los presentes lo desconocía!) el ron Zacapa, con su inseparable distintivo 'anillo' de hojas de palma y caña con trenzado artesano, una sencilla figura que permite dar trabajo a 90 mujeres de cuatro aldeas muy pobres de Guatemala como ejemplo de responsabilidad social de la empresa con una medida no espectacular pero de gran impacto para las nativas de esos pueblos y su sostenibilidad. Lo cierto es que todo lo que gira en torno a este ron tiene su historia y motivaciones. Los aromas que se consiguen gracias al destilado, a los barriles que vienen de ser apartados de bodegas de montillados andaluces, o la conservación en almacenes a distintas alturas en los montes guatemaltecos dan lugar a un producto que ha logrado prestigiarse en el mundo. Lo cierto es que en una isla de tradición ronera, este producto ha entrado con fuerza desde que llegó hace una década y se ha convertido en una atrayente referencia para el país centroamericano.

Cabe recordar que la caña de azúcar y los molinos azucareros fueron llevados, como otras cosas (el plátano, las cabras, el aloe...) a América, donde se desarrollarían estos productos a otra escala. Pero bueno, ahí tenemos en el ron otro recurso turístico en auge, pero con moderación, tal como advierten las autoridades sanitarias.

martes, 10 de noviembre de 2015

Turismo y Cultura en el Parlamento de Canarias

Parlamento de Canarias.
El Parlamento de Canarias aprobó una Proposición No de Ley (PNL) por la que se pretende que el sector turístico colabore con el sector artístico y cultural de las islas. La prensa destaca que el sector turístico está llamado a ‘favorecer’ el mercado del arte y a cambio elevará la categoría de los establecimientos por la presencia de obras artísticas en sus complejos. Esta iniciativa presentada por Podemos con el apoyo de colectivos de artistas tiene muy buenas intenciones, pero si lo que busca es aplicar estas premisas podría suponer más un ‘castigo’ que una mejora.

El acuerdo unánime de la Cámara insta al Gobierno de Canarias:
  1. A propiciar un acuerdo entre el sector turístico y el sector cultural en su conjunto (creadores, productores, gestores, etc.), para favorecer la difusión, promoción y comercialización de su trabajo, de sus creaciones y producciones, en las instalaciones, centros, equipamientos y servicios propios del sector turístico de las Islas.
  2. A impulsar conjuntamente con los sectores implicados, las acciones destinadas a promover y distinguir prácticas adecuadas de apoyo, patrocinio y mecenazgo a las creaciones y producciones del sector cultural de Canarias por parte del sector turístico. Así como a las acciones emanadas desde el sector cultural de apoyo, investigación, creación y producción de creaciones, obras y servicios dirigidos al sector turístico.
  3. A potenciar mecanismos de participación de los agentes del sector cultural y del sector turístico para que puedan contribuir de manera efectiva a la estrategia que, desde el ejecutivo canario, se implemente para favorecer la sinergia y la colaboración entre ambos sectores.
  4. A convocar una mesa de trabajo para tal fin en el primer trimestre del 2016, en la que, entre otros, estén representados los artistas visuales canarios, las asociaciones de gestores culturales, galeristas y expositores de arte.
Aunque en estas líneas no se cita la compra de obras artísticas o la mejora de la categoría por incorporar esculturas o pinturas en los edificios, me temo que la PNL tendrá un recorrido complicado y polémico tanto para el sector artístico al que pretende favorecer como para el sector turístico al que apunta con una nueva modalidad de impuesto o exigencia económica que probablemente no aportará valor al producto ni al destino. Además abre muchas incógnitas para poder desarrollar la propuesta. Por ejemplo, a ningún empresario se le puede imponer la compra de una obra artística si éste prefiere (y en este caso sí sería un atractivo turístico) un Kandinsky, Picasso o Chagall... Y así otros condicionantes que no responden a la pregunta fundamental: ¿Qué valor aporta o retorno de inversión producirá una obra artística al establecimiento? Y del otro lado ¿No debe contemplar la PNL a otros sectores artísticos que también existen en las islas? Los músicos por ejemplo, esos que hace años tocaban en los establecimientos turísticos y que han sido apartados por una empresa foránea que ofrece espectáculos con chinos, eslavos y africanos (del continente). ¿Y los escritores? Otros ninguneados, como la editorial ‘horaantes’ que no logra apoyo empresarial ni institucional para divulgar entre los turistas a nuestros escritores. Tampoco olvidemos el apoyo a festivales, y eventos culturales (algunos con patrocinio de empresas turísticas). Y así muchos episodios de falta de entendimiento entre artistas y el sector turístico (no todos, claro) que no difiere del resto del mundo empresarial.

