Algo original para promocionar LPGC
Hace unos años escribí la biografía de Pinito del Oro para la 'Enciclopedia de Canarios Ilustres' (CCPC, 2005) y con ese motivo acudí a la vivienda que dicha artista (la más importante que ha tenido las artes circenses en el mundo, aunque aquí continue ninguneada). La frase que me impactó tras el agradable rato que mantuvimos de conversación fue: "En el circo te tienes que entregar más cuando menos público hay en las butacas, ya que es la única forma que tenemos para que puedan acudir más espectadores a la siguiente función".
Hoy hemos conocido la dramática cifra de parados en las Islas al cerrar el año con 265.569 personas registradas en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM). Y hemos vuelto a escuchar la misma matraquilla de los políticos que se quejan que el auge del turismo no se traduzca en más empleo, como si de una fórmula matemática se tratara: a tantos turistas, tantos empleados...
No voy a hacer aquí un detallado estudio sobre cómo han sobrevivido los establecimientos turísticos en la temporada crítica de 2008, ni de cómo se llegó a tal estado de esquizofrenia constructora con las diferentes normas insulares, moratorias, etc. Tampoco creo que nadie haya acertado con sus análisis sobre la crisis turística (me refiero a los políticos que tan dados son a saber de todo...). na crisis que sirvió para sacar del mercado a una planta obsoleta que se ha quedado enquistada en los mejores espacios de nuestro Archipiélago y sin que se haya tomado -hasta ahora- cartas en el asunto.
Mi conclusión es más simple: los establecimientos turísticos con niveles de ocupación ínfimos y con caída en picado de su rentabilidad, disponían de plantillas sobredimensionadas para el volumen de ocupación y así poder mantener abiertas sus puertas y ofrecer al turista un servicio de calidad. Como el circo: con todos sus empleados, levantado y abierto, con todos sus artistas, arriesgando sus vidas, para un patio de butacas con apenas espectadores. El circo, como el hotel, necesita una mano de obra determinada, estén o no ocupadas sus butacas o sus habitaciones. Un personal que se refuerza en la época de máxima ocupación, pero que no se multiplica como panes y peces. No se puede pedir milagros a la realidad laboral y económica.
Mejor que echar balones fuera, los políticos deberían dejar de despilfarrar el dinero en políticas 'de empleo' clientelistas, improductivas y subsidios de brazos caídos. Es el momento de apostar por la reconversión de las zonas degradadas; de la apuesta por nuevos productos; de ejecutar los equipamientos que precisan los destinos turísticos... No se puede insultar a la inteligencia y condenar a los empresarios turísticos por el paro existente para que la ciudadanía encuentre una cabeza de turco sobre la que descargar sus frustraciones y su ira.
Les adjunto unas imágenes de la exhibición de natación sincronizada en mar abierto con la que el Ayuntamiento de Las palmas de Gran Canaria despidió 2011, en colaboración con Paola Tirados, en un alarde de originalidad para mostrar al mundo la gran calidad de la playa de Las Canteras y el clima del que disfrutamos un 31 de diciembre.
Salud y feliz año.
También hay que tener en cuenta el alto número de explotaciones ilegales que están operando en la zona turística: no sólo no renuevan, sino que no dan de alta a sus empleados. Otros particulares ofertan directamente su apartamento por internet y no dan NINGUN servicio: ni limpieza, ni recepción, ni nada de nada... Tampoco declaran estos ingresos, claro esta...
ResponderEliminarAprovechan la recuperación de la demanda para llenar unas camas que de otra manera estarían muertas, pero a cambio de destrozar la imagen del destino, dar mala calidad y no crear empleo. Esta "competencia" hace un daño irreparable y afecta a todo el archipiélago. ¿Para cuándo la lucha contra la oferta ilegal?
Gracias, Cristina, por tu apunte.
ResponderEliminarEs cierto, existe un importante número de camas que se ofertan y que incumplen todo tipo de reglas. Se afirma que se residencializan y, luego, se convierten en alquileres al margen del sector y de los impuestos. No crean empleo, ni incremento de recaudación. Y, encima, ocupan los espacios de mayor calidad y posible aprovechamiento económico para el conjunto de la población...