Aún así, los proponentes están convencidos de que el arte dará más valor y atractivo a los hoteles, pero la experiencia de los últimos 50 años nos demuestra que esa idea no es real. Algunos inversores incorporaron obras de arte en sus establecimientos, como el Hotel Oasis Maspalomas de donde serían retiradas y vendidas. Una tendencia de desvalorización de lo artístico que ha cambiado en los últimos años coincidiendo con el 50 aniversario de Maspalomas Costa Canaria. .Y es que la colaboración de artistas se inició gracias a la iniciativa de la familia condal, el arquitecto Manuel de la Peña y algunos más. Gracias a ellos, hoy día se pueden contemplar obras de arte en numerosos establecimientos.

Y ya que hablamos de artistas ¿se puede su papel en la sociedad? ¿Qué opinaban algunos de nuestros grandes creadores?:
  • Manolo Millares: “El arte no debe serlo porque agrade (que no andamos en tiempos de buenas digestiones ni de reír por tonterías) sino más bien porque duela rabiosamente”.
  • César Manrique: "Creo que estamos siendo testigos de un momento histórico en donde el enorme peligro del destrozo del medio es tan evidente que tenemos que entrar en una nueva responsabilidad con respecto al futuro”.
  • Néstor Martín-Fernández de la Torre: “Todos, absolutamente todos los canarios somos culpables de haber liquidado nuestro pasado. Tenemos el deber de reconstruirlo y exigir que todos colaboren a esta obra”.
  • Saulo Torón: “En este peñón atlántico / hay que juzgar de este modo: / o eres del todo romántico / o eres imbécil del todo…”
Este posicionamiento crítico refleja la postura de quienes imaginaron el espacio turístico para crear un modelo original, cuando el sol y playa no lo había invadido todo.

Por ello, espero que esta PNL no se encamine a una simple venta (impuesta) sino que promueva un cambio de mentalidad de los artistas y empresarios. Es por ello que los artistas han de re-crear el producto para hacerlo más rentable. Sólo así podrá interesar al sector turístico. Hay que demostrar que la cultura, el arte, implica mucho más que una estrella para elevar la categoría de un edificio y su valor. El arte es experiencia vital, incluida la actividad turística, como enseñaron Néstor y César.

Pero, no podemos pasar de largo que esta PNL sólo hace referencia al sector turístico, cuando todos los sectores deberían apoyar al cultural.

Puede que ese señalamiento al sector turístico tenga que ver con el falso tópico de que el sector es el más subvencionado. Pero la realidad es bien distinta. Las inversiones en hoteles sólo pueden acogerse a los llamados Incentivos Regionales (fondos europeos), con una ayuda de hasta el 5% a la inversión industrial en España (no sólo Canarias), que se amplió a los hoteles y recientemente se ha conseguido incrementar hasta un 20% si se trata de obra nueva o renovación. Esta subvención obliga entre otras cosas a:
  • Mantener la plantilla
  • Es sólo para alojamientos de 4 ó 5 estrellas
  • La ayuda es limitada a una cantidad anual
  • Los parques temáticos obtienen un porcentaje mayor de ayuda.
  • ...
Dicho esto… ¿Cuántos hoteles se han construido en Gran Canaria en los últimos diez años? ¿Cuántos parques temáticos en los últimos veinte años? Queda claro que esas ayudas no impulsan la construcción ni la reforma o modernización turística. Encima, algunos partidos y sindicatos insisten en implantar una tasa a los visitantes. Un suma y sigue a la subida en un 40% del IGIC, las tasas aeroportuarias, el laberinto y arbitrariedad de leyes, los impuestos a los combustibles o a las energías ‘limpias’ y veremos qué más trabas se le ocurren a nuestros gobernantes.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¡Es el turismo, estúpido!

Evolución del PIB.

La sociedad canaria tiene numerosas y graves preocupaciones. El paro y el incremento de la pobreza suponen un lastre para toda la comunidad y nos colocan peligrosamente al borde del abismo. Pero esta realidad tiene culpables con nombres y apellidos. Y es que en apenas 15 años hemos dilapidado el incremento del PIB per cápita de los canarios que ha pasado del 98% de la media en España a un 85,9%. Una diferencia que llega al 81% en comparación con la media UE28. Hemos pasado de casi equipararnos a la media de renta europea a volver a niveles de subdesarrollo (un 20% más pobres que la media europea), aunque no estamos hablando de los años sesenta del siglo pasado en los que el PIB per cápita de los canarios apenas llegaba al 60% de la media europea y el analfabetismo era mayoritario en la población. Un milagro económico se produjo entonces y sacó a los canarios de la miseria en la que estábamos sumidos. Pero su mala gestión vuelve a amenazar a nuestra sociedad con variables alarmantes.

El milagro fue el turismo. Y algunos de los artífices más destacados de aquel boom económico fueron la familia condal, César Manrique, Manuel Fraga, Manuel de la Peña y Franz Josef Strauss. El condado por la puesta en marcha del proyecto Maspalomas Costa Canaria, a través de un Concurso Internacional de Ideas que revolucionó el turismo en Gran Canaria, una iniciativa que respondió al reto lanzado 25 años antes por Néstor Martín-Fernández de la Torre para este paraje. Manrique realizó la transformación de Lanzarote y su impacto repercutió en el conjunto de las islas. Manuel de la Peña hizo avanzar la arquitectura y el urbanismo turístico como nunca en estas tierras. Manuel Fraga sentó las bases del desarrollo turístico español y toda la estructura normativa y administrativa para tal fin partiendo casi de la nada. Y Strauss hizo posible la inversión de capital alemán en el territorio español tan necesitado como estaba de dinero.

Han pasado cincuenta años en los que los cambios, bonanzas y crisis vividas, nos permiten reconocer una realidad incuestionable. Sin el turismo, estas islas estarían abocadas a la miseria. Y, de paso, añado otra conclusión: las administraciones públicas han ocasionado al sector más daño que beneficio, consiguiendo que hoy día sea una actividad complicada para invertir y con una rentabilidad en el territorio muy por debajo de sus potencialidades.

Lo más grave, aún, es que el autogobierno se ha valido de las competencias asumidas (en particular la ordenación territorial, el turismo y la fiscalidad) para perjudicar a la que en los años setenta y ochenta era la isla que mayor número de turistas atraía y más inversión generaba: Gran Canaria. Y hay quien afirma que consideraron necesario en el Gobierno de Canarias (etapa del 'Pacto de progreso' 1983-87) frenar el crecimiento de esta isla para evitar un distanciamiento con el resto. Hoy día hay una isla que supera en turistas, camas, e infraestructuras al resto gracias a ese intervencionismo...

Asimismo, se apostó por un modelo de integración en la Unión Europea que beneficiaba a un sector sobre el resto: el sector primario, confiando que dicho Protocolo permitiría contar con un sector agropecuario e industrial con posibilidad de crecer. El resultado no puede ser más desalentador: sin ayudas europeas desaparecería y, encima, con ayudas europeas tan sólo significa para Canarias el 1,5% del PIB y el 2,1% del empleo en el caso del sector primario y el 3,7% del PIB y el 1,4 del empleo en el caso del sector industrial manufacturero. A todo esto, ¿qué sería de esos dos sectores si no tirara de la economía canaria el turismo? Porque sólo el turismo y hostelería (directamente) supone el 31,4% del PIB y el 35,9 del empleo en Canarias. Unas cifras que se multiplicarían si incluyéramos los empleos y actividad económica indirecta y, sobre todo, si sólo se incluyera la provincia oriental. Además, el sector turístico atrae inversión, mientras que los otros sectores dependen de subsidios europeos.

Y, a pesar de que el turismo es la actividad principal de nuestra economía, se trata del sector peor tratado y peor gestionado en los presupuestos de las distintas administraciones, con políticos que intentan ocultar una realidad dramática con cortinas de humo que sólo buscan hinchar la ocupación de los aviones y los complejos turísticos a cualquier precio, incluido el de la destrucción del sector turístico a corto y medio plazo.

Ahora mismo, tenemos los niveles más altos de desempleo en Europa, triplicamos el desempleo juvenil de la media europea, el índice de pobreza mayor, el porcentaje más elevado de embarazos no deseados, la más penosa valoración del informe PISA de fracaso escolar, el crecimiento del analfabetismo entre las jóvenes. Esta juvenilización de la pobreza (paro y analfabetismo) augura un futuro inmediato muy negativo.