Soy de esos propietarios que alquila su apartamento. Lo ofrezco libremente y el cliente lo acepta libremente, ¿cual es el problema? El contento, yo contento y, cómo no, hacienda encantada de cobrar (¿qué le hace suponer que evado impuestos?).
ResponderEliminarEn el panorama actual el político pretende que hagas lo que él quiere, como él quiere y cuando él quiere. Así no hay margen ni para innovar, ni para invertir, ni para adaptarse a la demanda cambiante. Es ridículo.
Si los inversores tuvieran margen, toda la planta amortizada sería mucho más fácil de comprar, la negociación se tornaría más flexible. Pero pelearte con un chorro de propietarios para tener que hacer lo que marca el reglamento que ha quedado desfasado, unido a unas esperas interminables toreando con distintas administraciones..., no salen las cuentas.
Dar por sentado que las explotaciones "ilegales" causan daño es mucho dar por sentado. Es como esos cálculos sobre piratería que suponen que toda copia es una venta menos. Y va a ser que no.
Por un lado el cliente que viene con esa fórmula por ahorrar costes, probablemente no sea cliente de oferta "legal", por lo que mejor que venga y gaste a que no venga.
Por otro lado el explotador de esos complejos puede sencillamente que no tenga el músculo financiero para cumplir toda la reglamentación y sus opciones sean o explotar como buenamente pueda, o ir a la quiebra.
Lo importante es que se genere negocio. Mejor que sea de calidad, estupendo si genera mucho empleo, fantástico cuanto más gente se beneficie de ello. Pero mejor negocio a inactividad, mejor turistas de perfil bajo que cucarachas y ratas.
El problema más grave está en el marco legal y el solapamiento de competencias. A nadie le gusta estar fuera de la ley, a nadie le gusta ganar menos. Pero cuando no hay más remedio, no hay más remedio.
A mi ahora me ofrecen acciones en un hotel premium a cambio del apartamento y firmo sin mirar. Y hasta se podría sumar el uso y disfrute de un par de semanas al año de una habitación a un precio que cubra los costes variables en función de capacidad para los empeñados en tener un sitio en el sur... Sólo falta que el meterse en un proyecto de esa magnitud pueda ser rentable y realizable en unos plazos razonables, que es lo que por ahora no es factible.
Todos los demás enfoques al final terminan intentando obligar a los demás a hacer lo que creen oportuno los políticos. Como eso sólo puede funcionar por casualidad puntualmente, al final se acaban poniendo parches y más parches que no solucionan nada.
Por cierto, les puedo contar de unos cuantos complejos que se "legalizaron" mediante amiguismo y sobornos. Ante la imposibilidad de sacar metros cuadrados de donde no hay, se negocia con el que pone el cuño y problema resuelto. Y si no se llega a un acuerdo, pues el mismo apartamento (sin ninguna diferencia) pasa a "ilegal".
ResponderEliminarY hay apartamentos "ilegales" que están mucho mejor que un alto porcentaje de los "legales". El papelito no es garantía de casi nada. El que no satisface al cliente acaba cayendo, y ahora con los foros de internet, más rápido que antes...
Estimado anónimo. Usted puede que no evada impuestos, pero la norma es que los contratos son privados y no hay pago a Hacienda. Tampoco se hacen cargo de la limpieza y otras cuestiones que sería largo enumerar. También es cierto que -como usted afirma- muchos apartamentos legales no tienen la calidad suficiente, pero eso es cuestión de que esa administración (desmedida y lenta para muchas cosas y 'comprensiva' y ágil en otras cosas) asuma sus competencias y las ponga en práctica de una vez.
ResponderEliminarSaludos y gracias por su participación.
Sólo por tener el inmueble vacío ya pagas a hacienda. Ahora con el cruce de datos de consumo eléctrico te inspeccionan si no declaras el alquiler. El que el contrato sea privado no tiene nada que ver con la evasión fiscal, la cual cada vez es más complicada.
ResponderEliminarEn cuanto al nivel de servicios, sigo sin ver el problema. Si un cliente quiere un apartamento sin más, ¿qué importa la limpieza?. El paga menos y obtiene menos, porque no busca otra cosa.
Ese cliente irá al supermercado y comprará lo que le haga falta para limpiar, cocinar, etc.