Pero en esta latitud seguimos pensando en parajitos preñados. Se habla de apostar por la agricultura canaria, por la industrialización y por la conversión de este territorio en una especie de Sillicon Valley europeo. Y así año tras año, presupuesto tras presupuesto, derrochando miles de millones de euros en políticas que nos llevan a la situación actual: Más del 30% de desempleados. Más del triple de la media europea. Y a todo esto, ¿qué hacen los políticos con el dinero que recaudan para sacarnos de este atolladero? Un ejemplo: más del 30% de los impuestos que se recaudan en Canarias vienen del sector turístico. El presupuesto de la Comunidad Autónoma sólo dedica un 1,25% de su presupuesto a este sector. Otra cosa, que ya he comentado en algunas ocasiones, es si ese gasto sirve para algo. Parece que las cifras ya se han encargado de responder…

miércoles, 7 de octubre de 2015

El Bentayga encendido

El roque iluminado y foto de López Frías.

El Ayuntamiento de Tejeda ha realizado la instalación de una infraestructura para iluminar de forma ocasional uno de los principales símbolos geológicos e históricos de Gran Canaria, el Roque Bentayga. Un monolito de origen volcánico que sirve de referencia para imaginar el origen de uno de los más impresionantes del mundo, la caldera de Tejeda, que se originó por el hundimiento o derrumbe del edificio volcánico y el posterior y constante proceso erosivo de aquel enorme volcán. El resultado actual es un paisaje sobrecogedor, una “tormenta petrificada”, como lo bautizara Miguel de Unamuno acertadamente.

Asimismo el entorno del Bentayga, la sierra donde se encuentran las Cuevas del Rey y El Camello, acoge antiguas viviendas trogloditas singulares y que forma parte de uno de los conjuntos arqueológicos más destacados de la isla. Un lugar que pudo tener además connotaciones religiosas para los antiguos canarios.

Pero, desde hace unos días, se realizan pruebas para resaltar en determinadas ocasiones el roque sagrado con una iluminación del conjunto del Bentayga. Una decisión que ha suscitado la crítica de algunas personas que reclaman un estudio de impacto ambiental (espacio natural protegido y Bien de Interés Cultural) para valorar si esta intervención en el lugar produce un impacto que pueda afectar a los bienes protegidos y, por tanto, prohibir o autorizar al Ayuntamiento la realización de esta iniciativa.


Pirámides iluminadas.

Varias son las cuestiones que habrá que tener en cuenta para valorar el impacto de la iluminación sobre el roque.

Como monumento natural, supongo, tendrá más o menos los mismos criterios que un monumento cultural o arquitectónico, y ahí tenemos la iluminación de iglesias como la de Teror o la catedral de Santa Ana, el Castillo de La Luz y otros edificios singulares, o incluso cruces y cristos como el de Artenara. Asimismo, respecto a los valores naturales del entorno, habrá que comprobar si esta actividad afecta a alguna especie de fauna.

Como impacto o contaminación lumínica, habrá que valorar si esos focos sobre las paredes del roque limitan la visión del callejero celeste. Asimismo, se debería analizar la huella de carbono (los gases de efecto invernadero que se originan para producir la electricidad necesaria para que se pueda iluminar el roque). Además, en ambos casos, habría que preguntarse si se ha actuado con igual preocupación con la sorprendente luminosidad de las pistas agrícolas de la isla, cuya proliferación llama la atención por su densidad lumínica para poblaciones anecdóticas teniendo en cuenta que no suelen salir de noche por esos parajes casi deshabitados.

Cataratas del Niágara, iluminadas de colorines y heladas.

En cuanto al impacto económico o turístico de la iluminación del Roque Bentayga, dudo que esta iniciativa atraiga a más turistas a la zona cumbrera, si bien los que están por ahí en esas noches podrán disfrutar de un singular espectáculo añadido a uno de los cielos más bellos y limpios del planeta, aunque los numerosos seguidores de la observación astronómica no ven de buen grado el supuesto impacto lumínico que podría producirse, aunque ya se ha advertido que esta instalación o estará encendida todas las noches del año, sino en determinadas ocasiones.

En este sentido, habría que ver qué se hace en el mundo respecto a la iluminación de iconos naturales, arquitectónicos o monumentales. Y por lo que se puede comprobar, estamos ante una actividad muy habitual en el planeta. Ya no sólo se ilumina en la noche un edificio o un monumento como la Torre Eiffel, las pirámides de Egipto o El Coliseo romano y el Partenón de Atenas… La iluminación se ha convertido en un espectáculo de color, movimiento e, incluso, efectos especiales que evolucionan  para dar lugar a técnicas espectaculares como el video mapping y que producen verdaderas obras de arte sobre cualquier superficie.

Jameos del Agua iluminados de noche.


Particularmente, tampoco me parece acertado el espectáculo de luces de colores que se proyectan sobre las cascadas del Niágara, tanto cuando cae la inmensa manta de agua como cuando ésta se ha congelado por las temperaturas gélidas del invierno. Me parece más una sala de baile de fiebre del sábado noche que el efecto cautivador y artístico que lograron César Manrique y sus colaboradores (Jesús Soto, Ildefonso Aguilar, etc) en las galerías volcánicas de la Cueva de Los Verdes o Los Jameos del Agua, donde no afectará a los cangrejos ciegos, aunque puede que sí a su piel no acostumbrada a tanta luz.

Por lo tanto, antes de juzgar lo que desea hacer el Ayuntamiento de Tejeda, creo que deberíamos conocer mejor el proyecto. E incluso, deberíamos saber si esta idea atraerá muchos vehículos a la zona, ya que puede que sea más grave el impacto de las luces de los vehículos particulares que acudan a ver el Bentayga encendido que las propias luces que apunten al roque…

domingo, 4 de octubre de 2015

Turistas o tornillos

Imagen 'kitsch' del turismo de sol y playa de Gran Canaria.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, en su discurso de celebración del 40 aniversario del Patronato de Turismo de Gran Canaria defendió la apuesta de su grupo de Gobierno por un cambio profundo en el modelo turístico de Gran Canaria. Morales planteóió un turismo sostenible que cambie el rumbo iniciado en plena dictadura, un momento histórico en el que la sociedad vivió con impotencia los últimos fusilamientos del franquismo y la posterior transición a un estado democrático y de amplio autogobierno. Sin embargo, señaló Morales, sobreponiéndose a esas circunstancias y profundas transformaciones se ponía en marcha el primer organismo para la promoción turística, en cuyos principios fundacionales se resaltaba el papel del turismo para los canarios, recitando las palabras que el propio Lorenzo Olarte, impulsor del Patronato Provincial, dijera hace cuatro décadas en el acto inaugural de aquella aventura del Patronato: “uno de los factores es, con la benignidad del clima, la belleza y diversidad del paisaje, cuyas peculiaridades especialísimas conforman un criterio de personalidad diferenciada. Esos rasgos naturales buscados siempre por el turista, no siempre son hallados y nuestra responsabilidad es descubrirlos y preservarlos. Pero debemos tener muy presente que la conservación del paisaje no es exigencia impuesta por el mero afán de dar satisfacción al turista, sino que constituye un deber de la comunidad para transmitir a las generaciones sucesivas toda la riqueza del medio natural, estimando el axioma de que conservar no está reñido con gozar y utilizar esa riqueza por parte de un pueblo que es su legítimo usufructuario”.

Morales refrendó estas palabras ante numerosos representantes del sector para afrontar las amenazas que acechan al sector y promover un nuevo escenario de éxito para el turismo en Gran Canaria. Un cambio que podría abrir muchas oportunidades para que los beneficios del turismo se extiendan a toda la sociedad.

Pero no hemos de olvidar que han transcurrido apenas cinco años desde que el turismo en Canarias estuvo al borde del colapso, con ocupaciones por debajo del 40% mientras la mayoría de las empresas intentaba ‘mantener el tipo’ con plantillas sobredimensionadas para aquella angustiosa realidad. Ha pasado un lustro y, a pesar de ver claramente las causas y la necesidad de un cambio de modelo, no se han tomado decisiones para evitar que vuelva a producirse.

Además de esta amenaza, seguimos sin conseguir que la ‘industria’ turística logre incrementar el gasto en el destino de manera satisfactoria para que podamos llamar con razón al turismo el ‘petróleo’ de Canarias o la ‘locomotora’ de su economía.

Es cierto que los excelentes resultados en los últimos años del turismo alivian la crisis que padecemos con terribles niveles de desempleo, emigración y pobreza. En 2014, según el Estudio de Impacto Económico del Turismo, Impactur, el turismo aportó el 31,4% del PIB de Canarias, el 35,9% del empleo y el 30,4% de los impuestos recaudados (y probablemente serán mayores estas cifras). Pero esos resultados podrían ser mucho mejores si los millones de turistas que nos visitan realizaran más gasto con el que impulsarían empresas creativas para que el turismo se convierta en una auténtica industria diferenciada de las que fabrican tornillos o embutidos. Una actividad que lidere el I+D+i+c (añado una +c que reivindica el Conocimiento, la experiencia, el ADN turístico que los grancanarios tenemos).