Cierto que si todos los clientes que vinieran fueran multimillonarios y pidieran servicios premium, más nos llegaba a todos. Pero cada empresario satisface las necesidades a las que tiene acceso. No por preferir clientes de alto poder adquisitivo vamos a despreciar a los de bajo. O a los que quieren vivir con lo justito y no entrar en la experiencia turística, que los hay...
Tal vez soy cortito, pero ruego haga un esfuerzo y me diga qué tiene de malo darle a un cliente lo que pide a un precio libremente pactado, ni más ni menos. En qué momento satisfacer las necesidades de un nicho de mercado se torna en algo malo y que debe ser inspeccionado y prohibido...
Sr. Anónimo, no digo que sea cortito, pero es evidente que si todos los sectores económicos se encuentran con operadores fuera de la ley (que lo hay y mucho) esto no lo organiza nadie. Y usted habla de contratos privados, pero con esta lógica los hay que ni cuentan con ese tipo de acuerdos. Pero eso sí, se benefician de todo lo que se financia a través de los impuestos: infraestructuras aeroportuarias, transportes, promoción, saneamiento, alumbrado, limpieza... Usted lo llama nicho de mercado, pero el mercado tiene que tener unas reglas de juego iguales para todos. Otra cosa es que estemos o no satisfechos con cómo se juega esas reglas y con los árbitros que nos ha tocado en suerte...
ResponderEliminarEntonces lo primero es lo primero, que en este caso es estipular unas reglas del juego que permitan que todos jueguen y lo hagan lo mejor posible. Sobre todo cuando estamos de acuerdo en que las normas y los que las estipulan y vigilan no son ni de lejos ideales.
ResponderEliminarLo que es ridículo hasta extremos que causan llanto es que aquí todo está prohibido: Los locales de ocio en primera línea en emplazamientos estratégicos que nos encanta disfrutar cuando viajamos, aquí están prohibidos. Las terrazas en las azoteas que enamoran en Lisboa, Madrid..., aquí prohibidas. Los hoteles en lugares emblemáticos, aquí ni de coña (la ubicación del Baobab es una vergüenza, mientras en Tenerife se da facilidades a inversiones de este tipo). En Francia o en el Caribe se puede fumar en las discotecas, aquí no. Somos el país con más y mejor costa del continente y sufrimos la legislación más restrictiva y las cargas fiscales más altas, lo cual impide el desarrollo del turismo náutico y la generación de miles de puestos de trabajo... Si quiere sigo...
En el caso específico de la náutica deportiva, el que no puede cumplir los ochocientos mil requisitos y la carga financiera que conllevan, trabajará como buenamente pueda. Y si evade impuestos es, sobre todo, porque delataría su situación, más que por no contribuir al bien común.
Y así con cualquier actividad. El cáncer está en las miles y miles de páginas de legislación que se multiplican cada año y asfixian la función empresarial. Ninguna persona normal sale del sistema por gusto, pero cuando estar en el sistema se come, ya no los beneficios, sino gran parte del capital que puede posibilitar la inversión..., la única salida es la que es.
También hablar de las aportaciones positivas del sector público es un arma de doble filo, pues deben añadirse también las radio-televisiones públicas, los coches oficiales, la ristra interminable de subvenciones chorras, los puestos de confianza, las campañas publicitarias de autobombo, ... Si quiere también sigo.
Al que trabaja hay que dejarle trabajar, buscar el marco en el que cada uno pueda desarrollar sus capacidades e inquietudes. Lo que es de locos es, sabiendo que la norma es inadecuada, ir contra todo aquel que no la cumpla y mandarlo al paro o a la quiebra. Entonces tendremos, según el esquema actual, más gente en la cola de pedir y menos en la de -cuando menos- no pedir o contribuyentes.
Acabo indicándole que las leyes que tenemos no crean unas "reglas de juego iguales para todos", al ser finalistas y sectoriales eso es lo último que podrán lograr. Si logramos establecer unas leyes iguales, generales y no finalistas, firmo sin mirar... Pero eso de que hay que cumplir las reglas porque son las reglas, aunque sean una mierda..., no tiene ninguna justificación. Le recuerdo que el soberano es el pueblo, no el gobierno. Si lo que hace el sirviente es un desatino, ¿por qué el señor ha de verse sometido?