Esos turistas que vienen actualmente son prestados. La crisis de los destinos mediterráneos por las frustradas primaveras árabes, nos ha enviado un ingente número de turistas, pero seguimos ofreciéndoles lo mismo que hace 6 años cuando dejaron de venir: un destino de sol y playa. Nada más, nada menos y muy poco rentable porque ni podemos vender entradas para ‘coger el sol’ ni podemos emitir pasajes para nadar o ‘sebar’ olas en la orilla de la playa. Tan sólo, siendo realistas, podríamos calificar nuestra ‘industria’ u oferta como una gran posada. Un destino que sólo ofrece cama, comida, algo de comercio y poco más.



Pero volvamos al discurso. A esa nueva oportunidad que quiere cambiar el ritmo o rumbo. Actualmente disponemos de una herramienta promocional perfeccionada y se ha avanzado en la eficiencia y la modernización de la oferta alojativa. Pero hace falta otras medidas para lograr lo que otros destinos como Baleares (limitado por la estacionalidad) que nos supera en aportación del turismo al PIB y en el empleo, según refleja Impactur.

Ante esta realidad el Cabildo quiere evitar la pérdida de liderazgo turístico. Pero cuáles han de ser los objetivos y cómo recuperar el espíritu y creatividad de aquellos que convirtieron Canarias en el destino preferido por los europeos.

Aquellos visionarios hicieron posible etapas brillantes como el auge del turismo de salud (grandes y lujosos hoteles, balnearios, primer club de golf de España, que atrajeron personas de muy alto poder adquisitivo); o cuando llegaba el turismo burgués y Néstor soñaba con convertir la ciudad en un Saint Tropez atlántico (con sus creaciones: el Pueblo Canario, Parador de Tejeda, Casa del Turista, el tipismo y otras ideas); o la ciudad del turismo que propició el concurso internacional de Maspalomas promovido por la familia condal.



Logos utilizados por el Patronato en sus 40 años.


El Patronato en sus orígenes tenía otra composición. Contó con el apoyo de numerosas personas de la sociedad civil. De hecho, hasta entonces el papel promocional lo realizó como pudo esa sociedad civil a través de la Sociedad de Fomento y Turismo de Gran Canaria, el Sindicato y su posterior conversión en Centro de Iniciativas y Turismo. Etapas e instituciones en las que Néstor y otros grancanarios marcaron su impronta. Lamentablemente, en 1975 no contábamos con un Néstor Martín Fernández de la Torre, pero esperábamos que César Manrique se sumara a la transformación turística de Gran Canaria, pero en esta isla no realizó ningún proyecto. Aún así se dio forma a la primera institución de promoción con apoyo institucional, presupuesto, profesionales de forma estable y con posibilidad de trabajar a medio y largo plazo. Aún así, cada cuatro años se producirían cambios de dirección y criterios, según el resultado de las elecciones.

Volviendo a las palabras del Presidente del Cabildo y de la presidenta del Patronato, Inés Jiménez, habría que frenar el divorcio entre la sociedad civil y el turismo. Asimismo, habría que rentabilizar más el turismo y distribuir esa riqueza que se obtenga y favorecer el desarrollo de nuevos productos y servicios que superen las expectativas de un destino de sol y playa. Pero hay un aspecto fundamental a incorporar en este nuevo paradigma que es el lema planteado por el propio Néstor, al exigir que “hagamos de la vida una obra de arte” y que su discípulo, César, también defendiera como “Aplicar el arte a la vida”. Ellos querían crear un producto tan potente o más que el sol y playa con nuevas experiencias que animen a desplazarse al turista 5000 kilómetros sin pensar si hay ofertas de otros destinos de sol y playa a mitad de precio.

Actuales 'visiones' de Gran Canaria.

Para ello, debe continuar la promoción, pero los responsables políticos y los expertos han de mirar hacia atrás y entender qué motivó el éxito. Y volver a intentarlo, con el apoyo de todos. ¿O es que no podemos adaptar la visión de Néstor/César al momento y a los recursos que la tecnología, las comunicaciones, o el nivel educativo y de bienestar que los ciudadanos del siglo XXI tienen y demandan?